Sabidur¨ªa de la sencillez

¡°?Como puede ser malo el universo si ha producido un hombre como Voltaire?¡±, dec¨ªa Jorge Luis Borges, afirmando adem¨¢s que ¡°Voltaire ha escrito la mejor prosa de la lengua francesa y quiz¨¢ del mundo¡±. Los cuentos completos de Voltaire en una edici¨®n de Mauro Armi?o se publicaron por Siruela en espa?ol en 2006. Son una joya. A ellos pertenece C¨¢ndido o el optimismo, relato al que Leonard Bernstein puso una deliciosa m¨²sica de opereta. Pocos temas m¨¢s de actualidad que la ingenuidad, la idea de vivir en el mejor de los mundos posibles, la justificaci¨®n de las compensaciones o el testimonio de que al final siempre hay alguien que te roba.

El humor y la iron¨ªa de Voltaire son sacados a la luz en clave corrosiva por Paco Mir en un espect¨¢culo desenfadado y con un punto de amargura debajo de su capa ir¨®nica. No hay lugar para el optimismo. El ¨²nico consuelo en la moraleja final, cuando los personajes buscan desesperados la felicidad, es el trabajo, a lo que el narrador matiza ¡°para el que lo tenga¡±. Si la conclusi¨®n no deja excesivo lugar a la esperanza, el tono de la narraci¨®n es de tal frescura que supone una antolog¨ªa del oficio de contar, con similares dosis de humor, lucidez y entretenimiento. Paco Mir se permite muchas libertades en la adaptaci¨®n del texto, pero la fidelidad al esp¨ªritu de Voltaire se mantiene con la inevitable ¡ªy deseable¡ª carga de actualizaci¨®n.

El teatro est¨¢ en primer plano en este combinado de opereta, comedia musical, revista, zarzuela al estilo de Los sobrinos del capit¨¢n Grant y evocaci¨®n del g¨¦nero de variedades. El ritmo esc¨¦nico es endiablado e imaginativo, y en ¨¦l se integran cantantes, coro y orquesta. Jes¨²s Castej¨®n es un narrador imponente y lleva el peso de la funci¨®n al lado de una inmensa Mar¨ªa Rey-Joly y de un Antoni Comas que cada vez que aparece por Madrid es para dejarnos boquiabiertos, sea en Amadeus, en los trabajos de Carles Santos y ahora en este Candide tan irreverente a la par que sorprendente. En realidad, todo el reparto se integra con mayor o menor fortuna, pero siempre con suficiente acierto, en la esencia de la representaci¨®n, desde Eva Diago a Juanma Cifuentes, pasando por Anna Mateo, Axier S¨¢nchez, Xavier Ribera-Vall y C¨¦sar San Mart¨ªn. Menci¨®n aparte merece la entusiasta prestaci¨®n de la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid a las ¨®rdenes de Manuel Coves.

Paco Mir saca a la luz el humor y la iron¨ªa de Voltaire en clave corrosiva

Con todo ello resulta un espect¨¢culo rebosante de ingenio, con una fantas¨ªa utilizada sin medios aparatosos, con una eficaz direcci¨®n de actores y con un sentido del humor y de la picard¨ªa que acaban por envolver cada situaci¨®n. La operaci¨®n, con la adaptaci¨®n al espa?ol y la particular realizaci¨®n esc¨¦nica, ten¨ªa su riesgo, pero Mir y sus colaboradores han salido airosos con su refrescante propuesta. Dec¨ªa el director de escena que este es un espect¨¢culo con el que han disfrutado tanto, que incluso pod¨ªan prescindir hasta de cobrar. Que no lo diga muy alto que se puede quedar a dos velas, tal y como est¨¢ el patio.