Qu¨¦ tiene el pan tostado del s¨²per que engorda m¨¢s que el de casa

El nombre no enga?a: el pan tostado o biscotes son rebanadas de pan desecadas por efecto del calor. Al perder su humedad natural, la textura cambia. La miga deja de ser tierna y esponjosa y se vuelve dorada y crujiente. Esta ¨²ltima es su principal caracter¨ªstica sensorial, muy apreciada para untar mermelada, tomate fresco o para servir de base a las famosas tostas con jam¨®n, aguacate... Se puede preparar en casa con pan del d¨ªa o aprovechar el sobrante del d¨ªa anterior.

La panader¨ªa lleva tiempo aligerando la tarea casera de tostar pan distribuyendo biscotes ya tostados y empaquetados. Son rebanadas de pan no demasiado grandes, finas y de formas diversas. A diferencia del pan de casa, el que compras como pan tostado en el supermercado lleva una lista de ingredientes m¨¢s extensa que conviene que conozcas. Por ejemplo, para alargar su duraci¨®n y a?adir otras cualidades organol¨¦pticas, a los ingredientes habituales del pan (harina, agua, levadura y sal), se suman aceites u otro tipo de grasas. Tambi¨¦n puede llevar az¨²car y especias u otros elementos saborizantes (or¨¦gano, romero, polvo de tomate, ajo¡­). Algunos, incluso, incorporan leche. Tenlo en consideraci¨®n a la hora de la cuenta cal¨®rica y de al¨¦rgenos.

Se encuentra disponible todo el a?o.

Dura m¨¢s, pero no es eterno

No se tira comida. Siempre hay alg¨²n truco culinario para reutilizar. Con el pan del d¨ªa es f¨¢cil: c¨®rtalo en rebanadas finas y tu¨¦stalo en el horno unos 6 minutos a una temperatura de 200?C. Tendr¨¢s tostadas para un par de semanas, siempre que lo guardes en una caja herm¨¦tica y en un lugar seco.

Para el del supermercado, f¨ªjate en la fecha de consumo preferente. Dependiendo de los conservantes que lleve, siempre que no abras el envase, puede durar de dos meses hasta casi un a?o. Una vez abierto, algunos recomiendan darle vida en los cinco d¨ªas posteriores a la apertura del paquete. De lo contrario, se pone rancio, tanto m¨¢s cuanto m¨¢s aceite lleve.

El secreto de esa miga tan crujiente

No hay una receta ¨²nica de pan tostado. Cada fabricante tiene la suya y eso hace que la informaci¨®n nutricional, y la propia calidad de cada biscote, sea muy variable. Su principal valor es el energ¨¦tico. Si es de pan blanco, tendr¨¢s 59,2 gramos de hidratos de carbono y 4,5 de fibra por cada 100 gramos de producto. De media, 2,5 gramos de grasas y unas 305 calor¨ªas. Si es integral, 48,7 de hidratos de carbono y 8,7 de fibra. Las prote¨ªnas oscilan entre 10,1 y 10,8 gramos.

Ahora bien, no todos los panes llevan el mismo tipo de grasas. Tal vez te preguntes por qu¨¦ a?aden este ingrediente. Prueba a tostar pan en casa y d¨¦jalo varios d¨ªas. Se endurece y fragmenta con facilidad. Para evitarlo, la industria a?ade aceites. As¨ª se crea esa textura crujiente, pero moderadamente blanda y apetecible para hincar el diente.

Si es pan blanco, aporta 59,2 gramos de hidratos de carbono y 4,5 de fibra por cada 100 gramos; si es integral, 48,7 de hidratos de carbono y 8,7 de fibra. Las prote¨ªnas oscilan entre 10,1 y 10,8 gramos.

Entre las vitaminas, destacan los folatos (46 microgramos) y la tiamina (0,34mg en el integral) y la niacina (de 3,4 mg en el blanco a 6,9 mg en el integral). Los folatos tienen un papel clave en el crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo. La niacina o B3, por su parte, interviene en diversos procesos metab¨®licos y contribuye al mantenimiento de la piel en buen estado.

En cuanto a los minerales, presta atenci¨®n a la sal. [MM1] La media aporta 1,6 gramos de sal por 100 gramos. Traduciendo: la cuarta parte de sal que las autoridades sanitarias recomiendan ingerir en todo el d¨ªa. Aunque no lo parezca, se trata de un alimento con bastante sal. Modera su consumo o busca alternativas sin sal, en especial, si debes seguir una dieta baja en ese ingrediente.

Las grasas bajo a la lupa

SI llevan aceite, lo ideal es que sea de oliva. Pero tambi¨¦n puedes encontrarlo de girasol o, con m¨¢s frecuencia de la que crees, de palma. Debido a su mala fama, puede que en la etiqueta venga con otros alias. Entre ellos, aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada, estearina de palma, palmole¨ªna u ole¨ªna de palma, manteca de palma o haciendo uso del nombre cient¨ªfico de la especie (Elaeis guineensis).

Que la industria del pan le ponga ojitos a este aceite para los biscotes no es casual. Tiene una temperatura de fusi¨®n m¨¢s elevada que otros aceites convencionales. Esto le permite permanecer s¨®lido a temperatura ambiente manteniendo al mismo tiempo una textura sedosa y untuosa. Ese punto crujiente, meloso y ligeramente blando es cortes¨ªa del aceite de palma. No es Sat¨¢n, ni te vas a envenenar por ingerirlo, pero se trata de una grasa especialmente rica en ¨¢cidos grasos saturados. Y, sobre todo, debe evitarse la que est¨¢ parcialmente hidrogenada, ya sea de palma o no, pues es fuente de grasas trans, cuyo consumo se asocia de forma causal con enfermedades cr¨®nicas como las cardiovasculares. No es que tengas que privarte de todo alimento que las contenga, pero s¨ª moderar su consumo. O buscar alternativas con otro tipo de grasas m¨¢s saludables.

No es b¨¢sico en dietas para adelgazar

En los a?os 80 muchas dietas de p¨¦rdida de peso recomendaban acompa?ar las comidas con pan tostado. A su vez, en el imaginario colectivo se demonizaba la miga del pan, creyendo que era la parte que m¨¢s calor¨ªas ten¨ªa. Son dos errores que actualmente est¨¢n superados. Tanto la miga como la corteza surgen de la misma pieza de masa. Por tanto, contienen las mismas calor¨ªas, aunque si comparamos una misma cantidad en gramos de miga y corteza, la que m¨¢s calor¨ªas aporta es la corteza (pero porque tiene menos agua).

Otra cuesti¨®n es que el pan tostado exija mayor tiempo de masticado y salivaci¨®n. Al no poderse engullir de forma atropellada por aquello de que es algo m¨¢s duro, se ralentiza el ritmo de ingesta. Cuando la se?al de saciedad le llega al cerebro habr¨¢s comido menos que si estuvieras ante una barra de pan convencional reci¨¦n horneada. El proceso de masticado tambi¨¦n facilita su digesti¨®n. Por resumir: para una misma cantidad de pan tostado y pan fresco, el fresco aporta menos calor¨ªas. Y, por supuesto, una rebanada de pan tostado en casa tiene las mismas calor¨ªas antes que despu¨¦s de tostar.

La cara B ya la conoces: la mayor parte de los panes tostados que encuentras en el mercado contienen aceite u otros tipos de grasas. Y bastante sal. As¨ª que su valor energ¨¦tico es sensiblemente mayor. Si te gusta desayunar tostadas, tira mejor de lo que te haya sobrado de la barra del d¨ªa anterior. Al tostarla, no notar¨¢s la inevitable p¨¦rdida de ternura o frescura.

Que sea integral favorece el tr¨¢nsito intestinal, pero no significa que tenga menos calor¨ªas. Desde la nueva reglamentaci¨®n del pan, la denominaci¨®n integral supone que el 100% de la harina empleada debe ser integral. Tambi¨¦n puedes encontrar biscotes con mezcla de distintos cereales y harinas blanca e integrales. La etiqueta debe especificar el porcentaje de cada uno.

Incluso en tartas

Su principal uso es el de servir de base para todo tipo de tostas. Su textura crujiente y un sabor neutro, ligeramente salado, lo hacen perfecto para cubrir con salm¨®n, crema de cacahuete, reques¨®n, queso azul¡­

Pero hay quienes hasta le sacan partido en sus recetas de tartas. En este caso, sustituye a la harina convencional y aporta una textura granulada a la miga, por ejemplo, en el cl¨¢sico pastel de queso.