Administrar ¨¦xitos y fracasos
Tras las explosivas emociones experimentadas, se encuentra una magn¨ªfica oportunidad para que la clase pol¨ªtica administre sus ¨¦xitos
La noche del 25 de marzo podr¨ªa pasar a la historia como aquella en la que los tres partidos pol¨ªticos que lograron representaci¨®n parlamentaria, ganaron las elecciones. Unos porque eran los m¨¢s votados aunque hab¨ªan perdido votos de forma sorprendente en cuatro meses, otros por el crecimiento alcanzado respecto del pasado sin sobrepasar el 12% del total, y los ¨²ltimos, porque frente a lo que avanzaban los sondeos de opini¨®n, la cat¨¢strofe no ser¨ªa tal y podr¨ªan formar un Gobierno de coalici¨®n que pudiera ser el inicio de la reconquista de la izquierda europea desde Andaluc¨ªa.
La euforia fue aplastante, y la verdad es que motivos no faltaron porque un voto que de nuevo vuelve a ser inculto y subsidiado ha actuado con la rapidez que solo puede tener un pueblo observador y tolerante como el nuestro. Pero tras las explosivas emociones experimentadas, lo acontecido en nuestra comunidad y en la lectura de los datos, se encuentra una magn¨ªfica oportunidad para que la clase pol¨ªtica administre sus ¨¦xitos en la forma en la que los ciudadanos esperan, a pesar de desenvolverse en un contexto de desafecci¨®n en el que la valoraci¨®n de todo lo que rodea a las instituciones pol¨ªticas y a la pol¨ªtica, est¨¢ en ca¨ªda libre.
Ha quedado de manifiesto
Por un lado, ha quedado de manifiesto la apat¨ªa hacia la pol¨ªtica con una participaci¨®n del 62,23%, la desconfianza hacia los partidos mayoritarios porque contin¨²a debilit¨¢ndose el bipartidismo de d¨¦cadas anteriores. PP y PSOE han perdido votos en todas las provincias, y parte de esa p¨¦rdida ha repercutido en el aumento de los minoritarios IU y UPyD.
Por otro, los factores correctores del propio sistema electoral han actuado al disminuir los cocientes utilizados en el reparto de esca?os (formula D?Hondt) incentivando la posibilidad de alcanzar el segundo esca?o a IU con un pluripartidismo moderado que pudiera fortalecerse en el futuro.
Adem¨¢s, se ha dado la paradoja de que a¨²n disminuyendo los votos al PSOE en las elecciones respecto de los ¨²ltimos comicios del 20-N su porcentaje ha aumentado y lo haya hecho a costa del descenso del PP, puesto que IU ha aumentado. No se ha producido un trasvase de votos, sino un reajuste imprevisto del propio sistema, porque si se examina la diferencia de votos con respecto a las auton¨®micas de 2008, la p¨¦rdida de votos ha sido mayor en el PSOE con 654.831 que en el PP con 162.947 y sin embargo ha salido m¨¢s tocado este ¨²ltimo que el anterior.
De cualquier forma, esta evoluci¨®n muestra la existencia de un voto m¨¢s decidido y maduro que evidencia la insatisfacci¨®n de la ciudadan¨ªa, y que rompe con el sost¨¦n del que han venido gozando estos partidos. Porque el cambio electoral que se est¨¢ produciendo se debe sobre todo a que el electorado comienza a relajar sus lealtades cuando existen distancias desproporcionadas entre lo que se dice y lo que se hace. Y aunque es muy fuerte el condicionamiento ideol¨®gico en Andaluc¨ªa porque ha cambiado muy poco en estos ¨²ltimos 30 a?os, y la mayor parte de la poblaci¨®n se sigue posicionando en el centro izquierda sin alterar la ubicaci¨®n de los partidos pol¨ªticos a los que a veces apoya sin coincidir ideol¨®gicamente con ellos, lo ocurrido es un s¨ªmbolo de madurez que vislumbra un voto m¨¢s reflexivo capaz de reaccionar sin complejos, a pesar de las lecturas bastante desinformadas que contin¨²an en la l¨ªnea de faltar el respeto a los andaluces. Un voto valiente que incluso ha escapado a los sondeos de opini¨®n y que a pesar de la abstenci¨®n sigue esperando algo de la pol¨ªtica. Por ello, deber¨ªa ser este el momento de aprehender a escuchar los mensajes de la ciudadan¨ªa y dejarse de falsos t¨®picos que enmascaran las consecuencias de alejarse del sentir ciudadano.
Un voto que de nuevo vuelve a ser inculto y subsidiado ha actuado con la rapidez que solo puede tener un pueblo observador y tolerante
Los ¨¦xitos, que en las teor¨ªas del marketing se valoran tanto porque generan opini¨®n p¨²blica, pueden ser un fracaso a largo plazo si los votantes se cansan de dar oportunidades a la clase pol¨ªtica. Los andaluces no esperan vencedores, o quien pueda tener la llave de la gobernabilidad, sino representantes que hagan v¨¢lido el proyecto ideol¨®gico para el que se han comprometido, al militar en un partido pol¨ªtico y estar abalados por el mismo.
La capacidad de administrar los resultados debiera primar la prudencia con la que se llegue a acuerdos, la empat¨ªa con la que se transmita a la ciudadan¨ªa que se ha entendido el mensaje y lo que esto suponga para la regeneraci¨®n de los partidos pol¨ªticos, en sus estructuras y en la forma de captar a sus dirigentes. Porque en definitiva, el ¨¦xito estar¨¢ en los nuevos proyectos que aborden el modo de salir de la crisis sin atajos que desprotejan al ciudadano debilitando sus derechos; en aplicar medidas eficaces que disminuyan el desempleo con pol¨ªticas que impulsen el crecimiento econ¨®mico; en la forma en que se seleccionen a los que pueden mejorar la situaci¨®n desplazando a los sat¨¦lites sumisos del poder que solo portan f¨¢ciles discursos. Cambios y no reformas que en definitiva acaben con el miedo y la incertidumbre que propicia el des¨¢nimo, la desafecci¨®n y el descr¨¦dito gratuito de la pol¨ªtica.
Por eso es tan importante, en estos momentos para Andaluc¨ªa, administrar el ¨¦xito de la ciudadan¨ªa al explicitar sus demandas y los fracasos de aquellos que contin¨²an pensando que todo puede seguir siendo igual.
Susana Corzo Fern¨¢ndez es profesora de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Granada.
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