Ingenio a pie de acera
Guiu Cort¨¦s, El Ni?o de la Hipoteca, ha desarrollado una voz guasona, arrastrada, jocosa, con mucho apego por la cantinela barrial y con el desparpajo de quien ya ha recorrido multitud de tugurios
Con la desfachatez y el desparpajo de quien ya ha recorrido multitud de tugurios por todos los confines ib¨¦ricos, Guiu Cort¨¦s comparec¨ªa anoche en una Galileo Galilei bien poblada para estas fechas de excesos megacal¨®ricos y sever¨ªsimas dietas musicales. El Ni?o de la Hipoteca ¨Cas¨ª se hace llamar este joven maestro barcelon¨¦s de la rechifla? es casi tan buen monologuista como cantautor, por lo que sus comparecencias a pecho descubierto se hacen muy llevaderas. Aplica mestizaje con el c¨®digo postal 08001, cuarto y mitad de ventilador rumbero y el soniquete del ska, y lo salpimenta con ingeniosas historias de corazones rocosos, desenga?os manifiestos, amores dubitativos o loas a escatol¨®gicos compa?eros de piso. El resultado es, a menudo, hilarante.
Guiu ha desarrollado una voz guasona, arrastrada, jocosa y con mucho apego por la cantinela barrial. El suyo es ingenio a pie de acera, un discurso torrencial que integra hallazgos po¨¦ticos (la ternura en clave anal¨®gica de Mi novia de 2?B, ese Drexler suburbial que late en La luz batida) con soliloquios despiadados; improvisaciones que ¨¦l mismo se eval¨²a sobre la marcha (¡°vaya, este chiste ha sido bastante malo¡±). El Ni?o se sobrepuso hasta a ese fen¨®meno inconcebible de las parejas que acuden a los conciertos para contarse, a viva voz, sus respectivas y anodinas vidas.
Cuarto y mitad de ventilador rumbero y el soniquete del ska
Entre medias, Guiu invit¨® a otro de esos cantautores de nuevo cu?o que merecen el cielo, El Kanka, autor de un envenenado dardo desternillante sobre los buenrollistas (¡°esos a los que en un Madrid-Bar?a no les importa qui¨¦n gane, sino que los jugadores se marchen contentos¡±). Como un Krahe de afilado deje malague?o, Kanka oblig¨® a El Ni?o a retomar su actuaci¨®n con un tema ajeno, el pintoresco h¨ªbrido entre Every breath you take (Police) y Black & white (Michael Jackson). Agudeza fresca para un buen comienzo de a?o.
lo salpimenta con ingeniosas historias de corazones rocosos, desenga?os manifiestos, amores dubitativos o loas a escatol¨®gicos compa?eros de piso
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