Obradoiro es un coro

Antecedentes: Murcia y Obradoiro llevan 20 a?os peleando en las canchas y los tribunales. Desde aquel playoff del 90 que los murcianos ganaron en el parqu¨¦ con alineaci¨®n indebida y al que el Tribunal Supremo le dio la vuelta dos d¨¦cadas despu¨¦s, se las han vuelto a ver en ACB hace dos a?os -cuando bajaron ambos- en LEB la pasada temporada ¨Cfinalmente los dos ascendieron- y ahora en la Liga Endesa, donde vuelven a luchar por sobrevivir en la categor¨ªa. Anoche antes de comenzar el encuentro los dos equipos sumaban siete victorias y estaban a una del hoyo.

As¨ª que con el Miudi?o, himno oficioso que suena en el pabell¨®n de Sar antes de la bocina inicial, atronaron tambores de guerra. La grada, encendida para recibir al rival m¨¢s enconado en un partido crucial, defendi¨® con el equipo. En ataque, empez¨® Obradoiro castigando a Barlow que rara vez pudo parar a los pivots locales. Andr¨¦s Rodr¨ªguez ejerc¨ªa de mariscal desde mitad de la pista sin que ninguno de los tres bases rivales (Jerrells y Franch llegaron a desesperarse) lograran buscarle las vueltas. Sus primeras asistencias no contaron porque Hopkins -39 a?os, 6.000 puntos en ACB y desde hace semanas asentado en el quinteto titular- vio c¨®mo el aro escup¨ªa todas sus canastas f¨¢ciles. Enfil¨® el banquillo con cara de pocos amigos y en su lugar entr¨® la versi¨®n m¨¢s aseada de Kendall (15 puntos, 10 rebotes, dos asistencias y la sensaci¨®n de que el canadiense puede marcar las diferencias). Para completar la partitura, Corbacho embocaba de tres en tres (16 puntos con cuatro triples y otros tantos tiros libres) y Lasme tanto culminaba contraataques como intimidaba a todo el que merodease por su zona.

Junto a ¨¦l, el resto del equipo apret¨® los dientes, se aplic¨® en las ayudas y no dio tregua atr¨¢s. En el primer cuarto recibi¨® siete puntos. Anot¨® 17, y esa renta le acompa?¨® ya en el resto de los parciales. Y ah¨ª, jugando a favor de marcador, mecido por su p¨²blico, Obradoiro fue un coro. Cada jugador que entr¨® en pista quiso aportar lo suyo. Ere, el ¨²ltimo alero ayer en pisar el parqu¨¦, debut¨® en el segundo cuarto con un robo de bal¨®n, una bandeja y un triple casi consecutivos. La hinchada estaba rendida y el Murcia, desorientado. En ese contexto hasta hubo tiempo para que Cabanas, ¨²nico gallego del equipo e inaudito durante casi toda la temporada, dispusiese de unos minutos antes del descanso.

En la reanudaci¨®n emergi¨® el mejor Lasme. Directo de la caseta, anot¨® cinco puntos seguidos y forz¨® en defensa la cuarta falta a Barlow. Obradoiro se encontraba c¨®modo en las dos mitades del campo, ve¨ªa c¨®mo la estad¨ªstica de balones perdidos por una vez la engrosaba el rival y corr¨ªa cuando era menester. Corbacho sirvi¨® un alleyhoop para Kendall que ampliaba la diferencia a 16 puntos (48-32) en medio del jolgorio. El siguiente contraataque decidi¨® acabarlo el alero mallorqu¨ªn con un triple. As¨ª que al ¨²ltimo acto llegaron los locales con 15 puntos de diferencia (54-39) en medio de un ambiente festivo. El cinco local hab¨ªa sorteado la habitual p¨¢jara que amag¨® con llegar en el ¨²ltimo acto. Tras fallar varios tiros consecutivos y ver c¨®mo los murcianos empezaban a dar con el aro, la distancia se redujo a 9 puntos.

Pero la remontada la cort¨® de ra¨ªz Andr¨¦s Rodr¨ªguez con una asistencia a Washington que vol¨® muy por encima del aro, machac¨® y desat¨® al pabell¨®n. En los visitantes, fueron despertando Mis¨® y sobre todo Udoka (19 puntos) que mantuvo a su equipo en el partido desde la l¨ªnea de tiros libres. A dos minutos del final, la grada ya hac¨ªa la ola. Obradoiro perdi¨® intensidad (recibi¨® 23 puntos en los ¨²ltimos 10 minutos) pero el partido llevaba mucho tiempo decantado. Gan¨® por siete (69-62) y Murcia cae a puestos de descenso con una victoria menos igual que Estudiantes y el basketaverage a favor de los santiagueses. M¨¢s abajo est¨¢ a¨²n Valladolid con dos triunfos menos que Obradoiro. Moncho Fern¨¢ndez tiene a dos rivales por detr¨¢s y est¨¢ a resguardo del descenso. Queda mucha liga pero el Obra est¨¢ vivo y tras un enero horrible quiere aprovechar su primavera.