Liz Moore, o c¨®mo colar novela negra de calidad en la lista de los m¨¢s vendidos
La autora estadounidense publica ¡®El dios de los bosques¡¯, una historia compleja y adictiva con la que vuelve a apostar por las armas narrativas que le han dado el ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico


Cuando era ni?a Liz Moore se perdi¨® en las monta?as de Adirondack, al noreste del Estado de Nueva York, un lugar inmenso lleno de belleza, bosques interminables, lagos transparentes, cuevas y peligros. Caminaba con su madre, una mujer conocedora de la zona y que nunca le dijo que estuvieran perdidas; al final encontraron el camino de vuelta. Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, Moore regresa a aquellas tierras donde sus ancestros se establecieron a finales del siglo XIX y donde mantiene una caba?a de vacaciones para situar El dios de los bosques, una ficci¨®n criminal de amplio calado con la que se ha vuelto a situar en lo alto de las listas de ventas en Estados Unidos. ¡°Es un lugar rural, remoto, ¨²nico, pero tambi¨¦n un sitio donde todo puede salir mal f¨¢cilmente¡±, cuenta por videollamada desde su nueva oficina en Filadelfia. ¡°He estado trabajando en casa durante cuatro a?os y necesitaba un espacio. Me acabo de mudar¡±, a?ade para justificar el desbarajuste que se intuye a sus espaldas.
La manera sencilla, quiz¨¢s simple, de definir El dios de los bosques (AdN, traducci¨®n de Javier Calvo) ser¨ªa la siguiente: una novela negra sobre la desaparici¨®n de una joven (B¨¢rbara, de 13 a?os, hija de un matrimonio roto, parte de una riqu¨ªsima dinast¨ªa de la zona, los Van Laar) en un campamento de verano propiedad de su familia. Y ese suceso est¨¢ presente, y de qu¨¦ manera, desde las primeras p¨¢ginas. Sin embargo, a trav¨¦s de un relato fragmentado en lo temporal (de junio a agosto de 1975 y vibrantes miradas al pasado) y con voces m¨²ltiples la autora transmite mucho m¨¢s. ¡°Al principio solo ten¨ªa la idea de una familia poderosa, en lo alto de una colina, en esa zona. Al empezar a escribir siempre me digo: ¡®Esta ser¨¢ mi novela de 250 p¨¢ginas¡¯. Sin embargo, luego intento entender a los personajes y por qu¨¦ son como son y todo se dispara. En este caso, cuando se me ocurri¨® que hubiera una segunda desaparici¨®n, ya supe que iba a ser una historia larga¡±. Se refiere Moore (Boston, 41 a?os) al otro misterio del libro: los padres de Barbara, Peter Tercero y Alice, ya perdieron a su primer hijo ocho a?os antes. Desapareci¨® una tarde mientras ellos se emborrachaban con sus amigos en su mansi¨®n y nunca m¨¢s se supo. El caso se cerr¨® en falso gracias al poder de una familia m¨¢s interesada en mantener su imagen que en saber la verdad. Y ese pasado regresa.

Despu¨¦s de El largo r¨ªo de las almas (AdN), un policial cl¨¢sico y poderoso sobre la crisis de los opi¨¢ceos, Moore no estaba interesada en volver al procedimental. De hecho, la detective Judyta, voz llena de potencia que gu¨ªa al lector por la novela, aparece m¨¢s all¨¢ de la p¨¢gina 170. ¡°Al principio no ten¨ªa intenci¨®n de incluir a ning¨²n polic¨ªa, pero me di cuenta de que necesitaba acceder a cierta informaci¨®n que era imposible si no ten¨ªa un personaje as¨ª. Judyta representa a las pioneras de la ¨¦poca, las primeras agentes, y pronto pas¨® a convertirse en un personaje con el que disfrut¨¦¡±. Adolescentes y distintas mujeres en situaciones dif¨ªciles, machacadas por el sexismo y los abusos de sus parejas o compa?eros de trabajo, pueblan diversos planos de la novela. No tienen nada que ver con ella, asegura, pero s¨ª con su abuela, una mujer apasionada por las ciencias, sobresaliente en los estudios, pero que nunca pudo ejercer su verdadera vocaci¨®n; una mujer de la ¨¦poca de Alice, la madre de Barbara, el verdadero misterio de El dios de los bosques. El psic¨®pata fugado de la c¨¢rcel que merodea cerca del campamento se basa en uno que atemoriz¨® a la ni?a Moore. Realidad y ficci¨®n mezcladas por capas.
Moore ense?a escritura creativa en la universidad de Temple, en Filadelfia, donde vive con su familia. Sus alumnos saben que no es partidaria de politizar la ficci¨®n. ¡°Siempre les digo que si haces un personaje con el que quieras establecer un punto de vista pol¨ªtico va a ser un personaje unidimensional, como una marioneta. Es imposible ser apol¨ªtico con todo lo que est¨¢ pasando, pero nunca pienso: ¡®Esta va a ser mi novela sobre la corrupci¨®n policial, la que se centre en la desigualdad¡±, explica ayudada por una mirada de ojos gris claro, casi transparentes.
Seguro que sus alumnos quieren saber el secreto para conseguir que estructuras tan ambiciosas y complejas cuadren dentro de un relato que fluye solo. Moore asegura que no tiene plan y que cuando encuentra un final como el de El dios de los bosques tiene que volver atr¨¢s para ir haciendo que todo cuadre y que los personajes tengan sentido y caminen hacia ese destino. ¡°Es un proceso muy largo. Por eso cada novela me lleva cuatro a?os, pero s¨¦ que es lo ¨²nico que me funciona¡±.

La trayectoria de Moore no empez¨® en la escritura, sino en la m¨²sica: fue dependienta en una tienda de discos y guitarra en un grupo de folk indie. Esa parte de su vida la cuenta en The Words of Every Sound (2007), su debut en la ficci¨®n, el momento en el que descubre que aquello que le llena de energ¨ªa es la literatura y no la m¨²sica. La novela, como las dos siguientes, recibi¨® buenas cr¨ªticas, pero sus ventas fueron m¨¢s modestas. Gran lectora de novela negra (Dennis Lehane, Tana French o S. A. Cosby est¨¢n entre sus favoritos contempor¨¢neos), fue con la cuarta, El Largo r¨ªo de las almas, cuando se meti¨® de lleno en el g¨¦nero y se col¨® en las listas de los m¨¢s vendidos. ¡°Estoy contenta con mi trayectoria y me alegro de no haber tenido ¨¦xito de la noche a la ma?ana¡±, comenta cuando se le pregunta por c¨®mo ha cambiado su vida desde que Barack Obama eligi¨® su novela como su preferida del a?o y Oprah Winfrey la incluy¨® en su club de lectura. ¡°Cuando empec¨¦ a vender m¨¢s ya sab¨ªa c¨®mo era la industria y ese camino me libr¨® de estar obligada a escribir la literatura m¨¢s popular posible. Hago los libros que quiero y tener esas ventas me permite seguir haci¨¦ndolo¡±, remata. Escribir El dios de los bosques podr¨ªa haber sido un problema, un s¨ªndrome de la segunda novela (esa par¨¢lisis creativa que surge tras un debut exitoso) trasladado a la quinta, pero Moore ya la ten¨ªa bien avanzada cuando empezaron a venderse traducciones y a agotarse ediciones.
?Qu¨¦ nos puede contar de su siguiente libro? ¡°Nada, no lo he hablado ni siquiera con mi editora¡±, se cierra en banda. S¨ª aprovecha, sin embargo, para hacer una breve presentaci¨®n de la adaptaci¨®n a televisi¨®n de su cuarta novela, producci¨®n en la que participa como cocreadora y coguionista y que se estrenar¨¢ en 2025 (en Espa?a se podr¨¢ ver en Movistar+). Tendremos que esperar unos cuantos a?os m¨¢s para ver desde qu¨¦ nuevo ¨¢ngulo revienta las fronteras de la novela negra.
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