¡°Un director no entra en clase para preguntar en qu¨¦ idioma se imparte¡±
Los docentes acusan a Educaci¨®n de no vigilar el cumplimiento del decreto del gallego
Llen¨® de manifestantes la Praza do Obradoiro en un d¨ªa de manifestaci¨®n hist¨®rica, la de enero de 2010. Profesores, padres y colectivos del ¨¢mbito de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica anunciaban insumisi¨®n mientras Anxo Lorenzo, entonces secretario general de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica, admit¨ªa el peso del compromiso electoral. Pero frente al revuelo de aquellos meses, el segundo curso acad¨¦mico con el Decreto do Pluriling¨¹ismo en vigor ofrece una sorprendente imagen de tregua. El reparto de lenguas consignado por la norma apart¨® el gallego del m¨ªnimo del 50% de la docencia establecido por el bipartito en 2007 y lo redujo al 33% en caso de que el centro de ense?anza adquiriese la categor¨ªa de pluriling¨¹e: un tercio de la docencia para cada lengua (gallego, castellano y una extranjera) y consulta a los padres acerca de la lengua vehicular en educaci¨®n infantil. Aunque el 40% de los progenitores de ¨¢mbitos urbanos eligi¨® el gallego en la encuesta, solo en el 12% los colegios de ciudad el idioma propio super¨® la mitad en las papeletas, condici¨®n para imponerlo, as¨ª que se qued¨® fuera. Colectivos de todo signo critican el desentendimiento de la Xunta en la inspecci¨®n y la poca informaci¨®n recibida por los padres sobre las consecuencias del cambio normativo.
El rechazo al decreto, al que sus opositores siguen refiri¨¦ndose como ¡°decretazo¡±, se transform¨® con el tiempo en una conformidad aparente, alimentada por la escasa beligerancia de los padres y el deseo de la Xunta de no hacer ruido en un tema tan sensible. Es lo que defienden casi todos los colectivos consultados para este reportaje, desde los que tachan la norma de ¡°insuficiente¡±, como Galicia Biling¨¹e, hasta los que la encuentran dram¨¢tica, involutiva o innecesaria, como CIG-Ensino, la Coordinadora de Equipos de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica o el Sindicato de Traballadores e Traballadoras do Ensino de Galiza (STEG). Ni se ha reforzado el control sobre la lengua en la que se imparten las asignaturas ni las quejas superan la an¨¦cdota, a pesar de que, salvo Galicia Biling¨¹e y el sindicato ANPE, los colectivos consultados, que incluyen a padres de alumnos e directores de centros, reconocen que el gallego, la lengua que usan habitualmente el 56% de los gallegos y, por lo tanto, la mayoritaria de Galicia, pierde espacio en la escuela, sobre todo entre los m¨¢s peque?os.
¡°La Xunta tiene la misma pol¨ªtica que el ej¨¦rcito americano sobre la homosexualidad en tiempos de Bill Clinton, don't ask, don't tell (no preguntes, no lo cuentes). El decreto se incumple pero la Xunta no vela por su cumplimiento porque ya consigui¨® su objetivo pol¨ªtico, cambiar la norma al servicio de Galicia Biling¨¹e justo despu¨¦s de las elecciones¡±, sentencia Sonia Fern¨¢ndez Casal, portavoz de STEG.
En lo que a inspecci¨®n se refiere, la inhibici¨®n es norma, como lo era tambi¨¦n en tiempos del bipartito y de la Xunta de Manuel Fraga. Con la diferencia de que la legislaci¨®n actual se?ala un idioma obligatorio para cada materia y convierte al profesor disidente en infractor. ¡°La beligerancia es m¨ªnima y el profesor act¨²a de forma individual, pero esto es una bomba de relojer¨ªa. Basta con que alguien quiera poner una denuncia para liarla¡±, prosigue.
La obligatoriedad de impartir en castellano Matem¨¢ticas, F¨ªsica, Qu¨ªmica y Tecnolox¨ªa y en gallego, Ciencias Sociais, Historia, Biolox¨ªa y Ciencias da Natureza dejan al profesor insumiso en una te¨®rica cuerda floja. ¡°La espada de Damocles est¨¢ constantemente encima. Pero no es f¨¢cil abrir expedientes porque la Xunta sabe que si sanciona a alguien lo estar¨ªa haciendo por usar la lengua propia y eso va contra el Estatuto de Autonom¨ªa¡±, expone Carlos Call¨®n, presidente de A Mesa pola Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica.
La comunidad educativa tampoco parece dispuesta a hacer sangre con porcentajes. ¡°La supervisi¨®n no nos corresponde a nosotros. Yo no voy a meterme en una clase y preguntar en qu¨¦ lengua se est¨¢ impartiendo la materia¡±, afirma Maite Jim¨¦nez, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Directores de Centros Educativos P¨²blicos en Galicia. Aunque seg¨²n portavoces de la Conseller¨ªa de Educaci¨®n ¡°no hay constancia de incumplimientos¡± y ¡°los alumnos est¨¢n recibiendo el mismo n¨²mero de horas en gallego que en castellano¡±, esas mismas fuentes esquivan dar m¨¢s detalles sobre la actividad inspectora en los centros de ense?anza. Seg¨²n Call¨®n, la aplicaci¨®n del decreto no permite una presencia del gallego en zonas urbanas de m¨¢s del 10% de la docencia. Sara In¨¦s Vega, vicepresidenta de la Confederaci¨®n de Asociaciones de Padres de Alumnos, critica, adem¨¢s, la falta de datos de la Xunta a las familias sobre el funcionamiento de la norma. ¡°No se est¨¢ dando informaci¨®n¡±, lamenta.
Adem¨¢s de en los primeros niveles de ense?anza, la p¨¦rdida de espacio del idioma propio es acusada en los centros pluriling¨¹es, aquellos autorizados a usar una lengua extranjera, normalmente el ingl¨¦s, en una materia no ling¨¹¨ªstica. ¡°En algunos centros pluriling¨¹es, Co?ecemento do Medio se est¨¢ impartiendo en ingl¨¦s, es una artima?a que permite que se le resten horas lectivas al gallego¡±, secunda Valentina Formoso, presidenta de la Coordinadora de Equipos para a Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica. En su balance despuntan el malestar inicial de los padres por la falta de informaci¨®n ¡ª ¡°muchos ni sab¨ªan que la encuesta era vinculante y que la lengua vehicular de los ni?os no iba a ser el gallego¡±, lamenta¡ª y las cr¨ªticas a lo que la Xunta considera el esp¨ªritu mismo del decreto, su apellido. ¡°Esta manera de introducir el pluriling¨¹ismo va en contra de todo lo que recomiendan los expertos. Para aprender una lengua hay que respetar el espacio de la propia¡±. Todo sin contar con los recortes, el principal temor de Julio D¨ªaz, presidente del sindicato ANPE. ¡°Solo funciona si se pone dinero encima de la mesa¡±, a?ade.
Anecd¨®ticas pero no inexistentes. Las ¨²nicas denuncias formales son las presentadas por Galicia Biling¨¹e: siete familias esperan desde enero la resoluci¨®n de un recurso judicial que aspira a lograr ¡°que los ni?os sean educados en la lengua materna, sea cual sea¡±. Gloria Lago, presidenta del colectivo contrario a la normalizaci¨®n del gallego, asegura que existe una ventaja de esta lengua sobre el castellano ¡°abismal en la ense?anza p¨²blica¡±, aunque a la vez admite que ¡°hay ni?os gallegohablantes en las ciudades que se est¨¢n quedando sin poder aprender en gallego¡±.
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