La Xunta se reserva la posibilidad de ampliar el ?rea Metropolitana de Vigo
El Estado rechaza las ampliaciones por decreto que pretende realizar la Xunta
Pese a la advertencia del Estado y a las enmiendas que ha presentado la oposici¨®n intentando corregir lo que deber¨ªa de ser un aspecto secundario de la Ley de ?rea Metropolitana de Vigo, el PP insiste en mantener un art¨ªculo que contraviene una norma superior y que por lo tanto har¨ªa ilegal la aprobaci¨®n de esa ampliaci¨®n territorial. As¨ª, sin corregir, se debatir¨¢ en el Parlamento ma?ana, martes, la ley auton¨®mica para su aprobaci¨®n. No se esperan sorpresas, dada la mayor¨ªa absoluta de los populares, que la apoyar¨¢n presumiblemente en solitario.
?Tanto la Xunta como el PP se han negado a corregir su intenci¨®n de que las futuras ampliaciones del ¨¢rea se decidan por un simple decreto del Gobierno gallego y no a trav¨¦s de una modificaci¨®n de la ley. Porque es la ley que ahora se aprueba en el Parlamento la que fija su composici¨®n inicial en 14 municipios, pero la Xunta se quiere reservar para s¨ª la posibilidad de incrementarlos en el futuro sin contar con el visto bueno de la C¨¢mara auton¨®mica.
Esa modificaci¨®n por decreto atenta, seg¨²n el Estado, contra una norma superior, la estatal Ley de Bases del R¨¦gimen Local. As¨ª se lo comunic¨® hace m¨¢s de un a?o a la Xunta el Ministerio de Pol¨ªtica Territorial y Administraci¨®n P¨²blica, que le record¨® que la norma estatal establece que las comunidades ¡°podr¨¢n crear, modificar y suprimir, mediante ley, ¨¢reas metropolitanas¡± pero le advierte de que la Xunta no puede ampliar por decreto, sino mediante una norma con rango de ley, este ¨¢mbito territorial.
La Xunta busca poder aumentar los ayuntamientos sin aprobaci¨®n plenaria
Pese a ello, ni la Xunta primero en su anteproyecto ni luego el PP durante la tramitaci¨®n parlamentaria han cambiado esa disposici¨®n. El Gobierno gallego se limitaba a argumentar hace un a?o que sus juristas interpretan la ley estatal de forma distinta al ministerio y que por eso no lo corrigieron. <TB>La futura e hipot¨¦tica ampliaci¨®n del ¨¢rea podr¨ªa parecer una cuesti¨®n secundaria a la vista de lo enfrentadas que est¨¢n las posturas pol¨ªticas ante el mero nacimiento del nuevo ente.
Pero tras ese aspecto hay una muestra m¨¢s del intento de control pol¨ªtico de la instituci¨®n por parte de PP y PSOE, que es en lo que enfocan el debate, al menos de puertas afuera, ambos partidos. El BNG, consciente de su minor¨ªa, se centra en limitar las competencias de la Diputaci¨®n y reclamar mayor financiaci¨®n, los otros dos grandes elementos en los que no hay acuerdo.
Tras varios tiras y aflojas, finalmente el est¨¢ listo para su aprobaci¨®n, a salvo de posibles cambios de ¨²ltima hora en el propio pleno, contempla que el ¨¢rea pueda estar presidida por cualquier alcalde de los 14 municipios miembros.
Eso recorta la intenci¨®n anterior del PP de que la pudiese encabezar cualquier concejal, pero queda lejos del deseo del PSOE de que el presidente sea por definici¨®n el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero en este momento.
Los debates por el poder se han producido en los ¨²ltimos a?os en los diversos textos que se han planteado ¡ªya sucedi¨® con el intento frustrado de aprobaci¨®n en 2005¡ª y afectan a todos los ¨®rganos de gobierno del ente. La disposici¨®n sobre la ampliaci¨®n del ¨¢rea que el Estado considera ilegal no escapa a esas consideraciones.
Con su redacci¨®n actual, la Xunta tiene en su mano la posibilidad de incorporar unilateralmente un municipio que por su composici¨®n pol¨ªtica alterase el reparto de poder. Actualmente el PP dispone de una amplia mayor¨ªa en todos ellos, pero esa situaci¨®n podr¨ªa cambiar tras futuras elecciones municipales.
El compromiso personal de Feij¨®o
Mucho antes de embarcarse en su apuesta por la fusi¨®n de los municipios y por la coordinaci¨®n de servicios ¡ªel objetivo principal del nuevo ente¡ª, el presidente de la Xunta asumi¨® el compromiso personal de la aprobaci¨®n del ¨¢rea metropolitana de Vigo, la que considera su ciudad.
Ahora, Feij¨®o se enfrenta no solo a una posible ilegalidad en la creaci¨®n de esta nueva ¨¢rea territorial, sino a la ruptura del consenso pol¨ªtico inicial.
Las negociaciones entre los tres partidos, iniciadas en 1999, tuvieron una aquiescencia ahora quebrada. PP, PSOE y BNG coinciden en que si el nuevo ente no nace con un m¨ªnimo acuerdo, est¨¢ condenado al fracaso.
No son los ¨²nicos inconvenientes. Adem¨¢s, frente al impulso inicial surgido de los propios municipios (Vigo, Cangas, Moa?a, Redondela, Soutomaior, Fornelos de Montes, Pazos de Borb¨¦n, Baiona, Nigr¨¢n, Gondomar, Mos, O Porri?o, Salceda de Caselas y Salvaterra de Mi?o), en los ¨²ltimos a?os las negociaciones se han centrado en Santiago.
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