Un infierno para perros en Arb¨²cies
Una mujer acumula 50 canes en p¨¦simas condiciones en un bosque desde hace ocho a?os Ayuntamiento y Generalitat eluden responsabilizarse del caso
?La urbanizaci¨®n La Joia, rodeada de bosque y con vistas al Montseny, parece un lugar privilegiado. Pero para una cincuentena de perros es el infierno. Sucios, enfermos, hambrientos y abandonados, sobreviven en un pinar cercano a este n¨²cleo de Arb¨²cies (Selva), cuyos 200 habitantes llevan ocho a?os amargados y atemorizados por la presencia de estos ruidosos vecinos que pululan por la zona. Una vecina del pueblo los ha ido llevando a este terreno, del que no es propietaria. La mujer ha hecho caso omiso de los intentos de los vecinos y el Ayuntamiento de poner fin a la situaci¨®n. Incluso el S¨ªndic de Greuges ha intervenido, hasta ahora sin ¨¦xito, porque el Consistorio y la Generalitat se pasan la patata caliente.
¡°Aqu¨ª es imposible vivir¡±, se queja ?ngel Jord¨¢n, due?o de una casa situada a pocos metros del pinar. ¡°Mis hijos sal¨ªan a jugar y ya no pueden. A veces pasan por aqu¨ª 15 o 20 perros juntos¡±, explica. Los vecinos se quejan de que en verano el olor es insoportable y ya no se atreven a salir a caminar por el bosque. Los canes hurgan por las noches por las basuras. Tienen un aspecto lastimoso: delgados, con afecciones en la piel e incluso con tumores en los ojos o sarna. El ruido de los ladridos cuando alguien pasa cerca retumba en el valle. ¡°Ha llegado a haber 150. Ahora son unos 50. Nadie sabe qu¨¦ ha pasado con los otros¡±, explica Jaume Salmer¨®n, teniente de alcalde de Arb¨²cies.
M¨¢s de una decena, sin demasiadas energ¨ªas para olisquear a los extra?os, andaban ayer sueltos. El resto ladraba con desenfreno dentro de un cercado. Aparcada al lado, una caravana desvencijada donde a veces duerme la due?a de los canes. ¡°Algunas personas le llevan comida para los animales. Es una irresponsabilidad¡±, se queja Mingo Lorenzo, presidente de la asociaci¨®n de vecinos. Como tambi¨¦n lo es que haya gente que regale sus perros a la mujer cuando ya no los quieren, a?ade. En el terreno ha llegado a haber cabras y hasta un caballo.
Nadie hace controles veterinarios, ni vacuna a los animales, ni vigila las condiciones de salubridad. ¡°Es un problema de salud p¨²blica¡±, declara Daniel Saborit, concejal de Gobernaci¨®n. El Ayuntamiento decidi¨® fumigar hace unos meses, con resultado nefasto: las pulgas se trasladaron y llegaron a las casas. ¡°El ambulatorio atendi¨® a gente, incluidos ni?os, con picaduras de pulgas y tuvo que darles un tratamiento de dos semanas¡±, explica Saborit.
Nadie hace controles veterinarios, ni vacuna a los animales, ni vigila las condiciones de salubridad.
El Ayuntamiento sostiene que no puede actuar m¨¢s all¨¢ de poner multas y declarar ilegal la actividad. La asociaci¨®n de vecinos, desesperada por la situaci¨®n, la denunci¨® al S¨ªndic de Greuges, que en mayo del pasado a?o solicit¨® informaci¨®n a la Generalitat. El Departamento de Agricultura y Medio Natural contest¨® que la ley de protecci¨®n de los animales atribuye a los municipios la competencia para confiscar animales de compa?¨ªa si presentan s¨ªntomas de desnutrici¨®n o est¨¢n en instalaciones indebidas. En todo caso, sigue Agricultura, ¡°el lugar debe estar inscrito en el registro de n¨²cleos zool¨®gicos, por lo que necesita licencia municipal¡±.
El Consistorio contest¨® al S¨ªndic que la perrera ¡°es ilegal y ha sido objeto de sanciones¡±. El recinto debe clausurarse, pero eso plantea un problema: ¡°?Qu¨¦ hago con los perros?¡±, se pregunta el teniente de alcalde. Las perreras est¨¢n saturadas y el Consistorio no puede recolocar a los canes. El director territorial de Agricultura en Girona, Jordi Aurich, insiste en que la competencia no es suya. ¡°No podemos actuar si el Ayuntamiento no precinta el recinto¡±, afirma. ¡°Tampoco podemos obligar a otros municipios a acoger a los animales¡±, a?ade. El departamento, dice Aurich, ya actuado en el pasado y est¨¢ buscando una soluci¨®n. La Generalitat sostiene que no ha recibido ninguna petici¨®n formal de ayuda por parte del Ayuntamiento, algo que este niega. Ante este panorama, el S¨ªndic ha pedido a las Administraciones implicadas que colaboren.
Leonor Sapi?a, de 81 a?os, sale a pasear con un bast¨®n para asustar a los perros. ¡°En verano no se puede dormir por los ladridos¡±, se queja la mujer, que vive sola. ¡°Le he dicho a la due?a que los ate, pero nada¡±, suspira. Sapi?a dej¨® de labrar su huerto porque se le colaban los canes y lo destrozaban todo. ¡°Si se van, ser¨¢ como ganar la loter¨ªa¡±.
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