Una familia reclama 1,5 millones a Construcuatro por usurpar terrenos
Los propietarios insisten en que las fincas ni se vendieron ni se cedieron
A Construcuatro se le acumulan los pleitos. Con la oposici¨®n clamando contra la decisi¨®n de la Xunta de perdonar una multa de tres millones de euros a la constructora de la que era socio y consejero delegado Telmo Mart¨ªn, por invadir el dominio p¨²blico con un lujoso edificio en el paseo de la playa de Silgar en Sanxenxo, el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 2 de Pontevedra celebr¨® ayer un juicio por una promoci¨®n en Pontevedra en la que la empresa del exalcalde de Sanxenxo y ahora diputado en el Congreso usurp¨® supuestamente unos terrenos para levantar un bloque de viviendas. Los demandantes ped¨ªan 2,8 millones de euros de indemnizaci¨®n que rebajaron a 1,5 millones.
La obra en cuesti¨®n est¨¢ terminada y ocupa una manzana en la avenida de Vigo de Pontevedra, en una zona que en poco m¨¢s de una d¨¦cada pas¨® de ser considerada extrarradio a marcar casi la entrada al centro urbano. A finales de los noventa, Construcuatro adquiri¨® el solar principal, de 13.500 metros cuadrados, a los hermanos Osorio. Pero no hizo lo propio con dos fincas de menor tama?o de la familia V¨¢zquez Rebollar que en la pr¨¢ctica imped¨ªan la urbanizaci¨®n, porque ocupaban los extremos y cegaban una fachada exterior. As¨ª lo admiti¨® de entrada la propia empresa en los planos que manejaba y as¨ª lo hizo saber el Ayuntamiento en 1999.
Un a?o despu¨¦s, sin embargo, Construcuatro present¨® un proyecto de urbanizaci¨®n en el que daba por solucionados los problemas sobre la titularidad del suelo. Pero lo hizo unilateralmente y ante la sorpresa de los propietarios, la familia V¨¢zquez Rebollar, cuyos miembros insistieron ayer sin descanso en que las fincas ni se vendieron ni se cedieron en modo alguno.
"?Nos quieren hundir la empresa!", grita un exsocio de Telmo Mart¨ªn
Para contrarrestar la tesis de los demandantes compareci¨® en la vista otro de los tres socios de Construcuatro , Jos¨¦ Manuel Torres Garc¨ªa, identificado en su d¨ªa por compradores de pisos protegidos en Vigo como el hombre al que entregaban los pagos de sobreprecios ilegales. Torres comenz¨® esquivo, respondiendo a las preguntas del abogado de los demandantes con evasivas cuando se le pidi¨® que identificase los planos de la promoci¨®n. ¡°No lo entiendo, lo veo ambiguo¡±, ¡°nadie nos dijo nada¡±, ¡°si hubiese habido alg¨²n problema nos habr¨ªan parado la obra¡±...
El juez le advirti¨® de que la inconcreci¨®n pod¨ªa perjudicar la validez de su testimonio y Torres, con creciente excitaci¨®n, arguy¨® que pudo haber alg¨²n error al superponer planos y admiti¨®, tras haberlo negado, que hab¨ªa hablado con el representante de la familia. Al final acab¨® estallando, y con la voz quebrada y al borde del llanto grit¨®: ¡°?Nos est¨¢n haciendo una cafrada, nos quieren hundir la empresa!¡±. Se refer¨ªa al importe de la indemnizaci¨®n, excesivo a su entender porque el solar principal, mucho m¨¢s grande, hab¨ªa costado en su d¨ªa 400 millones de pesetas, seg¨²n dijo.
Una de las inc¨®gnitas del caso estriba en c¨®mo la constructora consigui¨® llevar a escritura p¨²blica ante notario y al Registro de la Propiedad los cambios en la titularidad sin que mediase alg¨²n documento que justificase el traspaso, una cuesti¨®n que los letrados no trataron pero que dio pie a que se concediesen las licencias municipales.
El abogado de la defensa trat¨® por su parte de sembrar dudas sobre la titularidad de los terrenos en disputa, que la familia V¨¢zquez Rebollar conservaba como un resto de una finca mayor que fue vendida a trozos sucesivamente a lo largo de los a?os. Adujo en ese sentido que en el Registro constaba en los a?os ochenta que la finca estaba dividida en dos partes. Carlos Cons, apoderado de la familia, admiti¨® el hecho, que atribuy¨® a un error subsanado a instancias de un notario cuando se preparaba una de las ventas parciales. El abogado de Construcuatro tambi¨¦n pidi¨® explicaciones por el retraso en presentar la demanda. Cons explic¨® que la familia tuvo un pleito previo por la misma propiedad de los suelos ante otros interesados, los hermanos Corbal, que lleg¨® hasta el Supremo y retras¨® la acci¨®n. Tambi¨¦n asegur¨® que el Ayuntamiento le pidi¨® indirectamente cuando los edificios ya llevaban a?os en pie, a trav¨¦s de otro promotor y en el marco de otra venta, que cediese una parte m¨ªnima del terreno por el que ayer se pleiteaba.
La cuesti¨®n pas¨® a continuaci¨®n al enfrentamiento entre los peritos de las partes por la valoraci¨®n del suelo. Ah¨ª destac¨® la inusual rectificaci¨®n del experto convocado por los demandantes, que rebaj¨® la cuant¨ªa reclamada a 1,5 millones de euros bas¨¢ndose en un nuevo plano aparecido en fechas recientes y que reduc¨ªa la superficie de las fincas en litigio. La defensa tambi¨¦n cuestion¨® el peritaje, bas¨¢ndose en que se tomaron como referencia precios de vivienda libre, mientras que la promoci¨®n era p¨²blica.
El abogado demandante sali¨® al paso invocando de nuevo al fantasma de los sobreprecios ilegales. ¡°?Era pr¨¢ctica habitual cobrarlos?¡±, pregunt¨® a su perito, que vacil¨® un instante y respondi¨® afirmativamente.
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