?Es violaci¨®n acostarse con alguien sin que te apetezca?
El libro de Ana Marcos ampl¨ªa los horizontes del debate sobre el abuso sexual, el papel del periodismo y las personas que somos
![Ana Marcos, periodista y autora del libro 'A m¨ª no me ha pasado nada', el 11 de febrero en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RADCTBRFHZG5PPCZ77XQTVLORQ.jpg?auth=3b4a8f59b9dc6c34f2a75853495600a7d78a6fb118bd5993b887254de9c08a1f&width=414)
Hay varias capas de debate y todas caben en este peque?o libro de 123 p¨¢ginas que Ana Marcos, periodista de EL PA?S y componente del equipo de investigaci¨®n sobre los abusos sexuales en el cine espa?ol, acaba de publicar. A m¨ª no me ha pasado nada (Debate) aborda con tanta precisi¨®n como hondura todos los matices de ese maltrato que no necesariamente deja moratones, pero s¨ª v¨ªctimas.
?Es violaci¨®n acostarse con alguien sin que te apetezca? Esta es una de las muchas preguntas que Marcos (Madrid, 1984) se hizo con sus amigas mientras abordaba su trabajo y que nos arroja para la reflexi¨®n. Se dispon¨ªa a publicar junto a Gregorio Belinch¨®n y Elena Reina una meticulosa investigaci¨®n sobre la violencia sexual que el director de cine Carlos Vermut hab¨ªa ejercido sobre varias mujeres de su sector. Por el camino, las v¨ªctimas tuvieron que superar todas las dudas ¨ªntimas y la presi¨®n social que sufren las personas que arrancaban sus conversaciones con los l¨ªmites que se impon¨ªan a s¨ª mismas: ¡°Esto te va a parecer una tonter¨ªa...¡± Tonter¨ªas que, seg¨²n fueron creciendo las entrevistas, los di¨¢logos y los chequeos con amigas de confianza, se fueron convirtiendo en agresiones. Ellas no eran mojigatas, puritanas o inquisidoras por deplorar seg¨²n qu¨¦ cosas en la cama. Lo suyo era otra cosa.
Aquella informaci¨®n desat¨® cr¨ªticas feroces y voces que victimizaron al agresor, que culparon a los informantes de linchamiento y que arrojaron todas las dudas sobre las verdaderas v¨ªctimas, las mujeres, ante la recurrente acusaci¨®n de que eran mayores de edad que hab¨ªan subido a su casa. Y ah¨ª es donde Marcos aplica la fineza de su pluma y de su argumentaci¨®n para ir descifrando las dificultades que alejan a las v¨ªctimas de los juzgados, el calvario de quien ha aguantado en silencio y solo cuando empieza a reconocerse en otros testimonios empieza a descubrir lo que ha sufrido. El camino sigue siendo empinado.
El debate no est¨¢ resuelto en Espa?a, como muestran el ¡®caso Rubiales¡¯ o el dur¨ªsimo interrogatorio del juez a Elisa Moulia¨¢ en el ¡®caso Errej¨®n¡¯
El libro se mueve, as¨ª, en el mismo territorio de la serie Querer, de Alauda Ruiz de Az¨²a, como cita la misma autora, y que tantos horizontes ampl¨ªa en el debate: el de la violencia a veces soterrada, sin hematomas y sin pruebas de unas v¨ªctimas que solo cuentan con su palabra frente a la del otro. El de un consentimiento que tal ve lo fue para ligar, para enrollarse, no para sufrir violencia. El debate no est¨¢ resuelto en Espa?a, como muestran el caso Rubiales o el dur¨ªsimo interrogatorio del juez a Elisa Moulia¨¢ en el caso Errej¨®n, y el territorio situado entre el blanco y el negro es precisamente el que la autora trata de forma ejemplar. No hay respuestas simples. Pero hay realidades innegables.
Su objetivo como periodista no ha sido se?alar delitos, asegura, ni arruinar ninguna vida, sino acaso ver las cosas cambiar. Todo ello desgranado en un relato preciso y emp¨¢tico que incluye los avatares de su vida como joven madre que estaba ba?ando a sus hijos mientras el m¨®vil se iluminaba con mensajes de gravedad o que puede afrontar una causa judicial por todo lo publicado. La profesionalidad de la periodista p¨¦trea en su vocaci¨®n, pase lo que pase y venga lo que venga, algo compatible con su capacidad para llorar, se entrega ah¨ª en dosis tan contundentes que el lector no solo ver¨¢ crecer una historia, sino tambi¨¦n a una persona y al periodismo en may¨²sculas.
Ana Marcos, que antes ha sido corresponsal en Colombia, que ha cubierto la informaci¨®n sobre Podemos y hoy lleva la cartera de arte en la secci¨®n de Cultura de EL PA?S, avanza pegada a una generaci¨®n, la suya, de treinta?eras que llegan a los 40 cruzadas entre el pesado machismo que antes se exhib¨ªa y el que ahora se esconde, pero que existe. Sus reflexiones son testimonio de una era dorada para la lucha cargada de razones que, en ¨²ltima instancia, s¨ª est¨¢ consiguiendo que algo cambie. Bravo por ellas.
![Portada de 'A m¨ª no me ha pasado nada. Por qu¨¦ noramlizamos la violencia sexual contra las mujeres', de Ana Marcos. EDITORIAL DEBATE / PENGUIN](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JAAYLNGEBVBSXLVNDOAZ5USD4A.jpg?auth=6d686ba50c97c8204cca7018e5802c4f68cca2e9ad43f925ac956318202a7176&width=414)
A m¨ª no me ha pasado nada
Debate, 2025
128 p¨¢ginas. 12,26 euros
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