¡®Oona O¡¯Neill¡¯, ira y melancol¨ªa a la sombra de Charles Chaplin
La biograf¨ªa de Jane Scovell rescata la vida de Oona O¡¯Neill, casada a los 18 a?os con el c¨®mico y gran director de cine, 36 a?os mayor, madre de ocho hijos con ¨¦l y marcada por el repudio de su padre, el dramaturgo y Nobel, Eugene O¡¯Neill
![Charles Chaplin y su esposa Oona, con sus hijos Michael, Geraldine, Josepaine, y el be¨¦ Victoria a bordo de un barco en septiembre de 1952.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GB4B46W5NZA75GRQZJ4XRFJNF4.jpg?auth=5f58d0db9824693194438dcb227061ccd49583fc3f8a0fb833d32a261224a557&width=414)
No es f¨¢cil escribir la biograf¨ªa de un ama de casa, es decir, de una mujer cuya realizaci¨®n personal ha tenido lugar de forma vicaria, a trav¨¦s de la realizaci¨®n del marido o de los hijos, de la construcci¨®n de una familia. Es el caso de Oona O¡¯Neill, casada con Charles Chaplin cuando este ten¨ªa 54 a?os y ella tan solo 18 y era la hija repudiada del dramaturgo Eugene O¡¯Neill, premio Nobel de Literatura en 1936. Sin duda una diferencia de edad abrumadora que, sin embargo, en su caso funcion¨® bien hasta la muerte del memorable creador de Charlot.
?Qu¨¦ fue de la joven y encantadora Oona despu¨¦s de la muerte de Chaplin? El libro Oona O¡¯Neill, escrito por la estadounidense Jane ?Scovell, un nombre dir¨ªa que para nosotros desconocido hasta ahora, es, en este sentido, la necesaria biograf¨ªa de una mujer que vivi¨® voluntariamente a la sombra del gran hombre.
Al morir, en diciembre de 1977, el autor de tantas pel¨ªculas ¨¢cidas o deliciosas, como Luces de la ciudad (1931), ella ten¨ªa 52 a?os, hab¨ªa criado a ocho hijos habidos del matrimonio y se hallaba sorprendentemente sola, porque toda su vida hasta entonces hab¨ªa girado en torno a la excepcional personalidad de su marido. Ante el sostenido silencio mantenido por la reservada Oona hasta el final de sus d¨ªas, Scovell ha entrevistado a la gente que la rode¨® en las distintas etapas de su vida o bien a los herederos de estos ¡ªtambi¨¦n ha consultado las cartas dirigidas al bi¨®grafo de O¡¯Neill¡ª para trazar una trayectoria vital dominada por un hecho: la que fue la cuarta y ¨²ltima esposa de Chaplin se entreg¨® al maduro y experimentado autor del personaje m¨¢s c¨¦lebre del cine mudo marcada por el rechazo que Eugene O¡¯Neill hab¨ªa manifestado hacia sus tres hijos. Los dos hijos varones, mayores que Oona, acabaron suicid¨¢ndose, mientras que ella encontr¨® refugio bajo el paraguas de un hombre mayor que pod¨ªa protegerla ante las inclemencias de la vida.
Por lo visto, nunca dese¨® salir de esta confortable posici¨®n filial en la que brillaba como una estrella, cuya luz proced¨ªa del poderoso sol que era su marido y en torno al cual giraba la rutina diaria de la familia. De modo que ella se convirti¨® en el ap¨¦ndice imprescindible para que la vida alrededor de Charles Chaplin simplemente funcionara, ya fuera en Los ?ngeles o despu¨¦s en Vevey (Suiza), donde, acusado de izquierdismo, Chaplin opt¨® por exiliarse, eso s¨ª, palaciegamente.
La vida del matrimonio funcion¨® y la dependencia emocional de Chaplin fue, l¨®gicamente, cada vez m¨¢s acusada, a medida que envejec¨ªa, hasta el punto de inquietarse si su joven y sol¨ªcita esposa no se hallaba en la misma habitaci¨®n. Una dedicaci¨®n agotadora que Oona, obedeciendo tal vez al mandato familiar (su padre pele¨® con el alcoholismo toda su vida, por no hablar de sus dos hermanos), se acostumbr¨® a combatir bebiendo en la soledad de su dormitorio. Aunque su adicci¨®n al alcohol est¨¢ tratada con poca sensibilidad, ni siquiera sabemos qu¨¦ bebidas eran sus preferidas. Parece que hablar del amor a la botella sea suficiente.
En todo caso, esta es la imagen que acaba imponi¨¦ndose en la interesante, aunque un tanto reiterativa, biograf¨ªa de Scovell: al morir Chaplin, esa costumbre se agudizar¨ªa dominando ya el resto de su vida, falto de una br¨²jula que la vertebrara por dentro. De un modo lento pero irreversible Oona O¡¯Neill se dej¨® morir, no sin antes haber intentado algunas relaciones que no pod¨ªan llegar a buen puerto. Hab¨ªa demasiada melancol¨ªa en ella. Pero alguna otra vez nos lo hemos preguntado a prop¨®sito de otras biograf¨ªas de mujeres recluidas en el silencio o en la dejadez de s¨ª mismas: ?no ser¨¢ la melancol¨ªa la m¨¢scara adoptada ante una ira contenida?
![Portada de Oona O'Neill, de Jane Scovell](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/G37TAMWHABGL7IDKDKVTTGBMHA.jpg?auth=8d69e5e2716bf2ad9f4f99607a37d32d4528e6eae8c386cc08b7a85641ad0321&width=414)
Oona O¡¯Neill
Traducci¨®n de Jofre Homedes Beutnagel
Circe, 2024
360 p¨¢ginas. 22,88 euros
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