Un temprano acuerdo con el PNV

Los desencuentros protagonizados por los dos integrantes del pacto para el cambio dejaron claro desde muy pronto que ese acuerdo de estabilidad para el Gobierno, que cerraba un largo per¨ªodo de poder del PNV y que en la recta final se hab¨ªa caracterizado por un perfil m¨¢s soberanista bajo el mandato del lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe, no iba a tapar, sin embargo, el antagonismo ideol¨®gico y pol¨ªtico de ambas formaciones.

El Ejecutivo de Patxi L¨®pez tuvo, adem¨¢s, las manos libres para permitirse, tambi¨¦n muy pronto, acuerdos como el que sellaron PSE-EE y PNV, para la estabilidad institucional. El acuerdo, claramente facilitado por las premuras que a cualquiera en posiciones de gobierno le imprim¨ªa la crisis, se produjo menos de seis meses despu¨¦s del desalojo del PNV del Gobierno y a ¨¦l se sum¨® tambi¨¦n Hamaikabat, la escisi¨®n de EA socia entonces de los peneuvistas en la Diputaci¨®n de Gipuzkoa.

De alg¨²n modo, este acuerdo entre socialistas y nacionalistas fue la primera prueba de que el riesgo de que la pol¨ªtica vasca se encajonara otra vez en una din¨¢mica frentista era menor del esperable. Ese acuerdo facilit¨® los presupuestos al PNV en las tres Diputaciones, entonces todas en sus manos, y el intercambio de apoyos en los ayuntamientos donde uno y otro partido necesitaran de votos para aprobar sus cuentas y funcionar. Con anterioridad, los socialistas hab¨ªan adoptado un comportamiento id¨¦ntico con el Gobierno Ibarretxe a pesar de las sensibles diferencias pol¨ªticas que manten¨ªan y siempre hab¨ªa primado la ¡°responsabilidad institucional¡±.