Gestiones en Madrid
Lo pol¨ªtico est¨¢ pesando tanto como lo econ¨®mico en la reestructuraci¨®n del mapa financiero
Con el ajuste fiscal de la autonom¨ªa bajo control, la Xunta deber¨ªa aprovechar los meses que restan hasta las pr¨®ximas elecciones gallegas para impulsar y resolver un amplio cat¨¢logo de cuestiones pendientes en las que el Gobierno central tiene mucho o todo que decir. Sin ¨¢nimo de exhaustividad, a continuaci¨®n se?alo algunas de las m¨¢s importantes.
Tenemos un problema con el sector e¨®lico. La Conseller¨ªa de Industria no ha sido capaz en tres a?os de dise?ar y ejecutar un plan alternativo al que hered¨® del bipartito. Estamos perdiendo liderazgo en Espa?a y desaprovechando uno de nuestros principales recursos naturales. Y la situaci¨®n se ha complicado con la reciente supresi¨®n de primas a las e¨®licas. Hay que ponerse las pilas aqu¨ª y all¨ª. El diputado socialista M¨¦ndez Romeu apuntaba esta misma semana la posibilidad de solicitar un tratamiento especial en lo que concierne a las primas, como el de Canarias. Es una opci¨®n. Puede haber otras. Pero hay que reaccionar.
En segundo lugar, hablemos del sistema financiero gallego. Un sistema en riesgo de extinci¨®n. El Banco Pastor se est¨¢ diluyendo en el Popular. El centro de decisiones ya est¨¢ en Madrid. Solo nos queda el banco resultante de la fusi¨®n de las cajas. Comparto plenamente el diagn¨®stico de Jos¨¦ Luis G¨®mez (EL PA?S, 5-3-2012), y no merece la pena reiterarlo. Tenemos un equipo al frente de la nueva entidad y un ejecutivo de Champions, Jos¨¦ Mar¨ªa Castellano, involucrado al m¨¢ximo. Desde la direcci¨®n se nos transmite que es posible mantener la independencia y que es su primera preferencia. Sabiendo, como sabemos, que lo pol¨ªtico est¨¢ pesando tanto como lo econ¨®mico en la actual reestructuraci¨®n del mapa financiero, la Xunta debe emplearse a fondo para que no se pongan palos en la rueda de NGB. Como no se le ponen a las entidades catalanas o vascas. Y eso que hay no existe coincidencia de color pol¨ªtico.
Luego aparece el naval y el tax lease. La verdad es que se trata de un instrumento extra?o y que produce unos beneficios fiscales para los inversores generosos en exceso. Lo mejor y m¨¢s justo para todos los contribuyentes ser¨ªa que esas ayudas despareciesen en todas partes. El problema es que esto no va a ocurrir a corto o medio plazo y que los astilleros gallegos compiten en desventaja con los de otros pa¨ªses. Al igual que ocurre con la pesca, Galicia es la comunidad aut¨®noma m¨¢s interesada y afectada por las decisiones de Bruselas. Hay que conseguir que el Gobierno espa?ol se emplee a fondo en defensa de los intereses gallegos.
Sobre el Fondo de Compensaci¨®n interterritorial (FCI) ya he escrito en m¨¢s de una ocasi¨®n. Su revisi¨®n es urgente y Galicia tiene mucho que ganar. La anunciada ca¨ªda de la inversi¨®n p¨²blica estatal no solo va a frenar la ejecuci¨®n de infraestructuras por los ministerios sino que, indirectamente, va a reducir de forma muy sustancial la dotaci¨®n del FCI y el importe que le toca a Galicia. Deber¨ªa ser justo al contrario: en un escenario de progresiva ca¨ªda de los recursos comunitarios canalizados hacia Galicia, es el momento de revitalizar la pol¨ªtica regional espa?ola, cuyo principal instrumento es precisamente el FCI.
En quinto lugar aparece la Cidade da Cultura (CdeC). Aunque modifiquemos el calendario de obras o amputemos alguna parte prescindible, el proyecto es de envergadura tal que o bien deja sin fondos al resto de la promoci¨®n cultural gallega, o acaba siendo un contenedor vac¨ªo. Lo primero es particularmente cierto en ¨¦poca de vacas flacas como la que vivimos. Pero tambi¨¦n lo es estructuralmente. La obra social de las caixas ha dejado de ser fuente de recursos para financiar actividades por toda la geograf¨ªa gallega y para contribuir a la propia programaci¨®n de la CdeC. En el pasado se intent¨® con poco ¨¦xito. Pero la Xunta debe de seguir buscando la f¨®rmula para que la Administraci¨®n central participe en la CdeC: puente con Latinoam¨¦rica, punto de encuentro con la cultura portuguesa, instrumento de construcci¨®n de la eurorregi¨®n¡
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