Que llueva, que llueva
Se cumpl¨ªan cuarenta a?os de 'A c¨¢ntaros' y anoche comprobamos, con el respaldo c¨®mplice de Ismael Serrano y Olga Rom¨¢n, que no es solo himno, sino revulsivo
S¨ª. Tendr¨ªa que llover a c¨¢ntaros. No ese goteo pudoroso, de abriles dislocados por la climatolog¨ªa, que nos recib¨ªa anoche por la calle Alcal¨¢. Precisar¨ªamos un aguacero impenitente que arramblara con las miserias propias y los miserables que nos atormentan; chuzos de punta para asaetear a los pobres de esp¨ªritu, a tanto mediocre con licencia para avasallar; diluvios que nos barriesen los vac¨ªos abisales del alma y presagiaran un rayo de luz tenue y perezosa en la amanecida. Los milagros, por desgracia, solo suceden en los insondables territorios de la poes¨ªa. Pero contamos, por suerte, con Pablo Guerrero ¡ªtierno, t¨ªmido, sentimental¡ª para oficiar el ef¨ªmero espejismo de la belleza.
Zancada larga, americana crema y camisa de seda india para su recital entre amigos en el C¨ªrculo de Bellas Artes. El espigado Guerrero es ese trovador necesario que, a sus 65 primaveras, a¨²n no logra reprimir peque?os saltitos entusiastas sobre las punteras; evocaciones de aquel ni?o travieso que se escond¨ªa por los vi?edos de su Esparragosa natal y jugaba a que las uvas se le deshicieran en los labios. Un cantautor poeta que recita cual Leonard Cohen alquitranado y entona con el timbre de las enso?aciones. Porque ¡°los sue?os eligen las miradas y en el futuro van a ser verdades¡±.
Se cumpl¨ªan cuarenta a?os de A c¨¢ntaros y anoche comprobamos, con el respaldo c¨®mplice de Ismael Serrano y Olga Rom¨¢n, que no es solo himno, sino revulsivo. Y quintaesencia de ese universo interior, tan reconcentrado y pasional, que la fotograf¨ªa de Enrique Cidoncha describe mejor que cualquier monta?a de adjetivos. Antes hubo tiempo de escuchar otras piezas hermosas (Tu voz, tu sentimiento, la in¨¦dita Serenata para Lola); el talento entrelazado de Luis Mendo y Nacho S¨¢enz de Tejada, guitarritas sutiles e ingeniosos, y recitados en abundancia. Que llueva, Pablo, que llueva. Buena falta nos hace.
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