"Perd¨ª el conocimiento, aparec¨ª en mi habitaci¨®n con dolores y orinado"
La Junta abre un expediente a un centro de menores tras la denuncia de un joven
"No me toques los cojones y entra ya o dormir¨¢s aqu¨ª fuera, me amenaz¨®. Yo no quer¨ªa aceptar la sanci¨®n porque me parec¨ªa injusta y me qued¨¦ fuera. A las dos horas, lleg¨® de nuevo. Me agarr¨® del brazo izquierdo y del cuello. Pude oler el aliento a alcohol que desprend¨ªa. Me dej¨® sin respiraci¨®n y me arrastr¨® hasta la habitaci¨®n. Me golpe¨® fuertemente en la pierna izquierda. Perd¨ª el conocimiento. Aparec¨ª en mi habitaci¨®n con dolores y orinado". Es parte del relato de A. G. I., de 21 a?os, interno del centro de menores Tierras de Oria (Almer¨ªa) y en el que describe la agresi¨®n que asegura haber sufrido por parte de su coordinador. La denuncia se instruye en los Juzgados de Marbella, de donde procede el interno y donde su familia ha interpuesto dos m¨¢s debido a las "continuadas represiones f¨ªsicas y verbales" de las que, dicen, sigue siendo v¨ªctima A. G. I.
?La Delegaci¨®n del Gobierno de la Junta en Almer¨ªa ha abierto un expediente informativo para investigar lo ocurrido y depurar responsabilidades en caso de que los hechos hayan sucedido tal y como los cuenta el interno. Ese d¨ªa, el 28 de noviembre de 2011, A. G. I. ten¨ªa ci¨¢tica y solicit¨® no hacer la actividad deportiva. En ese momento le dieron permiso, pero por la noche le comunicaron que, al no haber asistido a clase, le restaban cr¨¦ditos y le retiraban la televisi¨®n, seg¨²n "¨®rdenes del coordinador". El interno solicit¨® ver al coordinador, pero al negarle la posibilidad de debatir lo sucedido, decidi¨® permanecer fuera de la habitaci¨®n como protesta ante una sanci¨®n "injusta". Al cabo de una hora, relata, el coordinador se present¨® en su m¨®dulo y comenz¨® la pelea.
Una vez que, seg¨²n su relato, recuper¨® el conocimiento, el subdirector le llev¨® a la habitaci¨®n de consulta. "La enfermera hizo la exploraci¨®n de da?os en presencia del subdirector y del coordinador. Observ¨® el morat¨®n del brazo y pierna izquierdos y dijo que pod¨ªa hab¨¦rmelos hecho yo mismo y no dej¨® constancia de los da?os". El subdirector le traslad¨® despu¨¦s a la sala de audiencias y le dijo sonriendo: "Estaba preocupado porque pensaba que te hab¨ªamos dejado alguna marca en el cuello, pero ya veo que no, as¨ª que haz lo que quieras, nadie te creer¨¢. El delincuente aqu¨ª eres t¨²", cuenta A. G. I.
La familia del chico, interno en el centro de Tierras de Oria, ha pedido su traslado
Los dos d¨ªas siguientes los pas¨® en el cuarto de aislamiento: sentado en una silla y sin poder dormir por la noche en la cama debido a la intensa luz fluorescente del habit¨¢culo. Despu¨¦s, pas¨® otros tres d¨ªas m¨¢s encerrado en su habitaci¨®n, seg¨²n la familia, que intent¨® sin ¨¦xito contactar con ¨¦l esos d¨ªas.
"Me pon¨ªan excusas: est¨¢ en el patio, est¨¢ en el comedor¡ hasta que me puse seria y lo reconocieron. Me dijeron que estaba reflexionando sobre una actitud negativa que hab¨ªa tenido", recuerda Gabriela I., madre del interno. La familia ha solicitado el traslado a otro centro porque temen por la integridad de su hijo. "Las amenazas y agresiones van en aumento", hace constar la madre en la ¨²ltima denuncia contra el coordinador, presentada hace un mes. A. G. I. tiene 21 a?os y se encontraba en la fase finalista, a punto de salir del centro, donde ingres¨® en 2009. Cuatro a?os antes le impusieron la primera medida judicial. Siempre han sido por delitos inform¨¢ticos.
"Nunca le hemos excusado ni amparado, pero es nuestro hijo y sabemos que lo est¨¢ pasando mal all¨ª por las agresiones", reconoce la madre.
La Junta no les responde y no descartan, en este sentido, denunciar tambi¨¦n la gesti¨®n que se ha realizado con el expediente de su hijo. "Nos sentimos desamparados. Estos centros permanecen sumamente ocultos a cualquier control y sabemos que hay muchas familias que han denunciado", asegura la madre.
Quejas al Defensor del Pueblo
La oficina del Defensor del Pueblo andaluz public¨® el pasado a?o un informe sobre el centro de menores Tierras de Oria tras recibir cinco expedientes de queja de internos en relaci¨®n a algunos supuestos castigos adoptados por la direcci¨®n. La queja com¨²n era la aplicaci¨®n de una medida de aislamiento en un cuarto en el que permanecen los menores sentados en una silla y con luz fluorescente que nunca se apaga. Tan solo pueden levantarse para ir al comedor o al patio. Esa situaci¨®n se puede prolongar durante d¨ªas. "En todos los casos", se recoge en el informe, "los menores afectados por tal incidente coincid¨ªan en lamentar el excesivo tiempo que permanecieron inmovilizados, sujetos por correas, as¨ª como el da?o psicol¨®gico que les produc¨ªa la iluminaci¨®n continua de la habitaci¨®n al no permitirles conciliar el sue?o con facilidad".
Los inspectores de la oficina del Defensor del Pueblo andaluz visitaron este cuarto, varios m¨®dulos y realizaron entrevistas a internos y a trabajadores tras recibir las quejas.
Estas irregularidades no fueron reconocidas por la direcci¨®n ni el resto del equipo del centro. Sin embargo, los inspectores, a la vista de la informaci¨®n obtenida de sus entrevistas a internos, destacan que "tal coincidencia en el relato efectuado por los menores hace que debamos albergar alguna duda en cuanto a la posible existencia de hechos aislados que no responden al clima ordinario de convivencia en el centro". Estos hechos, contin¨²a el informe, "de haberse producido en las condiciones exactas en las que los menores se pronuncian no se corresponder¨ªan con las previsiones establecidas en la legislaci¨®n reguladora de la responsabilidad penal de los menores".
El Defensor del Pueblo andaluz, Jos¨¦ Chamizo, recomienda al centro la adopci¨®n de medidas para "garantizar que la aplicaci¨®n de la separaci¨®n de grupo y contenci¨®n mec¨¢nica se limite al tiempo absolutamente indispensable para la soluci¨®n del incidente". Pide a la Administraci¨®n que d¨¦ instrucciones al centro para "evitar" que los menores permanezcan inm¨®viles en el cuarto de aislamiento y para que "reduzcan" la intensidad de la luz en dicho cuarto con el fin de que los internos puedan descansar.
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