Feliz Navidad o felices fiestas

Donald Trump asegur¨® en diciembre de 2017 que gracias a ¨¦l los estadounidenses volv¨ªan a desear ¡°feliz Navidad¡±, en vez de ¡°felices fiestas¡±. Se presentaba a s¨ª mismo como gran impulsor de esa victoria frente a los ataques que sufr¨ªa la f¨®rmula tradicional; pero tanto Barack Obama como George W. Bush la hab¨ªan usado tambi¨¦n, detalle que omit¨ªan quienes jalearon esa fanfarronada de su mentiroso l¨ªder.

En 2021, la comisaria de Igualdad de la UE, la socialista Helena Dalli, descalific¨® un borrador de su departamento que propon¨ªa decir ¡°felices fiestas¡± ¡ªy no ¡°feliz Navidad¡±¡ª con el desnortado prop¨®sito de no ofender a otras religiones. A ver qu¨¦ har¨ªamos entonces con los Reyes Magos, o con la Pascua de Resurrecci¨®n; o, ya puestos, con el Ramad¨¢n. Habr¨ªa que cambiarlo todo de nombre.

Aquella propuesta se qued¨® en nada, y sin embargo cada diciembre se reactiva esta pol¨¦mica navide?a en cuentas parodia y otras fuentes an¨®nimas de las redes para presentar a las izquierdas como una panda de ateos que pretenden abolir la religi¨®n. Ahora se han sumado al enredo, y a pecho descubierto, tanto Vox como el PP, que en el Parlamento, en X o donde les quedase a mano han reprochado a Pedro S¨¢nchez que hubiera evitado la opci¨®n ¡°feliz Navidad¡± en sus ¨²ltimos mensajes oficiales.

El presidente del Gobierno s¨ª pronunci¨® el 24 de diciembre de 2019 ¡°felices Navidades¡± y ¡°feliz Navidad¡± cuando se dirig¨ªa a las tropas espa?olas en el exterior; pero tambi¨¦n es cierto que en los ¨²ltimos a?os ha elegido ¡°felices fiestas¡±.

Si esto ¨²ltimo se debiese a una decisi¨®n deliberada que corrige los usos previos, me permito disentir porque, en mi opini¨®n, ayudar¨ªa a que la derecha se apropiara de ciertos vocablos, lo que provocar¨ªa a su vez que mucha gente terminase por creer de derechas algo tan tradicional como decir ¡°feliz Navidad¡±. Las derechas y el fascismo ya nos arrebataron as¨ª la palabra ¡°patria¡±, y la palabra ¡°Espa?a¡±: esas son mis palabras, estas son las tuyas. Ahora vienen a llevarse la palabra ¡°Navidad¡±.

En otro intento de lenguaje identitario, Pablo Iglesias (Podemos) extendi¨® en su d¨ªa la opci¨®n ¡°el jefe del Estado¡± para referirse a Felipe VI, al que no llamaba ¡°rey¡±. Pero se puede hablar del Rey y estar en contra de la Monarqu¨ªa, igual que desear feliz Navidad y ser ateo, o defender el feminismo sin duplicar sustantivos y adjetivos a cada rato.

En la Alemania nazi se lleg¨® a proscribir el t¨¦rmino ¡°hercio¡± (hertz), la unidad de medida de la frecuencia del sonido, porque rend¨ªa homenaje a su investigador, el jud¨ªo Heinrich Rudolf Hertz. Y tambi¨¦n estaban mal vistos los nombres propios jud¨ªos del Antiguo Testamento, como Sara o Samuel. Obviamente, eso no es equiparable con lo que nos pasa ahora, pero conviene recordarlo.

La tradici¨®n espa?ola, cada vez m¨¢s comercial, conserva muchas costumbres religiosas, como los villancicos. Es probable que en un funeral cat¨®lico todos los asistentes sean ateos, incluido el muerto. Nos bautizamos con nombres de v¨ªrgenes y santos, y nos entierran tras un responso. Numeros¨ªsimos contrayentes van a misa s¨®lo el d¨ªa de la boda, pero todos estamos orgullosos de nuestras catedrales. Y no me veo refiri¨¦ndome a la de Burgos como ¡°ese edificio del que usted me habla¡±.

Aunque evit¨¦ escribirlo aqu¨ª en su d¨ªa para no caer en el lugar com¨²n, yo tambi¨¦n les he deseado a ustedes mentalmente una feliz Navidad. Nadie debe arrebatarnos esa c¨¢lida palabra, connotada siempre por la fr¨¢gil ilusi¨®n que la acompa?a desde que ¨¦ramos ni?os.