Para muestra un bot¨®n... de caballo
Un yacimiento descubre restos ¨®seos de ocho ¨¦quidos usados para hacer piezas de hueso A los animales les faltaban los metatarsos y metacarpos Fueron enterrados en el siglo XIX, momento en que se han localizado varias industrias similares
En los trabajos para instalar un sistema de recogida de basuras en el cruce de las calles de Taulat con Lope de Vega, en el barrio barcelon¨¦s de Poblenou, los arque¨®logos comenzaron a excavar con la intenci¨®n de localizar un refugio de la Guerra Civil. Sin m¨¢s antecedentes de restos arqueol¨®gicos en la zona, no se esperaban sorpresas bajo el pavimento. Pero cuando llevaban excavado un metro por debajo del nivel de la acera comenzaron a aflorar, envueltos en arena de playa, una gran cantidad de restos ¨®seos que, sin duda, no se esperaban. Estaba claro que aquello no era un refugio, sino un dep¨®sito masivo de animales que hab¨ªan conservado la conexi¨®n anat¨®mica ya que estaban en la misma posici¨®n en la que fueron enterrados, Dios sabe cu¨¢ndo.
Tras una labor tit¨¢nica, digna del m¨¢s h¨¢bil experto en rompecabezas, se logr¨® identificar unos 45 individuos diferentes entre los que destacaban, al menos, ocho caballos, varios b¨®vidos, entre cabras y ovejas y el resto perros y gatos. Pero lo que m¨¢s sorprendi¨® fue comprobar que a los caballos les faltaba parte de su esqueleto. En concreto los metacarpos y metatarsos de los extremos de sus patas. Un enigma complicado de resolver si no hubiera sido porque junto a los animales tambi¨¦n se encontraron varias l¨¢minas de hueso que hab¨ªa sido utilizadas para fabricar botones. Incluso aparecieron entre la arena piezas a medio hacer y una acabada.
¡°La arena de la playa hizo que no encontr¨¢ramos una estratigraf¨ªa para datar los restos¡±, explica Miquel Gea, que dirigi¨® el equipo de cinco arque¨®logos de la empresa Actium, que realiz¨® los trabajos entre en julio de 2010 y que ahora ha entregado la memoria de la excavaci¨®n al Icub. Tampoco ayud¨® que entre los restos hubiera fragmentos de cer¨¢mica romana, moderna y contempor¨¢nea. ¡°Tuvimos que mandar parte de una de las mand¨ªbulas de caballo a un centro de dataci¨®n italiano que asegur¨® que los restos no eran anteriores a la segunda mitad del siglo XIX¡±, explica Gea. Tras la sorpresa, el equipo se volc¨® en localizar datos escritos sobre esta actividad, de la que no sab¨ªan nada.
¡°Vimos que esta era una pr¨¢ctica habitual en la Francia de la Edad Media, y que, por tanto, no hab¨ªa evolucionado mucho¡±, asegura Gea, que busc¨® en las hemerotecas para encontrar informaci¨®n de sus huesos en los diarios. Y all¨ª encontr¨® la referencia a una media docena de empresas que hac¨ªan botones en ese momento en Barcelona. Solo encontraron una en la que hablaba de caballos: El 23 de julio de 1884 una peque?a nota denunciaba que los vecinos de la calle del Parlament se quejaban del olor que desped¨ªan los huesos situados en una cuadra para caballos que hab¨ªa junto a una f¨¢brica para botones. ¡°Estaba claro que se trataba de una actividad generalizada en la ciudad y que creaba malestar entre los barceloneses¡±, asegura Gea.
A los caballos les amputaron los metacarpos y metatarsos para hacer botones
Lo que tambi¨¦n hizo Gea fue superponer un plano de la Barcelona de 1855 con la localizaci¨®n del yacimiento, y descubri¨® que all¨ª, en ese momento, hab¨ªa un patio de una construcci¨®n de dimensiones notables, posiblemente una instalaci¨®n industrial. Quiz¨¢ la f¨¢brica de botones que explicar¨ªa que se enterraran con los animales los restos de fabricar botones. ¡°Seguro que los caballos eran animales mayores o enfermos de los que no se pod¨ªa aprovechar la carne¡±, remacha el arque¨®logo.
?Qu¨¦ queda de esta actividad? En dos de las mercer¨ªas de mayor tradici¨®n de la ciudad: Santa Anna y La Selecta, aseguran que se venden botones de asta y de cuerno, pero no de hueso de caballo, y que existen materiales que lo imitan y son buenos sustitutos. Cerca del yacimiento, en la calle de ?vila, Botondor fabrica botones desde 1950. Quiz¨¢ por ser posteriores en el tiempo aseguran que nunca han utilizado huesos de ¨¦quido para sus botones.
Los arque¨®logos, finalmente, localizaron el refugio de la Guerra Civil a unos metros de donde los caballos, inm¨®viles, les esperaban, para sorprenderles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.