Letra grande
El discurso que I?igo Urkullu pronunci¨® hace unos d¨ªas inclu¨ªa frases como ¡°Euskadi necesita¡ un Gobierno vasco de verdad¡±
?Tiene que ser la democracia para los ciudadanos un arte adivinatorio o un extenuante ejercicio de interpretaci¨®n? ?Tiene la ciudadan¨ªa que enfrentarse a las declaraciones de los responsables pol¨ªticos con un diccionario o una lupa o una linterna para orientarse por acepciones remotas de las palabras, leer entre l¨ªneas o letras peque?as; alumbrar lo que se presenta velado o en penumbra? ?Es de recibo democr¨¢tico que un discurso p¨²blico incluya ambig¨¹edades o elasticidades sint¨¢cticas y/o de sentido que hagan que parece que dice lo que no dice, o viceversa? Me parece obvio que no en todos los casos, que la democracia tiene que ser una voluntad y un ejercicio exigentes y permanentes de precisi¨®n, claridad, fiabilidad expresivas.
Ha provocado m¨¢s de un sobresalto el discurso que I?igo Urkullu pronunci¨® hace unos d¨ªas, al ser reelegido presidente del PNV, y que inclu¨ªa frases como ¡°Euskadi necesita¡ un Gobierno vasco de verdad¡±. Algunos, entre ellos el propio Gobierno, han interpretado que con estas palabras lo que se estaba diciendo es que el Gobierno actual no es verdaderamente vasco o que no hay verdadera vasquitud fuera de los l¨ªmites de un proyecto abertzale. Yo tambi¨¦n pens¨¦, y me sobresalt¨¦ por ello, que era el adjetivo el que marcaba la orientaci¨®n de esa frase. Y seguramente lo pens¨¦ por dos razones: porque como escritora s¨¦ que la adjetivaci¨®n condensa a menudo la expresividad, y porque, por desgracia, de nacionalismos excluyentes tenemos una memoria v¨ªvida y reciente.
I?igo Urkullu ha negado cualquier intenci¨®n en ese sentido; lo importante en su frase no era el adjetivo, sino el nombre: Gobierno de verdad. Admit¨¢moslo. Pero admitirlo no agota las interrogaciones. Porque ?pod¨ªa el l¨ªder jeltzale no ser consciente de que su frase era como m¨ªnimo ambigua, resbaladiza, susceptible de sembrar entre la ciudadan¨ªa m¨¢s de una discordia y m¨¢s de una inquietud? Y si s¨ª, ?por qu¨¦ no la evit¨®? Y no evit¨® tampoco en su discurso expresiones como ¡°unos obsesionados por sacarnos del Gobierno, utilizando pactos forzados y artima?as legales¡¡± o ¡°la historia demuestra, que m¨¢s all¨¢ de manipulaciones ideol¨®gicas o alianzas fraudulentas¡¡± o ¡°frente a la impostura y la indolencia¡±. ?En qu¨¦ consisten para I?igo Urkullu la impostura o el fraude o la artima?a? ?No es natural que interpretemos que se est¨¢ refiriendo al actual Gobierno y a la mayor¨ªa parlamentaria que lo sustenta? Creo que s¨ª, que a eso se refiere y que es natural interpretarlo de ese modo. Y natural tambi¨¦n inquietarse, por ello, de que un l¨ªder pol¨ªtico con sus responsabilidades pueda deslegitimar una regla tan fundamental del juego democr¨¢tico como la que determina que gobierna quien forma la mayor¨ªa parlamentaria. Tal vez quepan otras lecturas de ese discurso. Y esa posibilidad es ya intranquilizadora, porque el debate democr¨¢tico no puede ser objeto de especulaci¨®n interpretativa, sino sujeto de claridad y precisi¨®n, de letra grande.
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