Literatura infantil con mascarilla

La leucemia que le detectaron hace seis meses al peque?o Edgar, de cuatro a?os, le obliga a acudir al hospital casi cada siete d¨ªas. Esta semana, su visita ha sido distinta: ha sonre¨ªdo mientras una se?ora transformaba cuatro inofensivos trazos de rotulador en un drag¨®n y se ha asombrado cuando la desconocida ha sacado de su bolso a la misma criatura, impresa en el libro que le ha dedicado. ¡°Los ni?os se han re¨ªdo, que es de lo que se trata¡±, dice la ilustradora Merc¨¨ Ar¨¤nega, miembro del grupo de 23 autores que, con motivo de la festividad de Sant Jordi, el jueves visitaron a los internos m¨¢s j¨®venes de siete hospitales de Catalu?a.

La comitiva que esta ma?ana se ha acercado a la planta infantil del hospital Germans Trias i Pujol de Badalona est¨¢ formada por Ar¨¤nega, con sus cinco rotuladores asomando del bolsillo cual herramientas de fontanero, y tres escritores: Anna Gasol, su hija Teresa Blanch y Jordi Sierra i Fabra, impulsor de la iniciativa a trav¨¦s de su fundaci¨®n.

No son futbolistas, pero el revuelo es monumental. La visita arranca en el aula hospitalaria, la ¨²nica estancia de la planta donde no huele a sala de espera, sino a juguete, y donde las paredes no son blancas, sino sonrientes. ¡°La idea es acercarles la fiesta de Sant Jordi para que este a?o tampoco se la pierdan¡±, dice Roser Jov¨¦, una maestra de hospital con siete a?os de experiencia y una manifiesta incapacidad de disimular la constante sonrisa que delata la pasi¨®n que siente por su trabajo. ¡°Los padres nos lo agradecen much¨ªsimo¡±, comenta.

Es el turno de ir de habitaci¨®n en habitaci¨®n, ¡°porque no todos los ni?os est¨¢n en condiciones de ir al aula infantil¡±, dice Jov¨¦. Empuja un carrito, el mismo de las comidas, pero repleto de cuentos coloridos, a lo largo de un pasillo decorado con motivos cinematogr¨¢ficos; un paseo de la fama elaborado con el contorno de las manos de los padres y madres que pasaron por aqu¨ª.

El t¨ªmido Luca, de tres a?os y enfermo de bronquitis, se muestra indiferente ante los gritos de entusiasmo de Anna Gasol (¡°?mira, est¨¢ dedicado!¡±) cuando recibe uno de sus ¨²ltimos lanzamientos. ¡°Muchos padres siguen pensando que los libros son caros, un objeto de lujo¡±, opina Gasol, cuyo Atr¨¦vete, Bruno no pasa de 10 euros.

Ma?ana de emociones disfrazadas de sonrisas. ¡°Lo que est¨¢ claro es que no puedes dejar que los ni?os te vean afectado¡±, dice Ar¨¤nega, que confiesa irse ¡°encogida¡±. La mayor¨ªa espera a que los desconocidos se vayan para hojear los presentes. Otros, como las gemelas de 29 d¨ªas, ni se inmutan.