Colinabo: la curiosa verdura que aporta m¨¢s vitamina C que una naranja
Tambi¨¦n se conoce como kohlrabi y es el sustituto perfecto para las patatas
Hay que ver lo mucho que hace el marketing por un alimento. El colinabo no est¨¢ dotado por la varita m¨¢gica de la fotogenia. M¨¢s bien todo lo contrario. Recuerda a una vaina alien¨ªgena o a alg¨²n tipo de protuberancia vegetal poco apetecible. El nombre tampoco ayuda mucho a la mercadotecnia. Y no ser¨¢ por falta de ellos: colinabo, colirr¨¢bano, rutabaga, nabo de Suecia... En estas llegaron los h¨ªpsters, redescubrieron la vida rural y le pillaron el gusto a esta col entre dulce y picante, cuyo aspecto, una vez pelado, recuerda a una patata. Lo rebautizaron con su nombre centroeuropeo, kohlrabi, y la convirtieron en un nuevo objeto de deseo culinario.
Pertenece a la familia Cruciferae y su nombre cient¨ªfico es el de Brassica campestris, var. napobrassica. Est¨¦ticamente consta de un bulbo rechoncho (una ra¨ªz engrosada para ser m¨¢s exactos) rodeado de ramas acabadas en grandes hojas verdes tipo espinaca, aunque en algunas ocasiones puedes encontrarlas con un tono m¨¢s azulado. La corteza exterior es dura y de color verde claro o p¨²rpura, mientras que la pulpa presenta un color amarillento. En ambos casos, su valor nutritivo es el mismo.
El colinabo procede de las regiones fr¨ªas y h¨²medas del norte de Europa, aunque tambi¨¦n se cultiva en Espa?a. Se cosecha en oto?o y principios de invierno, y fuera de esta temporada es pr¨¢cticamente imposible localizarla.
La rara del mercado
El colinabo es, sin duda, la col m¨¢s rara de la familia. Tambi¨¦n la menos conocida. Hasta apenas unos a?os era dif¨ªcil encontrarla fuera de mercados de productores u otros colectivos agrarios. En la actualidad, cada vez es m¨¢s f¨¢cil verla en los supermercados al llegar el oto?o. Los hay de varios tama?os, pero no te vengas arriba y elige los que no superen los 7 cent¨ªmetros de di¨¢metro. Lo ideal es que no exceda el tama?o de una pelota de tenis. Si es m¨¢s grande, puede que tenga una textura algo correosa.
El 91% del colinabo es agua y tan solo aporta 27 kcal. Destaca por su alto contenido en vitamina C: 62 mg por cada 100 gramos, m¨¢s que la mandarina o la naranja
Ya en casa, separa las hojas del bulbo y gu¨¢rdalo en el frigor¨ªfico. Las hojas tienen un tacto firme y denso, similar al del kale, por lo que pueden llegar a durar hasta dos semanas. No las tires: valen para estofados o potajes de verduras.
Marchando una de vitamina C
Lo que realmente sedujo a los h¨ªpsters no fue su aspecto inquietante. Ni siquiera su sabor dulz¨®n. Les conquist¨® su alto contenido en vitamina C: 62 mg por cada 100 gramos. Para ponernos en situaci¨®n, la mandarina se queda en 35 miligramos y una naranja no pasa de 50 miligramos. Esta vitamina tiene propiedades antioxidantes, mejora la absorci¨®n del hierro, e interviene en la formaci¨®n del col¨¢geno de piel, enc¨ªas, dientes y huesos. Aunque su contenido puede verse reducido por la cocci¨®n, pues no suele consumirse en crudo, a¨²n mantiene cantidades muy elevadas (54 mg).
La mayor parte del colinabo es agua (91%). De cada 100 gramos de parte s¨®lida, 1,70 son prote¨ªna, 0,10, grasa y 6,2, carbohidratos. Adem¨¢s, cuenta con unos m¨¢s que valiosos 3,6 gramos de fibra. Con este plantel, tenemos un alimento ligero que, a la plancha o al horno, solo aporta 27 calor¨ªas.
Entre los minerales presentes en esta hortaliza destaca el potasio (350 mg), imprescindible para el normal funcionamiento de los m¨²sculos y mantener la presi¨®n arterial en niveles normales.
Dale un descanso a las patatas
La mejor toma de contacto es usarlo como si fueran patatas. Cortadas en l¨¢minas y al horno tendr¨¢s unos sorprendentes chips. Otra manera es en tiras y fritas (aqu¨ª deja de ser un alimento bajo en calor¨ªas para convertirse en algo bastante m¨¢s alto en grasas).
Tambi¨¦n puedes hervirlos y convertirlos en pur¨¦, perfecto como guarnici¨®n de carnes sabrosas. Para preservar todo lo posible la vitamina C, reduce el tiempo de cocci¨®n todo lo posible, usa poca agua y, siempre que sea posible, aprovecha el caldo para un consom¨¦, ya que ah¨ª se queda buena parte de los minerales.
Si lo prefieres crudo, c¨®rtalo en rodajas finas y al¨ª?alo al gusto. As¨ª disfrutar¨¢s de su frescor acuoso y su textura crujiente, similar a la manzana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.