Cargas y detenciones en las cocheras de la EMT de Carabanchel

Los tradicionales problemas en las cocheras de la EMT de Fuencarral, la m¨¢s grande de Madrid, se han trasladado esta ma?ana a la de Carabanchel, situada junto al cementerio. Unas 400 personas se han congregado en la entrada de este centro de salida de los autobuses de la zona sur de la capital y han intentado, sin lograrlo, que no salieran los servicios m¨ªnimos. Los antidisturbios han cargado en una ocasi¨®n con porrazos a un grupo de los piquetes cuando estos intentaban que no entrara un autob¨²s con personal.

La concentraci¨®n de los piquetes ha transcurrido con tranquilidad, dentro de las protestas, hasta las cuatro de la ma?ana. A esa hora ha llegado un numeroso grupo de personas (en su mayor¨ªa j¨®venes y no vinculados a la EMT) que ha proferido gritos contra los servicios m¨ªnimos. Tambi¨¦n les han lanzado huevos y algunas botellas de agua.

El mayor enfrentamiento se han producido cuando los congregados han intentado meterse por la fuerza en las cocheras. Se han entrelazado por los brazos formando una cadena humana, con la que quer¨ªan traspasar la l¨ªnea de antidisturbios. Estos han empujado a los manifestantes durante un duro enfrentamiento. Al final se han metido por medio los caballos policiales, que bastante nerviosos y sin obedecer plenamente a los jinetes, han formado un nuevo cord¨®n. "Estas son nuestras armas" han comenzado a chillar los integrantes del piquete con las manos en alto.

Uno de los manifestantes ha resultado herido con una brecha en la frente por la que sangraba abundantemente. Ha sido atendido por facultativos del SAMUR, que ha desplazado al lugar una ambulancia medicalizada. En la refriega tambi¨¦n han sido detenidos dos j¨®venes (un var¨®n y una mujer) que han sido acusados de resistencia a agentes de la autoridad. La situaci¨®n se ha normalizado hacia las seis de la ma?ana cuando ha salido la mayor¨ªa del servicio. Algunos autobuses han regresado al poco de iniciar la jornada con algunas lunas rotas o pintadas, lo que les obligaba a continuar durante el resto del d¨ªa.

Los dos detenidos de Carabanchel no han sido los ¨²nicos en unas cocheras de la EMT. En Fuencarral han sido arrestados otros miembros de un piquete por coacciones y des¨®rdenes p¨²blicos, seg¨²n fuentes policiales. Las protestas en este punto, el m¨¢s grande de Madrid, ha discurrido sin incidentes graves. Unas 200 personas se repartieron durante las ¨²ltimas horas de la madrugada entre las dos puertas de la cochera con la intenci¨®n de bloquear la salida de los autobuses que pretend¨ªan cubrir un servicio por encima de los m¨ªnimos, pero la intensa presencia policial rompi¨® una vez tras otra el cerco.

Solo al principio de la protesta, hacia las cinco de la ma?ana, el piquete consigui¨® bloquear la salida de tres autobuses. Los manifestantes los llenaron el parabrisas de pegatinas que imped¨ªan la visibilidad y los obligaron a volver al aparcamiento. La polic¨ªa detuvo entonces a los dos manifestantes. Poco a poco las inmediaciones de la cochera se fueron llenando de furgones policiales y cada veh¨ªculo sal¨ªa escoltado por caballos o motocicletas. La abundancia del despliegue despert¨® la iron¨ªa de los manifestantes, que se mofaron tanto de la contundencia como de la profusi¨®n de agentes.

Los autobuses fueron incorpor¨¢ndose a la circulaci¨®n en peque?as dosis tomando rutas alternativas a las habituales y el piquete no pudo hacer demasiado por frenar a los trabajadores que decidieron trabajar. Aun as¨ª, los representantes de CC OO presentes aseguraban que casi no hubo ning¨²n colega que trabajara por encima de los servicios m¨ªnimos. Varios de los veh¨ªculos que consiguieron abandonar las cocheras terminaron regresando cubiertos de pegatinas.

En el intercambiador de Plaza de Castilla los servicios m¨ªnimos est¨¢n funcionando con normalidad desde el principio de la ma?ana. Hacia las siete, la espera media era de alrededor de media hora. Para determinadas l¨ªneas las colas alcanzan los 50 pasajeros y son frecuentes los empujones a la entrada de los buses.

Algunos viajeros protestan por la falta de informaci¨®n respecto a los retrasos y las modificaciones de horarios. Pasajeros que tienen que hacer transbordos se quejan de esperas acumuladas de hasta una hora y media.