Memorable, con reparos

Hab¨ªa gran expectaci¨®n en el Teatro Real de Madrid por ver y escuchar, a Miguel Poveda. El joven cantaor de Barcelona se ha creado ya un puesto de honor en el cante, al que sin duda es acreedor. Anoche hizo un concierto largu¨ªsimo, m¨¢s de dos horas y media, a lo que supongo no era ajeno que el mismo se estuviera grabando para lanzar pr¨®ximamente un Dvd. Ello, tambi¨¦n, quiz¨¢ condicion¨® el resultado, pues en ocasiones falt¨® intimidad y frescura. Quiz¨¢s tambi¨¦n, las caracter¨ªsticas de la sala influyeron en el ambiente.

Cant¨® afinado, con altos y sobre todo bajos, exquisitamente

Con todas estas caracter¨ªsticas he de decir, sin embargo, que el concierto fue, por muchos conceptos memorable. En la primera parte, que dedic¨® a su reciente disco arteSano, cant¨® en maestro, bordando toda su faena. Cant¨® afinando, con altos y sobre todo bajos, exquisitamente. Aunque hubo temas que me parecieron m¨¢s f¨¢ciles de interpretar que otros, en todos dej¨® un eco verdaderamente ejemplar. Pr¨¢cticamente imposible de superar. Hubo algunos t¨ªtulos en que estuvo verdaderamente genial: las siguiriyas, por muestra, verdaderamente monumentales; las malague?as de La Pe?aranda, las alegr¨ªas y otros temas gaditanos, los tientos, la minera de Pencho Cross, las buler¨ªas jerezanas y un largo etc¨¦tera¡­ En esos y otros t¨ªtulos, Poveda mostr¨® su faceta de maestro indiscutible, un verdadero N¨²mero Uno, que hoy por hoy, en el flamenco, no tiene competencia a su altura.

Su capacidad de originalidad es poco frecuente en el cante

En la segunda parte, m¨¢s breve, Poveda hizo con el grupo dirigido por el artista Joan Albert Amarg¨®s un pupurr¨ª de su anterior grabaci¨®n, que me gust¨® menos porque casi todo lo hizo lanzando a gran volumen la voz, con lo que a mi juicio el cante perdi¨® algo de calidad. Pero hay que reconocerle a Poveda, adem¨¢s, una capacidad de originalidad poco frecuente en el cante, donde pareciera que todo est¨¢ ya inventado. Aqu¨ª mezcl¨® los estilos con un raro oportunismo y una gran novedad, lo que sonaba a material in¨¦dito. Por ¨²ltimo, Poveda cant¨® un recuerdo, dijo ¨¦l ¡ªno homenaje¡ª al desaparecido Enrique Morente, tambi¨¦n con grandes dosis de originalidad, cantando alg¨²n famoso tema del desaparecido maestro. El p¨²blico termin¨® en bloque de pie en el teatro, aclamando a Miguel con entusiasmo.

Le acompa?¨® en el concierto un conjunto numeroso y de excelente nivel, ya que Miguel busc¨® los instrumentos precisos para cada obra, lo que es verdaderamente un lujo. La direcci¨®n musical estuvo a cargo de uno de los guitarristas, El Bolita, quien logr¨® un conjunto verdaderamente importante, excelentemente secundado por los dem¨¢s componentes del grupo. Un ¨¦xito, en fin.