Imputado por acoso sexual un parlamentario madrile?o de IU

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha imputado al diputado de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid y responsable de Organizaci¨®n de la direcci¨®n federal, Miguel Reneses, al constatar el instructor del caso, el magistrado Emilio Fern¨¢ndez de Castro, ¡°la existencia de numerosos factores y elementos indiciarios suficientes para inferir la verosimilitud¡± de la denuncia presentada en 2009 contra Miguel Reneses por acoso sexual.

El magistrado instruye el caso despu¨¦s de que un juez de Fuenlabrada constatara que Reneses es aforado por su condici¨®n de diputado regional. Pero eso la instrucci¨®n est¨¢ en manos del TSJM que, tras practicar varias diligencias, entre ellas la declaraci¨®n del parlamentario hace unos meses, ha decidido imputarle como presunto autor de acoso sexual: ¡°Con car¨¢cter puramente provisional¡± mantuvo un comportamiento que contiene los ¡°elementos t¨ªpicos¡± para que se d¨¦ el delito de acoso sexual, prosigue el auto.

Este es el motivo por el cual en documento judicial, firmado el pasado 11 de enero, anuncia que Reneses pasa de ser denunciado a imputado, imponi¨¦ndole una fianza de 100.000 euros para afrontar las posibles responsabilidades pecuniarias. Por su parte, el diputado regional de IU ha negado? ayer los hechos, al tiempo que ha asegurado que la denuncia es parte de las maniobras pol¨ªticas de un sector de Izquierda Unida que trata de acabar con ¨¦l pol¨ªticamente. ¡°Todo es mentira. Son calumnias contra m¨ª. Y lo hacen por intereses pol¨ªticos relacionados con las listas electorales para la Comunidad de Madrid¡±, ha explicado el tambi¨¦n responsable de Organizaci¨®n de Izquierda Unida a nivel federal.

En ese sentido, ha dicho que la denuncia, que ha convencido al instructor de que existen indicios de delito, se basa en unos hechos de ¡°hace siete a?os¡±, por lo que, asegura, ¡°se muestra que han es una lucha pol¨ªtica y han aprovechado una denuncia que se refiere a hechos de hace m¨¢s de siete a?os. ¡°No pas¨® nada, por lo que no demostrar¨¢n nada¡±, ha dicho.

Entre los indicios del presunto acoso protagonizado por Reneses que el TSJM incluye en el auto destaca que en la legislatura 1995-1999, cuando el diputado y la denunciante eran ediles en Fuenlabrada, surgi¨® entre ellos ¡°una fuerte atracci¨®n sexual que les llev¨® a mantener frecuentes encuentros¡±, seg¨²n el auto. Pero cuando ¨¦sta decidi¨® acabar con la relaci¨®n, seg¨²n el magistrado, el denunciado ¡°no acept¨® de buen grado el deseo de la mujer de interrumpir las relaciones y le insisti¨® de forma persistente en continuarlas¡±.

La llamaba de forma frecuente, llegando incluso a hacerlo a la casa Cuartel de la Guardia, prosigue el auto, que contin¨²a: ¡°Con el prop¨®sito de ejercer presi¨®n sobre ella, el acusado consigui¨® que no figurase como aspirante al cargo de concejal en las listas electorales de Izquierda Unida de Fuenlabrada de 1999¡±. Pese a no ser concejal, Izquierda Unido asign¨® a la denunciante un puesto de libre designaci¨®n sin otorgarle los medios precisos para desarrollar su labor. Desde entonces, seg¨²n la denuncia, la mujer fue objeto de numerosas llamadas, incluso estando casada, y de visitas a su nuevo puesto de trabajo.

A consecuencia de los episodios de presi¨®n la denunciante, indica el juez, cay¨® en un estado de ¡°miedo¡± y de ¡°des¨¢nimo¡±. Que fue agrav¨¢ndose afectando a su matrimonio y a las propias relaciones con sus hijos: ¡°Hasta llegar a una situaci¨®n de m¨¢xima ansiedad y de profunda depresi¨®n que le hicieron intentar varias veces el suicidio por ingesti¨®n de medicamentos¡±. Por este motivo, la denunciante fue objeto de un an¨¢lisis psiqui¨¢trico que concluye que la mujer padece un trastorno de personalidad¡±. La doctora no descart¨® que el acoso se pudiera haber producido.

Miguel Reneses es el n¨²mero tres de IU. La direcci¨®n federal, encabezada por Cayo Lara, no se pronuncia, por el momento, sobre la imputaci¨®n del secretario de Organizaci¨®n ni aclara si se tomar¨¢n medidas cautelares contra ¨¦l.