72 horas de reuniones y llamadas
Ma?ana arrancar¨¢ el juicio por el presunto fraude en la Hacienda de Irun despu¨¦s de que el principal acusado haya intentado llegar a un pacto
Han pasado casi cinco a?os desde que el 14 de mayo de 2007 el Juzgado n¨²mero 2 de Irun comenzara la fase de instrucci¨®n por el presunto fraude en la Hacienda foral y 7 meses de que se fijara la fecha para el juicio que arrancar¨¢ ma?ana. Pero, probablemente, las horas m¨¢s intensas que hayan vivido las partes personadas en el juicio, Ministerio Fiscal, Juntas Generales de Gipuzkoa, Diputaci¨®n y la defensa del principal acusado, hayan sido las 72 que transcurrieron desde el mi¨¦rcoles hasta el viernes ¨²ltimo. Atr¨¢s quedaban los autos del caso, compuestos por 12.160 folios agrupados en 45 tomos.
Hasta ese momento, seg¨²n ha podido saber EL PA?S, el principal acusado, Jos¨¦ Mar¨ªa Bravo, no hab¨ªa mantenido desde hac¨ªa meses contacto alguno con su abogado. Es m¨¢s, el letrado trabajaba con la hip¨®tesis inicial, la que su cliente hab¨ªa marcado siempre: su inocencia. ¡°Quiere defenderse de todas las acusaciones¡±, declaraba en conversaci¨®n con este peri¨®dico el martes. El abogado de Bravo preparaba las cuestiones formales previas que se ver¨ªan en las horas iniciales del juicio, momento en el que las partes intercambian criterios con el ponente del caso. Hasta el pasado martes, el letrado manejaba la hip¨®tesis de que no ser¨ªa ma?ana cuando realmente empezara el juicio sino al d¨ªa siguiente cuando ya su cliente declarase.
Hasta esta semana, el principal acusado segu¨ªa haciendo vida normal despu¨¦s de recuperar su libertad, por ¨²ltima vez, el 15 de julio de 2008 tras pagar una fianza de 500.000 euros. Bravo, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, ha cumplido con su obligaci¨®n de comparecer semanalmente ante el juzgado, mantiene su pasaporte retirado y sus bienes embargados. Con este escenario de fondo, ?cu¨¢l fue el detonante que provoc¨® un giro inesperado en los acontecimientos?
A mediados de esta semana, Bravo entra en contacto con su abogado. Y es ah¨ª, tras un an¨¢lisis de los hechos, donde se pone encima de la mesa, la posibilidad de ¡°pactar¡± con la Fiscal¨ªa una condena ¡°sustancialmente inferior¡± a los 24 a?os y tres meses de c¨¢rcel que inicialmente esta pide. Cliente y abogado deciden que el ofrecimiento sea el siguiente: asunci¨®n del delito de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, el m¨¢s grave que se le imputa, y consecuentemente, asunci¨®n de la pena que la Fiscal¨ªa pide por ¨¦l, 7 a?os y 6 meses de prisi¨®n; asunci¨®n de la responsabilidad civil con sus bienes embargados (Bravo deber¨ªa devolver 1,9 millones de euros por las cantidades que le entregaron una treintena de contribuyentes que cre¨ªan saldar as¨ª sus deudas tributarias) y a cambio el Ministerio P¨²blico retirar¨ªa los delitos de prevaricaci¨®n, estafa, usurpaci¨®n de funciones p¨²blicas, blanqueo de capitales, receptaci¨®n e insolvencia punible.
El intento de forzar un acuerdo cogi¨® por sorpresa al propio abogado de Bravo
Es a partir de ese instante cuando el abogado de Bravo pone toda la maquinaria a funcionar. No quiere que el juicio se convierta en un escaparate p¨²blico para su cliente. Y no es el ¨²nico. En paralelo, el ponente del caso que le juzgar¨¢ en la Audiencia Provincial, I?aki Subijana, redacta un auto breve pero muy cuidadoso en el que informa a media tarde del mi¨¦rcoles a las partes, de las condiciones que establece para los 60 periodistas acreditados y para el desarrollo de las sesiones. As¨ª, indica que ¡°los fot¨®grafos solo podr¨¢n entrar en la sala cinco minutos antes del inicio del juicio y las televisiones, la prensa escrita y las emisoras de radio tendr¨¢n que seguirlo desde una sala adjunta con se?al de audio e imagen¡±.
Horas despu¨¦s, el abogado del principal acusado es quien traslada al fiscal encargado del caso, Javier Larraya la propuesta. Inicialmente no se ve con malos ojos. ¡°El objetivo pasaba por conseguir cuanto antes el visto bueno del Ministerio P¨²blico para despu¨¦s trasladar esa fotograf¨ªa a la acusaci¨®n particular y condicionar su adhesi¨®n¡±, sostienen fuentes conocedoras del caso. ¡°Si la Fiscal¨ªa ve¨ªa posible el acuerdo, supon¨ªa un aliciente¡±, a?aden. Y as¨ª fue. Hasta que no se tuvo constancia de que la Fiscal¨ªa podr¨ªa aceptar el pacto propuesto, no se traslad¨® la misma posibilidad a la defensa de las Juntas Generales y la Diputaci¨®n, a ¨²ltima hora del jueves. Ya era tarde para analizar el nuevo escenario y ser¨ªa el viernes a mediod¨ªa cuando el letrado se reun¨ªa con el Departamento de Hacienda y los grupos junteros para explicarles la situaci¨®n. Sobre la mesa estaba la posibilidad de que la Fiscal¨ªa aceptara el pacto por la imposibilidad de que durante el juicio nadie pueda probar que Bravo se qued¨® presuntamente con las cantidades que aparecen en los 37 expedientes. Un temor que fuentes jur¨ªdicas consultadas por este peri¨®dico confirman que tambi¨¦n asumen a d¨ªa de hoy en el ente foral.
Tras fallar el pacto, dijo la defensa: ¡°Ahora s¨ª que hay que dejar todo bien atado¡±
Ante tal giro, es la diputada de Hacienda, Helena Franco, asesorada en todo momento por el director de Gabinete del diputado general, I?aki Errazkin, quien decide convocar otra reuni¨®n para las cinco de la tarde con los grupos representados en la c¨¢mara y consensuar una decisi¨®n ya firmada. A esa hora, el abogado de Bravo, que ha pasado toda la ma?ana fuera del despacho, ya ha regresado para acabar de preparar el inicio de lo que ser¨¢ el juicio.
A 105 kil¨®metros, en la sede de Juntas Generales de Gipuzkoa, el encuentro de los partidos dura alrededor de una hora y transcurre con cordialidad. A ¨¦l asisten, Helena Franco y Errazkin, pero no todas las formaciones ni todos los portavoces; a algunas como Aralar, por las fechas, les coge fuera del territorio y por tel¨¦fono dan conformidad a la decisi¨®n adoptada, y en el caso del PSE, tiene que acudir Julio Astudillo. De la reuni¨®n sale una ¨²nica postura: ¡°hay que seguir adelante¡±. Una decisi¨®n que m¨¢s tarde conocer¨ªa el abogado de Bravo. Una de las dos patas se derrumbaba y dejaba en un lugar muy comprometido a la Fiscal¨ªa. Las llamadas y los movimientos hab¨ªan servido de poco. Sin el acuerdo con las dos acusaciones, el juicio seguir¨ªa adelante. La tarde se preve¨ªa larga. El abogado de Bravo no estaba para nadie. Se encerr¨® en su despacho durante m¨¢s de cinco horas. No recibi¨® ni visitas ni llamadas. El epicentro era el futuro de Jos¨¦ Mar¨ªa Bravo. ¡°Ahora s¨ª que hay que dejarlo todo atado y bien atado¡±, indicaban fuentes del despacho.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.