El ¡®indie¡¯ espa?ol peina canas

Tras su aspecto t¨ªmido y voz fr¨¢gil hay un tipo con mucho sentido del humor. Aunque sea humor negro. Basta con echar un vistazo a la letra de Extintor de incendios, la primera canci¨®n de su ¨²ltimo disco publicado en 2011, La vida es extra?a y rara, donde el protagonista cree que viaja en un coche negro cuando en realidad es un f¨¦retro. Y donde, en un ataque de amor surrealista, se le cambia el nombre a la capital de California por Los Huevos, en lugar de Los ?ngeles. Nada funciona con un orden aparentemente l¨®gico en la vida de Fernando Alfaro.

Nacido en Albacete hace 48 a?os en el seno de una familia numerosa tradicional ¡ªes el tercero de 11 hermanos¡ª y tras formar parte de bandas tan emblem¨¢ticas para el rock alternativo espa?ol como Surfin¡¯ Bichos o Chucho, ahora ha hecho su mejor disco y reflexiona sin problemas sobre lo poco acostumbrados que estamos en Espa?a a ver a m¨²sicos indies con canas.

¡°Seamos sinceros: la m¨²sica pop y rock, en el m¨¢s amplio sentido, es de gente joven. Pero no exclusivamente. En Espa?a llegaba un momento en que la mayor¨ªa de los m¨²sicos se ten¨ªan que dedicar a otra cosa, por culpa de la precariedad de nuestro gremio. Eso est¨¢ empezando a cambiar. Los que tienen talento y huevos siguen en esto. Mucha gente de mi generaci¨®n est¨¢ haciendo ahora mejor m¨²sica que cuando eran j¨®venes¡±.

Es su caso. Este ¨²ltimo disco, est¨¢ repleto de ingenio, buenas letras y pop personal, ¨ªntimo y luminosamente l¨²gubre con capacidad para exorcizar demonios ¡ªquiz¨¢ los suyos propios¡ª. Merece (mucho) la pena, pero eso no quita que la vida siga siendo extra?a y rara. Ejemplo: a?orar un trabajo como gasolinero no suele ser lo m¨¢s habitual.

Alfaro lo hace alegando que aquellos a?os en los que se encargaba de rellenar surtidores en la gasolinera, propiedad de su familia en un lugar de La Mancha, ha sido su ¨¦poca m¨¢s estable.

Trabaj¨® all¨ª hasta hace ocho a?os y compuso muchas de las canciones de Chucho y Surfin¡¯ Bichos. ¡°Ha sido una de las ¨¦pocas m¨¢s felices de mi vida¡±, cuenta. ¡°Estaba tranquilo y ten¨ªa el tiempo suficiente para leer y componer canciones. Estaba muy aislado. A m¨ª la soledad siempre me ha funcionado. Lo echo de menos a saco. Si pudiese volver a trabajar en la gasolinera lo har¨ªa¡±.

Alfaro asegura que la rutina diaria le aporta tranquilidad. ¡°He tenido ¨¦pocas en mi vida muy organizadas, pero otras en las que he descontrolado mucho y de caos absoluto. Voy de un extremo a otro. Pero no me arrepiento ni de lo peor¡±.

Ya no hay caos. Alfaro vive desde hace dos a?os en Barcelona, practica nataci¨®n (¡°en invierno poco¡±), sale a correr y hace algo de gimnasia (¡°menos de lo que debiera¡±). Tiene una columna mensual en la revista musical Rockdeluxe y un programa semanal de radio en Radio C¨ªrculo. ¡°Me levanto temprano, me pongo a leer, a escribir y a tocar la guitarra. Aunque cuando digo que mi trabajo es leer y escuchar m¨²sica me dicen que tengo mucho morro. Pero es mi alimento. Aunque intento no columpiarme demasiado y estar todo el d¨ªa leyendo c¨®mics y escuchando a los Ramones. Al final del d¨ªa echo la vista atr¨¢s y he currado m¨¢s horas que un funcionario¡±.

Alfaro lo cuenta sin aires de grandeza y con un hilo de voz economizando las palabras. Es de esas personas que si le preguntas la locura m¨¢s grande que ha hecho responde: ¡°No me preguntes esas cosas que me pongo triste¡±. ¡°Los m¨²sicos tenemos algo de masoquistas¡±, contin¨²a. ¡°A m¨ª actuar en directo me ha terminado gustando. Ha sido como terapia de choque contra la timidez. Yo las he pasado canutas antes de los conciertos y he llegado a estar tan nervioso que vomitaba. Ten¨ªa tal estado de tensi¨®n que no se me pod¨ªa hablar. Ahora lo he encauzando¡±.

Esta noche le toca pasar otra prueba en el Auditorio del Conde Duque, donde Alfaro actuar¨¢ en formato ac¨²stico con su guitarra y un pianista. ¡°Cuando voy a Madrid suelo salir por Malasa?a. ?ltimamente voy al Fotomat¨®n, Costello y al Wurlitzer Ballroom. En los noventa, cuando viv¨ªa en Albacete y ven¨ªamos a Madrid ¨ªbamos mucho a la Sala Maravillas. All¨ª he vivido muchas noches especiales, pero no las recuerdo¡±.

Fernando Alfaro. A las 21.00 en el Auditorio del Conde Duque. 10 euros.