Laso y el ¡®efecto Miribilla¡¯
El t¨¦cnico del Madrid utiliz¨® la paliza recibida en Bilbao y unas im¨¢genes de camarader¨ªa para estimular a sus jugadores en la Copa
El vestuario visitante del Bilbao Arena era todo un poema en la fr¨ªa noche del pasado 8 de febrero. Pablo Laso vagaba por su interior con rostro circunspecto y las manos en los bolsillos. ?Qu¨¦ pod¨ªa decir a sus jugadores tras el desastroso partido y la dura e importante derrota (93-69) en la cuarta jornada del Top 16 de la Euroliga? ¡°Fue ese d¨ªa cuando empezamos a ganar la Copa del Rey¡±, afirma, convencido, Alberto Herreros, el director t¨¦cnico del Madrid, un equipo desfigurado en aquella cita por el Gescrap Bilbao y el conocido efecto Miribilla, un pabell¨®n en el que el p¨²blico empuja de lo lindo.
¡°Somos un equipo temible. Hay pocos con un talento ofensivo como el nuestro¡±, destaca Herreros; ¡°Laso hizo ver a sus jugadores que s¨ª, que est¨¢ muy bien explayarse en el ataque, que incluso es suficiente para ganar a seg¨²n qu¨¦ rivales, pero que frente a los m¨¢s fuertes, si todo ese talento no se sustenta en el sacrificio defensivo y la labor de conjunto, el resultado puede ser un varapalo considerable¡±.
El antiguo base anul¨® el riesgo de sufrir ante el Bar?a un complejo de inferioridad
Laso (Vitoria, 1967) fue reforzando esa idea durante los d¨ªas que mediaron hasta el viaje a Barcelona para afrontar la Copa. ¡°El trabajo psicol¨®gico va muy dentro de cada jugador¡±, afirma el entrenador del Madrid; ¡°t¨² puedes lanzar un mensaje, pero puede que no valga para 12 jugadores distintos. Nosotros ten¨ªamos muy claro cuando salimos de Madrid que ¨ªbamos a ganar esta Copa. Cuando cogimos el AVE, mir¨¦ las caras de los jugadores y tuve la sensaci¨®n de que la ganar¨ªamos. Creo que he sabido transmitirles que ¨ªbamos a ganarla¡±.
Herreros considera importante que Laso haya sido cocinero antes que fraile, jugador durante casi 20 a?os, dos y medio en el Madrid a finales de la d¨¦cada de los noventa: ¡°Sabe de la exigencia de este club, de las presiones que deben afrontarse. Conoce nuestra manera de hacer¡±. Cuando regres¨® ya como preparador, en junio pasado, el exbase lo dej¨® claro: ¡°S¨¦ d¨®nde llego y los valores del Madrid. Me comentaba Clifford Luyk que esa experiencia a otros les cuesta un mundo conseguirla, aunque un entrenador no mete canastas¡±. Tan obvio como que s¨ª ejerce una influencia decisiva en el estilo de juego y la consistencia t¨¢ctica y mental de un equipo.
¡°Nos queda mucho camino por delante, pero las victorias ayudan a crecer¡±, dice
Laso se encontr¨® con un Madrid que llevaba casi cuatro a?os sin ganar un t¨ªtulo, desde que se adjudic¨® la Liga en 2007 con Joan Plaza, y que, de tantas derrotas como acumulaba ante el Bar?a, corr¨ªa el riesgo de ser presa de un complejo de inferioridad, si es que no lo sufri¨® ya durante algunos de los ¨²ltimos cl¨¢sicos. Opt¨® por alinear a Llull exclusivamente en la posici¨®n de base pese a que Messina en el Madrid y Scariolo en la selecci¨®n espa?ola tambi¨¦n le hab¨ªan alineado de escolta, devolvi¨® a Velickovic al puesto de cuatro en contra de la intenci¨®n de Messina de reconvertirlo en tres y a Felipe Reyes le situ¨® de cinco.
Adem¨¢s, impuso un estilo que da rienda suelta al talento y la calidad ofensiva de sus jugadores con transiciones muy r¨¢pidas y posesiones a veces muy cortas. Ha sido fiel a un estilo que gusta a la afici¨®n y que ha sabido hacer v¨¢lido para ganar al Bar?a, en el Palau Sant Jordi, por 74-91.
En enero, en la Liga y en el Palacio de la Comunidad, el Madrid ya venci¨® al Bar?a por 78-74. Pero aquel d¨ªa no estuvo Navarro y quedaba ya lejos. Antes de la Copa, Laso insisti¨® en la mentalidad ganadora imprescindible para afrontar partidos de tanta exigencia como los del Palau. Horas antes de la final, reuni¨® a sus jugadores en una sala de v¨ªdeo y les pas¨® una serie de im¨¢genes de la temporada. En ellas se destacaban algunas acciones de compa?erismo, gestos de apoyo, detalles que ejemplifican lo que es un equipo unido ante las dificultades. Tambi¨¦n hubo alguna imagen de la ¨²ltima final de Copa que hab¨ªa ganado el Madrid, la de 1993, en A Coru?a y ante el Joventut, cuando el equipo era liderado por Sabonis, Biriukov y Romay.
Saldada la asignatura pendiente el domingo, tras la celebraci¨®n en una tard¨ªa cena en el estadio Bernab¨¦u, en la que tambi¨¦n estuvieron presentes los familiares de los jugadores y los t¨¦cnicos y que fue presidida por Florentino P¨¦rez, Laso resumi¨®: ¡°Nos queda mucho camino, pero las victorias ayudan a crecer¡±.
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