La larga espera del Museo de C¨¢diz
La ciudad prev¨¦ desde hace tres d¨¦cadas ampliar sus salas expositivas. Las instalaciones, que se dividen en partes dedicadas a las bellas artes, la arqueolog¨ªa y la etnolog¨ªa, est¨¢n en obras
La plaza de Mina lleva largo tiempo custodiando el arte de C¨¢diz. Era una huerta pero despu¨¦s fue academia, museo y conservatorio. Ahora su edificio principal es el Museo de C¨¢diz, propiedad del Ministerio de Cultura y gestionado por la Junta de Andaluc¨ªa. En 2012 se cumplir¨¢n 32 a?os desde que se dise?¨® su ampliaci¨®n, y a¨²n hay pendiente una tercera fase de obras que pretende ser definitiva para exhibir el pasado art¨ªstico gaditano y garantizar su futuro. Pero los recortes econ¨®micos auguran que la sombra de la espera ser¨¢ alargada.
El Museo de C¨¢diz como hoy se conoce naci¨® en 1970 al fusionar el de Bellas Artes y el Arqueol¨®gico y 10 a?os despu¨¦s se le encarg¨® al fallecido Javier Feduchi un proyecto de renovaci¨®n que dise?¨® en tres fases. La primera, el ala occidental y los servicios internos, se inaugur¨® en 1984. La segunda sirvi¨® para rehabilitar las salas expositivas y recuperar el patio central, sede de innumerables actividades. En 1990 se dividi¨® el museo en tres partes: bellas artes, con obras de Zurbar¨¢n y Murillo; arqueolog¨ªa, con los sarc¨®fagos fenicios y estatuas romanas como emblema, y etnograf¨ªa, con un espacio a los t¨ªteres de la T¨ªa Norica.
Entonces qued¨® pendiente la tercera fase, que supon¨ªa incorporar al museo la actual escuela de artes, anexa al edificio principal, donde se forman todav¨ªa los j¨®venes talentos. Y esa espera contin¨²a hoy. 2012 ver¨¢, por fin, salvo sorpresa, el traslado de esos estudiantes y los del conservatorio y la escuela de danza a la nueva Casa de las Artes, construida por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n en el barrio de Astilleros, uno de los pocos inmuebles que s¨ª estar¨¢ listo para el a?o del Bicentenario de la Constituci¨®n de C¨¢diz. Es la v¨ªa libre que se esperaba y que imped¨ªa aplicar el plan director presentado en 2007.
Una larga promesa
Es el viejo y largo sue?o. Y est¨¢ sobre un papel dibujado. Cuenta con una sala de exposiciones temporales, un sal¨®n de actos, una cafeter¨ªa o un ¨¢rea de actividades did¨¢cticas. Tambi¨¦n est¨¢ sobre el papel la promesa de un nuevo discurso y montaje expositivo que renovar¨¢ el ya anticuado de 1990. Ese papel tambi¨¦n se marca como reto solucionar la mala adecuaci¨®n de los almacenes, proveer de climatizaci¨®n todo el edificio y eliminar los problemas de acceso a algunas piezas.
La Casa Pinillos ha aumentado el espacio expositivo de la capital
En medio de la espera, se ha cruzado la Casa Pinillos, un edificio tambi¨¦n en la plaza de Mina, justo en una esquina contigua al museo. En 2005, Carmen Mart¨ªnez de Pinillos, heredera de una familia due?a de una de las navieras m¨¢s importantes de la ciudad, leg¨® en su testamento que su casa, en el n¨²mero 6, fuera utilizada para ampliar las instalaciones del museo gaditano. El arquitecto Francisco Reina ha sido el encargado de adaptar este inmueble terminado de construir en el siglo XVIII a un uso expositivo. El proyecto permite todav¨ªa conocer la forma de vida de la burgues¨ªa mercantil gaditana. Todo en torno a un patio y una torre mirador.
La Casa Pinillos pudo inaugurarse hace tres meses. Su incorporaci¨®n ha sido una inesperada pero agradecida aportaci¨®n de espacio expositivo para C¨¢diz, que se ha podido abrir justo para albergar algunas de las exposiciones previstas dentro de la conmemoraci¨®n del Doce. Durante los primeros 10 d¨ªas de apertura fue visitada por m¨¢s de 4.000 personas, seg¨²n el balance de la Consejer¨ªa de Cultura.
?La Casa Pinillos cost¨® casi cinco millones de euros, lo que hace poco probable que los nuevos responsables del Ministerio de Cultura consideren prioritario volver a invertir en una nueva ampliaci¨®n del Museo de C¨¢diz hacia la Escuela de Artes. Ahora el principal enemigo de ese sue?o ser¨¢ el paso del tiempo, el vac¨ªo y el abandono del edificio, en cuyo patio se levanta un emblem¨¢tico drago. Se le podr¨ªa dar un uso provisional pero los que saben del museo abogan por que no se busquen medidas de ese tipo. Recuerdan que sacar a los alumnos de la Escuela de Artes ha costado 30 a?os.
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