Utop¨ªa de usureros
La vida y la muerte est¨¢n m¨¢s claras que el agua clara;
Atr¨¢s qued¨® la vieja aspiraci¨®n infantil de ¡°mam¨¢, quiero ser artista¡±; en este principio de 2012 la vocaci¨®n temprana es muy otra: ¡°?Mam¨¢, yo tambi¨¦n quiero organizar un funeral por Fraga!¡±. Y un servidor, que no va a ser menos que sus compa?eros, tambi¨¦n quiere escribir sobre el acontecimiento, faltar¨ªa m¨¢s. Y es que dos catedrales, dos, han servido de marcos incomparables para una despedida a la medida del personaje: Santiago y Almudena son la pareja del a?o que empieza. Que conste que lo de ¡°incomparables¡± no es ir¨®nico: ?c¨®mo vamos a comparar una catedral de 800 a?os con otra de antes de ayer, hombre! No es una mejor que la otra, ?por supuesto!, ni tiene m¨¢s m¨¦ritos el maestro Mateo que el pintor neoenerg¨²meno Kiko Arg¨¹ello, neodecorador de la neocatedral de Madrid para la boda de los cu?ad¨ªsimos de Urdangar¨ªn. Estamos ante una perfecta uni¨®n de tradici¨®n y modernidad ideal para los funerales de Manuel Fraga Iribarne (M.F.I.), en vida otra perfecta s¨ªntesis de vanguardia y academicismo, de clasicismo y atonalidad, de pasado y futuro.
La vida y la muerte est¨¢n m¨¢s claras que el agua clara; lo misterioso es el tr¨¢nsito de la una a la otra. Nunca sabremos a ciencia cierta si lo de la pel¨ªcula de la vida proyectada en el ¨²ltimo suspiro o lo de la luz al final del t¨²nel ocurren de verdad o son alucinaciones del coma: los que se van definitivamente no vuelven. Carece de importancia, en todo caso. Lo que s¨ª da rabia es no saber c¨®mo analizaba M.F.I., deteriorado f¨ªsicamente pero l¨²cido hasta el final, los acontecimientos que est¨¢n marcando este nuestro tr¨¢nsito colectivo de una vida a otra. Su ¨²ltima derrota electoral le apart¨® de la primera l¨ªnea de fuego y a nadie le importaba ya un pito su opini¨®n sobre la corrupci¨®n principesca, la descapitalizaci¨®n del estado, el nuevo r¨¦gimen de esclavitud que nos est¨¢n preparando o la vida marital en pecado de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. Si alguien escuch¨® sus comentarios fueron los m¨¢s allegados, y esos no van a hablar: no parecen ser como el Marqu¨¦s de Villaverde filtrando (o vendiendo) las fotos de su suegro agonizante. Conocemos mejor la opini¨®n del Cid Campeador sobre su superior que la de M.F.I. sobre sus ¨²ltimos subordinados; o sea el resto del planeta, al menos en su apreciaci¨®n de las cosas.
En un ensayo de 1917, Utop¨ªa de usureros, G.K. Chesterton anticipaba el modelo de capitalismo que ense?a ahora sus gl¨²teos y no dudaba en hablar del cinismo borderline de nuestra plutocracia, de su secretismo, de su esp¨ªritu lud¨®pata y de su desprecio de la conciencia. No por ser una tremenda sarta de insultos est¨¢n menos ajustados a la verdad y esto pone en tela de juicio no ya al pol¨ªtico pusil¨¢nime enamorado de la moda juvenil, nuestro modelo mayoritario actual, sino tambi¨¦n al viejo l¨ªder indomable que M.F.I. encarnaba. La insufrible letan¨ªa del primero y el ensordecedor griter¨ªo del segundo nos han impedido o¨ªr el ruido que hac¨ªan las termitas devorando las vigas y ahora la casa se viene abajo. Ya sea por hacer la vista gorda o por padecer una ceguera inveros¨ªmil, ambos son c¨®mplices necesarios, con los agravantes de alevos¨ªa, nocturnidad y escalamiento de fachada, y han puesto en bandeja a los usureros una utop¨ªa que nunca hubiera so?ado ni el propio Chesterton.
Nos escandalizaron los funerales de Kim Jong-Il, pero en Galicia tambi¨¦n hacemos nuestras cositas y desviamos autobuses de jubilados con destino Asturias para llevarlos al funeral de M.F.I. en Compostela. Viento del este, viento del oeste: los pocos que no lloraron en Corea del Norte acabaron internados en campos de trabajo y los pocos jubilados que se bajaron del autob¨²s en Lugo se quedaron sin el paseo contratado. De acuerdo con que las consecuencias son muy distintas, pero el esp¨ªritu es bastante parecido: la disidencia se castiga y la docilidad no se premia. Toda una met¨¢fora del para¨ªso usurero.
Es la hora de optimizar recursos. Si la usura nos va a gobernar, al menos enterremos a M.F.I. en el agujero que se ha quedado en Monte Gai¨¢s tras la par¨¢lisis de las obras: funerales in memoriam vendr¨¢n y podremos vender refrescos a los asistentes una vez al a?o.
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