¡®El ¡°problema¡± Puccini¡¯: palos como panes de estetas protofascistas

Hay conversaciones inagotables. En los ¨²ltimos a?os, el eje pol¨ªtico se ha desplazado y las llamadas guerras culturales no encajan tanto en derecha e izquierda como en el enfrentamiento entre Voltaire y Rousseau. A un lado, la mirada hacia el futuro, la idea de progreso y civilizaci¨®n, algo que se logra tanto con el conocimiento como con el comercio. El pasado es un lugar oscuro y la edad de oro es el presente, donde hay que disfrutar de todos los placeres posibles. Al otro, la idea de que cualquier goce debilita f¨ªsica y moralmente. Por eso, hay que buscar la virtud en los modelos en el pasado, en las comunidades apegadas a la tierra, con tradiciones restrictivas, ¨¦tica militarista y duras obligaciones. La music¨®loga Alexandra Wilson recoge c¨®mo la carrera del compositor italiano Giacomo Puccini sufri¨® ese enfrentamiento. El libro realiza una exhaustiva revisi¨®n de la recepci¨®n cr¨ªtica de sus obras para dibujar el contorno de un problema que resuena en nuestros d¨ªas: qu¨¦ es una cultura nacional y c¨®mo se construye. A¨²n m¨¢s, qu¨¦ sucede cuando una sociedad decide replegarse y mirar al pasado.

A pesar de su extraordinaria popularidad, el mundano Puccini recibi¨® palos como panes. Hay un cierto placer en leer esas cr¨ªticas donde se dice que La boh¨¨me o Tosca representan la decadencia de la ¨®pera y ser¨¢n olvidadas con facilidad. Pero la investigaci¨®n de Wilson va m¨¢s all¨¢ al situar las cr¨ªticas dentro de la crisis de confianza que recorr¨ªa Europa pese a la prosperidad econ¨®mica. Mientras millones de personas disfrutaban del turismo, los grandes almacenes o las ¨®peras de Puccini, un grupo de intelectuales difund¨ªa la idea de decadencia y la relacionaba con esa idea del disfrute masivo. Es un discurso que nos suena. Puccini hab¨ªa sido encumbrado como el sucesor de Verdi, pero sus ¨®peras no trataban grandes temas. No hab¨ªa hero¨ªsmo ni ¨¦pica ni mov¨ªan al patriotismo. Eran historias humanas con personajes femeninos importantes. Se le acus¨® de sencillez, superficialidad y vacuidad, y sufri¨® la comparaci¨®n con el viril Wagner. Puccini lo conoc¨ªa, lo estudiaba y lo asimilaba, pero de forma discreta. Estaba atento a toda la m¨²sica que se hac¨ªa para incorporarla a su estilo, que quiz¨¢ no era el que esperaban de ¨¦l.

El libro explica c¨®mo Puccini fue atacado sin piedad por ese movimiento protofascista de estetas que elogiaban la guerra como la higiene de las masas y defend¨ªan tanto la misoginia como la xenofobia o el antisemitismo. Un compositor que situaba sus obras en Par¨ªs, Jap¨®n o el Oeste, que prestaba tanta atenci¨®n a la mujer, que estaba abierto a todas las influencias y que ten¨ªa ¨¦xito en todo el mundo no pod¨ªa encajar en su concepto de italianidad. Es un problema que existe hoy: ?c¨®mo encaja Rosal¨ªa en la idea de m¨²sica espa?ola o catalana? Pese a la exhaustividad de la documentaci¨®n, el libro est¨¢ mucho m¨¢s cerca del ensayo literario que de la prosa acad¨¦mica. Se disfruta. Culmina con otro problema: c¨®mo, tras los ataques, el personaje p¨²blico fue cooptado por el fascismo en sus ¨²ltimos a?os y, sobre todo, despu¨¦s de muerto. El libro acaba con la necesidad de reevaluar tanto la obra como la figura hist¨®rica de Puccini, ya que el problema es que los juicios est¨¦ticos se basan a¨²n en enfoques cr¨ªticos cuestionables basados en prejuicios, como la superficialidad.

El ¡°problema¡± Puccini

Alexandra Wilson
Traducci¨®n de Juan Lucas
Acantilado, 2024
416 p¨¢ginas. 26 euros