Reversing Chejov

Si te dicen Les tres germanes. Deconstructing Tx¨¨khov y ves que solo hay tres actrices, te esperas la obra del autor ruso desde sus protagonistas, hacia ellas y sobre ellas pasando por los personajes colaterales que provocan el desenlace ¡ªla p¨¦rdida de lo que a las hermanas les queda un a?o despu¨¦s de la muerte de su padre y que no es sino el sue?o de volver al Mosc¨² luminoso en el que transcurri¨® su infancia¡ª pero sin ellos. No es exactamente eso lo que hace Jos¨¦ Sanchis Sinisterra con Olga, Masha e Irina porque no acaba de dejar que est¨¦n solas. Las int¨¦rpretes se tienen que desdoblar en esos personajes que desencadenan el final de esa esperanza, a?adiendo toses mucosas y tonos ajenos para que entendamos que tambi¨¦n son Kuliguin, Vershinin, Tusenbach, Chebutikin o Natasha. La dramaturgia del montaje que nos ocupa es un ejercicio de reescritura de la pieza que, sin llegar a deconstruirla, nos la ofrece desde su interior; requiere adem¨¢s conocer el texto original para no liarse y apreciar lo que de ¨¦l aflora cuando se le da la vuelta como a un calcet¨ªn.

En el peque?o escenario de la sala ?trium, decorado con un mont¨®n de relojes de p¨¦ndulo sobre paredes oscuras cuyas agujas ellas se afanan constantemente en acelerar, como insistiendo en el inexorable paso del tiempo, las tres actrices s¨ª est¨¢n solas. Tilda Espluga es Olga, la hermana mayor y la que lleva la batuta del montaje; Mireia Trias es Masha, la mediana, y aqu¨ª la m¨¢s vulnerable, mientras Patricia Mendoza es la joven Irina. Encerr¨¢ndolas en ese espacio opresivo, Raimon Molins, el director del montaje, consigue situar el relato que las une entre la ficci¨®n y el recuerdo obsesivo. Cada tanto se corrigen salt¨¢ndose la cuarta pared, pero no parece que lo hagan para salir de la ficci¨®n teatral sino m¨¢s bien para rebobinar y volver a lo ya sucedido. Y la ambig¨¹edad de esos cortes es lo interesante de la propuesta, pues insin¨²a la idea de que, una vez el montaje llega a su fin, ellas vuelven a empezar, manipulando los relojes para repetir lo que hicieron, sin cambiar ni una coma para salir de esa espiral de indolencia y alterar su destino; lo que Ch¨¦jov dej¨® como trasfondo, la naturaleza inerte de la a?oranza de las hermanas, aqu¨ª gana terreno y emerge paulatinamente a la superficie.