El Lugo vuelve a intentarlo
El equipo de Seti¨¦n conocer¨¢ hoy su primer rival en la promoci¨®n a Segunda
Un renacuajo del equipo benjam¨ªn del Lugo se acerca a Quique Seti¨¦n y evita los rodeos. ¡°?Te vas a ir?¡±. Recibe una caricia por respuesta. Y una sonrisa. Las cosas en el ?ngel Carro se manejan con naturalidad y sin tensiones, ni siquiera ahora que por segundo a?o consecutivo acecha la promoci¨®n. Al t¨¦cnico, el artesano que ha conseguido que un equipo de la clase media-baja de la categor¨ªa de bronce mire sin ambages hacia un escal¨®n superior, le ha incomodado que justo ahora salieran a la luz las conversaciones que mantiene con el Racing de Santander para volver a su tierra. ¡°Es un club en el que ahora mismo es imposible guardar un secreto¡±, lamenta. Pero le puede el coraz¨®n y la her¨¢ldica. Quique es una gloria del Racing.
El primer rival en la promoci¨®n ser¨¢ el Eibar, el Lucena o el Hurac¨¢n de Valencia
Mientras se concreta su retorno a casa, Seti¨¦n tiene un trabajo por hacer. No hace ni un a?o que el club dej¨® pasar dos opciones de ascenso. En ambas, ante Murcia y Alcoyano, qued¨® el resquemor de que el objetivo estuvo pr¨®ximo, de alguna decisi¨®n arbitral err¨®nea. ¡°Lo intentaremos de nuevo¡±, anunci¨® el entrenador. Y ni los 13 cambios operados en la plantilla o la competencia del grupo m¨¢s fuerte de los ¨²ltimos a?os en Segunda B le han apeado de llegar a una promoci¨®n en la que debe superar tres eliminatorias y en la que en primera instancia se enfrentar¨¢ al Eibar, el Hurac¨¢n de Valencia o el Lucena de C¨®rdoba. ¡°La temporada pasada estaba convencido de que sub¨ªamos y ahora las sensaciones son id¨¦nticas. Adem¨¢s la experiencia me va a ayudar para afrontar los partidos y concienciar a los jugadores¡±. Quique, tambi¨¦n los futbolistas que estaban entonces con ¨¦l, tienen vivos los recuerdos. Y saben lo que hay que corregir. ¡°Es muy importante marcar fuera. Y este a?o creo que tenemos m¨¢s profundidad de banquillo¡±, entiende Manu, lateral zurdo y capit¨¢n, que cree que el equipo llega bien a esta fase. ¡°Pero son partidos diferentes a los de Liga¡±, incide.
El trabajo de Quique pasa por convertir en normal lo extraordinario. ¡°Tenemos unos automatismos adquiridos y, si empezamos a mover la pelota, cualquiera sufre contra nosotros¡±. El Lugo tiene un sello, un estilo que reconforta a aquellos que defienden que el f¨²tbol es algo m¨¢s que una exposici¨®n de testosterona. Y Seti¨¦n, que de corto fue talentoso, defiende la pasi¨®n de quien ama su profesi¨®n. ¡°Aqu¨ª le decimos al futbolista que va a jugar al f¨²tbol y no a pegar pelotazos. Le obligas a tener responsabilidad a la hora de buscar al compa?ero. Le das medios para que as¨ª sea y acabas cohesionando algo. Y cuando salen las cosas, se crecen¡±. Valen un par de ejemplos. En verano, tras la vor¨¢gine de bajas, reclut¨® a dos centrales que ya conoc¨ªa, Fran P¨¦rez y Garrido, dos c¨¢ntabros que jugaban en Baracaldo y Cuenca, acostumbrados al rompe y rasga. ¡°Ahora ya est¨¢n integrados, pero les cost¨® una barbaridad porque se sent¨ªan c¨®modos en lo que hicieron siempre, arropados, en espacios reducidos, y cuando llegaba el bal¨®n le pegaban una leche. Yo les ped¨ª que se colocasen para recibir y avanzar, les di condiciones para arriesgar lo menos posible, pero les hice ver el beneficio del equipo cuando salen de atr¨¢s con el bal¨®n. No se lo pido porque s¨ª. Y les doy permiso para fallar¡±. La alternativa es tener miedo y deshacerse de la pelota. ¡°Entonces no juegan¡±, rebate Quique.
El entrenador dice que no ser¨ªa m¨¢s feliz en el Bernab¨¦u que en el ?ngel Carro
Todo este ideario lo respaldan las victorias. Lugo ha redescubierto el f¨²tbol, 3.400 socios dan soporte a un equipo largos a?os acostumbrado a la indiferencia de su ciudad. ¡°Nunca se hab¨ªa jugado as¨ª. Estamos muy orgullosos¡±, recalca el presidente Jos¨¦ Bouso. En el palco nadie elucubra. Este a?o a pesar del subid¨®n del a?o anterior el presupuesto del club mengu¨®. Primero cuadran las cuentas en los despachos, luego rueda la pelota. Los jugadores cobran sin tacha entre el 1 y el 5 de cada mes. Jos¨¦ Mar¨ªa Belforti, un zaguero argentino que ha recorrido bastantes destinos del f¨²tbol de bronce, sabe que est¨¢ ante algo excepcional. ¡°Menos en Lugo en todos los sitios tuve que poner denuncias al final de cada campa?a para cobrar. El club transmite tranquilidad y escasa presi¨®n por los resultados¡±.
Y sin embargo late el deseo de jugar en Segunda, aquel gol anulado a Ballesteros que hubiera valido la pr¨®rroga ante el Murcia, el que le escamote¨® un linier de mirilla fina a Belforti en Alcoy, el mano a mano de Monti que se fue junto al palo en la vuelta contra los alicantinos. Al final el marcador sentencia, aunque siempre quedan benditos rom¨¢nticos como Quique Seti¨¦n, un tipo que hace tres a?os atendi¨® la llamada del director deportivo Carlos Mouriz para reencontrarse con el f¨²tbol que ama. Un gestor de ilusiones que asegura sin pesta?ear que ser¨ªa igual de feliz en el banquillo del ?ngel Carro que en el del Bernab¨¦u (seguramente no tanto como en el de El Sardinero) y que entiende que toda esta revoluci¨®n operada en Lugo le ha servido al club para generar un aura de seriedad en la gesti¨®n y buen gusto con la pelota, ¡°un nombre que al margen de quien est¨¦ en el banquillo es esencial no perder¡±. Pero s¨ª, vuelven a intentarlo.
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