Odisea hacia un auditorio

El Conservatorio Profesional Teresa Berganza, en el barrio de Lucero, tiene cuatro plantas y un s¨®tano, pero se hace peque?o para sus 800 alumnos. Es un edificio provisional que, con la crisis, se ha convertido en estable. Por los pasillos se oyen las melod¨ªas que salen de las clases, cuyas paredes no est¨¢n insonorizadas. Se intent¨® arreglar subiendo el suelo y bajando el techo, pero eso solo provoc¨® que, en la sala de ensayos, los violinistas clavaran con cada golpe el arco en el falso techo, dejando un surco de peque?os agujeros. ¡°Al principio los vecinos nos tiraban cubos de agua¡±, cuenta la directora, Angustias Cartagena. Por eso tomaron la decisi¨®n de trasladar a los instrumentistas de viento y percusi¨®n al s¨®tano, donde se oyen fanfarrias por los pasillos.

Es un reflejo de la mala situaci¨®n de los centros de educaci¨®n musical en Espa?a. Algo que en Arganda del Rey ha llegado al extremo con el anuncio del Ayuntamiento de cerrar por motivos econ¨®micos el Conservatorio Profesional Montserrat Caball¨¦. Incluso en el Superior de Madrid hubo el a?o pasado movilizaciones de profesores y alumnos para reclamar aspectos que iban de la ausencia de calefacci¨®n a la subida de la matr¨ªcula por parte de la Comunidad. Un pianista explicaba que el fr¨ªo que hac¨ªa en el edificio ¡°no solo perjudica a los alumnos que tienen que tocar con los abrigos puestos, sino que da?a los instrumentos, cuya madera sufre a temperaturas bajas¡±.

Los alumnos de la orquesta del Conservatorio Teresa Berganza esperaban el mi¨¦rcoles a las cinco el autob¨²s para trasladarse a Ciudad Escolar, en la carretera de Colmenar Viejo, para ensayar con el director armenio George Pehlivanian. Un total de 23 kil¨®metros cargando con atriles y fundas hasta la sede que les cede la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid. Un viaje impuesto por la imposibilidad de ensayar en su propia sala, demasiado peque?a. Pero los alumnos hacen el traslado con gusto. No es un ensayo m¨¢s: son los ¨²ltimos retoques para el concierto que dar¨¢n esta noche en el Auditorio Nacional bajo la batuta del director de renombre internacional.

Al llegar a Ciudad Escolar, el caos es considerable: 100 alumnos de entre 14 y 19 a?os y sus profesores buscan su sitio en una sala de ensayo ajena durante media hora, hasta que llega ¡°el maestro¡±. Entonces el caos se torna disciplina, y los j¨®venes se ponen serios para interpretar las obras de Chaikovski y Dvorak que tocar¨¢n en el coliseo de Pr¨ªncipe de Vergara. ¡°La orquesta es una gran familia, trabajo en grupo. Yo les quiero transmitir la alegr¨ªa de trabajar juntos, fundamental para un m¨²sico¡±, explica Pehlivanian.

El Proyecto Pehlivanian naci¨® como un sue?o de la directora del centro. ¡°Angustias me dio la idea y Teresa me invit¨® a tocar con los chicos del conservatorio. Mi filosof¨ªa es ir adonde est¨¢n estudiando para apoyarlos desde que empiezan¡±, explica Pehlivanian, que trabaja con estos chavales de manera gratuita. ¡°Es muy importante darles a los j¨®venes nuestra experiencia. Muchos directores deber¨ªan hacer esto, como lo han hecho Barenboim o Abbado¡±, a?ade la soprano Teresa Berganza, ¡°muy orgullosa¡± de que este conservatorio lleve su nombre.

Pehlivanian sabe que esto no es un proyecto como las orquestas j¨®venes, que trabajan desligadas de los conservatorios. ¡°Quer¨ªa un proyecto que durara todo el a?o, en el que los profesores del conservatorio me apoyasen y ayudasen a los alumnos cuando yo no estuviera¡±, explica el director.

Todos tienen ya planes para que esto no sea una raya en el agua. La directora sue?a con la segunda edici¨®n de este proyecto, Pehlivanian con un encuentro de los alumnos del conservatorio con los de una orquesta valenciana para el que ya est¨¢ haciendo pruebas, y Berganza, con un programa centrado en Piazzolla. Por ahora, y no es poco, han logrado que la orquesta de un conservatorio profesional de la periferia llegue al Auditorio Nacional.

Orquesta del Conservatorio Profesional Teresa Berganza. A las 22.30, en el Auditorio Nacional (Pr¨ªncipe de Vergara). Entradas: 5, 10 y 15 euros.