Desaprender a hacer cine
Marcos Nine estrena en Buenos Aires su ¨²ltima pel¨ªcula, ¡®La brecha¡¯
Se avecina otra temporada f¨¦rtil para eso que hace dos a?os y medio, poco antes de que Oliver Laxe saliese premiado de Cannes con Todos v¨®s sodes capit¨¢ns (2010), tres cr¨ªticos decidieron llamar Novo Cinema Galego. En aquel primer esbozo, Jos¨¦ Manuel Sande, Xurxo Gonz¨¢lez y Martin Pawley depositaron grandes expectativas en proyectos que se han hecho de rogar m¨¢s de lo previsto. Como Arraianos, de Eloy Enciso, llamada a seguir los pasos de los capitanes en La Croisette en 2011 y todav¨ªa sin estrenar. Ya no falta mucho. De hecho, ya tiene garantizada su presencia en un importante festival europeo que todav¨ªa no ha revelado su programaci¨®n.
La brecha era otra de esas pel¨ªculas, por lo que se propon¨ªa y por lo que pod¨ªa suponer en la trayectoria de su director. Despu¨¦s de un a?o y cuatro meses de trabajo, m¨¢s de la mitad de montaje, Marcos Nine (Hannover, 1977) la estrena ma?ana en Buenos Aires. El prestigioso Bafici, lanzadera del nuevo cine argentino y escaparate internacional de referencia, la incluye en la secci¨®n Cine+Cine, fuera de concurso. En Galicia no se podr¨¢ ver hasta la Mostra S8 de A Coru?a, en verano. Hay varias brechas en La brecha. Unas se ven, otras todav¨ªa no. La primera, el origen del proyecto, se debe a un dise?ador argentino. Rodrigo Losada se hart¨® y decidi¨® parar. Se propuso desaprender a hacer su trabajo. Comerse la receta y empezar a experimentar, a quemar az¨²car y pl¨¢stico, a maltratar radiograf¨ªas y componer con residuos. Lo explica en la pel¨ªcula: donde se hab¨ªa instalado el aburrimiento, inyect¨® el juego y la arbitrariedad. Cambi¨® las herramientas habituales de su oficio por metales oxidados, soldadores y basura. ¡°Todo lo que tuviera suciedad val¨ªa¡±.
¡°Estoy cansado¡±, dice Nine en la primera secuencia, en la que se autorretrata tumbado, escribiendo palabras al azar sobre folios en blanco. ¡°Todo consiste en aplicar un m¨¦todo, y eso cansa¡±. Es el cineasta que ha decidido contar la aventura de Rodrigo Losada desde dentro, aplic¨¢ndose el cuento. Y ah¨ª es donde se multiplican las brechas. Unas, en forma de talleres ¡°para explorar las reacciones de los materiales¡±. Otra, en este largometraje de 85 minutos que documenta y articula a la vez todo el proceso, combinando el v¨ªdeo digital con el celuloide y un heterog¨¦neo material de archivo. En el fondo, La brecha despliega una estructura narrativa bastante cl¨¢sica. Expone brevemente el conflicto, presenta a los personajes y enseguida se interna en un nudo expositivo en el que Losada desgrana la metaf¨ªsica de su experiencia y Nine ensaya su propio desaprendizaje. Finalmente, concluye con lo que Cineuropa proyect¨® el a?o pasado como pieza aut¨®noma, Inasible #2: un corto abstracto construido con pel¨ªculas de Super-8 y 16 mm previamente sometidas por el cineasta a la tortura de los golpes, las rayaduras, la pintura o la corrosi¨®n por efecto de la sal o la lej¨ªa.
¡°Mi inocencia es lo que convierte el film en irrepetible¡±, afirma el director
Podr¨ªa parecer que ese desenlace es el lugar al que las premisas deb¨ªan conducir necesariamente, pero Nine no est¨¢ de acuerdo con la hip¨®tesis, que se podr¨ªa extender tambi¨¦n al notable trabajo de Manuel Riveiro en la m¨²sica y de Daniel Pati?o y Ver¨®nica Ruiz en el sonido. ¡°La aplicaci¨®n de lo aprendido no est¨¢ presente en la pel¨ªcula¡±, matiza. ¡°En el fondo, mi punto de vista es muy similar al que puede tener el espectador. Mi inocencia es lo que convierte el film en irrepetible¡±.
La brecha alcanzar¨¢ pronto otra fase. Nine prepara un taller port¨¢til que, a modo de instalaci¨®n, permita acercar al espectador un proceso del que el director de Radiograf¨ªa de un autor de tebeos (2010) ha salido, dice, ¡°m¨¢s seguro y m¨¢s libre¡± como cineasta. ¡°Cuando te enfrentas a un proyecto de riesgo como este, sales muy reforzado y m¨¢s maduro¡±, argumenta. ¡°Siempre he trabajado de un modo bastante precario, pero ahora tengo todav¨ªa menos dependencia de los medios materiales. La gente se vuelve loca con la alta definici¨®n cuando se pueden hacer maravillas con tecnolog¨ªa 60¡±.
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