La burbuja arrugada de Salvaterra
Novagalicia Banco hereda en la sucursal la m¨¢s alta morosidad de su cuenta. El abandono del puerto seco de Vigo condena el futuro de unas mil viviendas
Caixanova dej¨® a Novagalicia Banco una herencia en Salvaterra de Mi?o de un millar de viviendas empantanadas, varios centenares a medio construir. Como el pol¨ªgono industrial ¡ªla Plisan o puerto seco de Vigo¡ª que dio alas al negocio inmobiliario. El abandono sine diedel pol¨ªgono condena el posible mercado de las viviendas. El paquete figura con la m¨¢s alta morosidad en el cap¨ªtulo de 3.010 millones que registra el banco[CIFRA]. Hegem¨®nica en un municipio de menos de 9.500 habitantes, la caja captaba los activos del suelo y financiaba a las promotoras y a los particulares que compraban sus pisos. Desde la direcci¨®n de Vigo, seg¨²n su delegado en Salvaterra, se estimul¨® la pol¨ªtica que abri¨® el agujero.
En tres ejercicios de la d¨¦cada, en plena euforia del ladrillo, la oficina de Salvaterra se erigi¨® como la m¨¢s activa de la caja. En 2005, con 750 edificios y viviendas de nueva planta autorizados en el municipio, marc¨® su apogeo. Fueron cuatro o cinco a?os de entusiasmo, que Julio Celada Rodr¨ªguez, director de la sucursal, gestion¨® con diligencia, hasta estallar el caso Josi?o, en el verano de 2008.
En la instrucci¨®n de esta causa, por la que ya han pasado cuatro jueces interinos en Ponteareas, Celada declar¨® para explicar una dudosa p¨®liza de cr¨¦dito para un edificio en construcci¨®n ¡°que hab¨ªa ¨®rdenes de la Caixa para que se le facilitase este tipo de operaciones, dado el buen momento que viv¨ªa el sector inmobiliario¡±, por lo que fue autorizada por ¡°el comit¨¦¡± que formaban ¨¦l y el interventor. M¨¢s adelante insiste en ¡°que toda operaci¨®n financiera a una promotora ten¨ªa que llegar a la alta direcci¨®n de la caja, asesor¨ªa jur¨ªdica, subdirector general de la caja [entonces Jos¨¦ Luis Pego], etc¨¦tera, que hab¨ªa numerosos filtros" que le exim¨ªan de responsabilidades.
Solo en 2005 se autorizaron 750 edificios y viviendas de nueva planta
La pauta consist¨ªa, seg¨²n su testimonio, en que Caixanova aportaba el 100% del coste de construcci¨®n de un edificio a promotoras que aportaban ¡°una cantidad de dinero importante para la compra del solar¡±. ¡°Hab¨ªa promotoras que aplazaban el 20% [la aportaci¨®n inicial] durante los dos a?os que llevaba la construcci¨®n del edificio¡±, precis¨® Celada. ?l se encargaba, declar¨®, del doble negocio financiero derivado de la compraventa de solares: captaci¨®n de la hipoteca del promotor por un lado y de los recursos del cliente que vend¨ªa el solar por el otro. Ignoraba, dijo, si la oficina tambi¨¦n asesoraba la compra de pisos.
Pero esta era otra medida com¨²n para evitar riesgos. Para dotarse de garant¨ªas en los pr¨¦stamos a la construcci¨®n, la caja requer¨ªa a las promotoras otras de que los pisos tendr¨ªan salida, con lo que las incitaba a obtener compromisos de compra con anticipos que, redondeando el negocio, abr¨ªan en la caja nuevas cuentas en las que luego se cargaba el cr¨¦dito hipotecario de la compra definitiva. As¨ª bat¨ªa marcas de actividad, con traslado a salarios por objetivos, aunque esta din¨¢mica ten¨ªa sus riesgos.
La caja financiaba a las promotoras el 100% del coste de construcci¨®n
En 2005 una promotora catalana, Abrera Real Estate, proyect¨® con otra local, Mi?osol, una promoci¨®n de m¨¢s de 90 viviendas. Ya hab¨ªan conseguido m¨¢s de 40 compromisos de compra ¡ªcon anticipos de 6.000 euros¡ª cuando los directivos de Abrera fueron detenidos por narcotr¨¢fico y blanqueo, lo que determin¨® a Caixanova a denegar el pr¨¦stamo. Tuvieron que devolver a los catalanes un anticipo de un mill¨®n de euros y a los potenciales compradores de pisos, sus anticipos y tr¨¢mites.
El episodio encendi¨® las luces rojas del sistema, pero no lo par¨®. Tres a?os despu¨¦s, una situaci¨®n an¨¢loga, pero sin marcha atr¨¢s, llev¨® a Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez Grandal, Josi?o, a la c¨¢rcel por estafa, b¨¢sicamente, por venta de pisos inexistentes.
La instrucci¨®n de las diligencias previas de este caso ha pasado ya por cuatro titulares interinos de un juzgado Ponteareas. De las mismas se deriva que un reducido grupo de personas monopoliz¨® con distintas marcas inmobiliarias las primeras y jugosas transaciones de suelo para edificar en Salvaterra. Una de las empresas beneficiadas, Promocons Visalmi, era en 2009 ¡°de las promotoras m¨¢s solventes que tiene Caixanova en estos momentos¡±, seg¨²n declar¨® Celada en el juzgado. Josi?o lleg¨® a facturarle, desde una de las empresas que utilizaba, 100.000 euros por una sola operaci¨®n. En 2011, despu¨¦s de extra?as maniobras que se cuentan m¨¢s abajo, Visalmi desapareci¨®, como Proinnovaci¨®n Galicia, que hab¨ªa montado Pablo Gonz¨¢lez, ¡°el mejor amigo¡± de Celada y socio a su vez de Josi?o en Gestihogar, otra de sus firmas instrumentales.
Promocons Visalmi, que en 2009 era ¡°de las promotoras m¨¢s solventes que tiene Caixanova¡±, seg¨²n Julio Celada, entr¨® ese mismo a?o en n¨²meros rojos. La empresa inici¨® su actividad en 2004 con un capital de 96.000 euros. En 2010, tras cambiar de propietario y de ¨®rganos de administraci¨®n, ¡°un grupo inversor¡±, VM Inversiones, inform¨® de su compra por cuatro millones de euros. El objetivo de VM era reactivar un cr¨¦dito promotor de 3,7 millones que Visalmi hab¨ªa obtenido de Caixanova para reconvertir a hotel la estructura de uno de sus edificios en Salvaterra, donde ten¨ªa acabados al menos otros dos.
El proyecto de hotel fue bloqueado por Novacaixagalicia, seg¨²n Mar¨ªa Cristina de Andr¨¦s, directora general de VM Inversiones y apoderada, antes, de Visalmi. De Andr¨¦s acus¨® a Visalmi de haber obtenido el pr¨¦stamo de 3,7 millones mediante una tasaci¨®n falsa de Tinsa, que engord¨® la valoraci¨®n del edificio con referentes que correspond¨ªan a otros, y de haber consumido 1,2 millones del mismo de forma fraudulenta, sin las preceptivas certificaciones de obra, que tampoco la caja requiri¨® para efectuar los sucesivos libramientos.
Desinflado el proyecto de hotel, VM Inversiones, que ocupaba las oficinas de Visalmi en Salvaterra, desapareci¨®. Ahora hay ah¨ª otro negocio y en los tel¨¦fonos de VM enseguida salta el contestador autom¨¢tico: ¡°no est¨¢ disponible en estos momentos¡±, ni nunca.
Gonz¨¢lez Grandal, Josi?o, trabaj¨® asiduamente para esa promotora, en la que tuvo como interlocutor principal a Pablo Comesa?a, administrador de la misma y, antes, concejal de Urbanismo en el gobierno de Manuel P¨¦rez (PP) en Vigo. Visalmi neg¨® primero toda relaci¨®n con Josi?o y admiti¨® despu¨¦s que trabajaba a comisi¨®n para ella. Est¨¢ personada en la causa como perjudicada por la estafa.
El volumen del fraude por venta de pisos inexistentes se cifr¨® al principio en unos tres millones de euros y en un centenar los afectados. Algunos han desistido, sorprendentemente, de sus denuncias. Ahora se cifran en unos 40 y el volumen real de la estafa sigue siendo una inc¨®gnita, con un procedimiento que solo de vez en cuando parece salir a trompicones de su letargo.
Est¨¢n imputados el propio Josi?o y un carpintero, Jos¨¦ Carlos Barros Romero, que primero se dieron a la fuga, fueron detenidos y cumplieron dos a?os de prisi¨®n por un delito que, seg¨²n afirman, tuvo otros protagonistas destacados. ¡°Yo solo era un comercial¡±, se defiende Josi?o, ¡°no hubiera podido hacerlo solo¡±.
Amigos ante la tarta de la promoci¨®n
Julio Celada lleg¨® en 2000 a la direcci¨®n de la oficina de Caixanova en Salvaterra. Trab¨® amistad con Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez Grandal,
Celada hizo "alg¨²n negocio" con Josi?o (¡°consist¨ªa en adquirir la vivienda en construcci¨®n para despu¨¦s venderla¡±, declar¨® ) y le tramit¨® pr¨¦stamos hipotecarios que, cuando fue detenido, en 2008, sumaban una deuda de unos 300.000 euros. Nada los respaldaba y nadie volvi¨® a pasar a Josi?o, para su sorpresa, ning¨²n recibo al cobro.
Tras destaparse la venta fraudulenta de pisos, Celada fue trasladado a Porri?o y luego a Carril. En noviembre pasado Novagalicia Banco le comunic¨® un ¡°despido ordinario¡±, seg¨²n fuentes de la entidad, por los indicios de sus vinculaciones con Josi?o, por haber tramitado cr¨¦ditos sin la documentaci¨®n adecuada y por el resultado actual de sus operaciones, con las tasas m¨¢s altas de morosidad del banco. Celada lo desmiente: ¡°Me acog¨ª a un ERE y sal¨ª con todas las bendiciones en un certificado que elogia mi gesti¨®n¡±, asegura. A¨²n en octubre, el juzgado le reclam¨® por exhorto una prueba caligr¨¢fica para determinar el alcance de sus negocios con Josi?o.
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