Licenciado Picadilly
Unos ocho mil aficionados del Athletic inundan de rojo y blanco Manchester. ¡°Creo que si la ciudad hubiera sabido esto se habr¨ªa ofrecido como sede de la final de Copa¡±, dec¨ªa un hincha
![Seguidores del Athletic llenan una plaza del centro de Manchester ayer antes del partido.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ARQOBGHPAVXI4YM55BL2WFZLXM.jpg?auth=31528274d620dda8be24acaf4fb31b0a588a3541f51239b984d3bb251919aebf&width=414)
Viv¨ªa Manchester tranquilo, con su habitual rutina, es decir silenciosa, salt¨¢ndose los sem¨¢foros y tirando sobre todo de tranv¨ªa, hasta que a las ocho de la ma?ana, algunos empezaron a gritar "Athl¨¦eeetic". Llegaban en autobuses, unos, en los trenes intercity desde Londres, otros, y llegados a la vieja Manchester no pod¨ªan contener el grito en la garganta. A partir de ah¨ª se fue llenando el centro, los alrededores de la hist¨®rica noria, la plaza Picadilly, Market Street, donde el tranv¨ªa te deja al pie de los caballos, es decir al pie de los grandes almacenes, de los pubs, de los restaurantes italianos . Y a eso de las 11 ¡ªhora local¡ª la plaza de Picadilly era como una extensi¨®n lejana de Licenciado Poza, horas antes del partido.
Nadie hizo caso de las recomendaciones policiales y tur¨ªsticas de no acudir con la camiseta del equipo para acceder a los bares. Bueno, uno s¨ª. Un bar, en los aleda?os de la plaza, prohib¨ªa el acceso con camisetas del equipo. Estaba semivac¨ªo. C¨®modo, pero semivac¨ªo. A unos pocos metros, el pub m¨¢s grande de la zona, se atestaba de camisetas rojiblancas en busca de cervezas, carne, patatas, mientras Manchester miraba con aspecto cansino el devenir de bufandas y camisolas sin prestarles demasiada atenci¨®n. Ni un gesto de sorpresa, obviamente, en un club que ha vivido mil batallas y est¨¢ acostumbrado a los grandes acontecimientos.
La fiesta era bilba¨ªna. Eran 8.000 rojiblancos de pronto reunidos en Manchester con el af¨¢n de encontrarse unos con otros, por el puro af¨¢n de encontrarse, de reconocerse, de sentir que dos horas de vuelo no son nada y comprobar que hace un rato te vi en Licenciado Poza y ahora nos vemos en Picadilly, lo que viene a ser lo mismo, con otro acento.
Hab¨ªa apuestas por las calles de la zona para saber cada cu¨¢ntos ingleses aparec¨ªa un seguidor rojibanco. Cada uno y medio, en una estimaci¨®n tan apresurada como real. Cierto es que m¨¢s de la mitad de Manchester es del City, y no del United. Asunto no menor cuando se trata de ciudades futbol¨ªsticas. ¡°Yo creo que si Manchester hubiera sabido esto se habr¨ªa ofrecido como sede de la final de Copa¡±, dec¨ªa Luis ?ngel, un aficionado con m¨¢s viajes rojiblancos a sus espaldas que el conjunto de futbolistas del Athletic. No es f¨¢cil, ciertamente, mover a ocho mil aficionados entre semana, en octavos de final y a Manchester a un promedio de 500 euros por cabeza. No es f¨¢cil, pero tampoco imposible. Viena, en el partido abortado por el hielo y la nieve, moviliz¨® unos cuatro mil seguidores y pareci¨® un mundo. Pero el mundo se ha hecho m¨¢s grande y ahora caben m¨¢s espectadores rojiblancos, como si quisieran comerse de golpe la tarta que este equipo le brinda despu¨¦s de algunos a?os de sequ¨ªa. No es f¨¢cil ser feliz y ya se sabe que lo m¨¢s parecido a la felicidad es el d¨ªa anterior a un partido. Siempre ganas y nadie lo puede negar. Ayer el Athletic gan¨® en Manchester, con calma, sin incidentes, con trasiego sin m¨¢s, con la pasi¨®n futbolera metida en el cuerpo. Por el puro ansia de estar en Old Trafford. Porque 55 a?os son muchos a?os sin ir a un teatro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.