Un mandato bajo la larga sombra de una empresa
La psiquiatra Sonia L¨®pez llega a la presidencia del Colegio de M¨¦dicos acusada por el resto de aspirantes de ser la ¡®candidata t¨ªtere¡¯ de una influyente corredur¨ªa de seguros
¡°Lo hemos conseguido y ha sido gracias a ti. Ahora comienza una nueva ¨¦poca en el Colegio; queremos y deseamos que t¨² formes parte de ella¡±. As¨ª agradec¨ªa la psiquiatra y oficial de las Fuerzas Armadas Sonia L¨®pez Arribas en la p¨¢gina web de su candidatura la victoria en las elecciones al Ilustre Colegio de M¨¦dicos de Madrid (Icomem). El d¨ªa anterior, jueves 24 de mayo, los cerca de 39.000 censados en el mayor colegio de m¨¦dicos de Espa?a, una instituci¨®n centenaria con sede en un magn¨ªfico edificio del siglo XIX del centro de la capital, estaban llamados a las urnas. Apenas acudieron 5.100. La participaci¨®n, de un exiguo 13%, casi hizo bueno el p¨¦simo dato anterior: 19%. Una vez m¨¢s, los m¨¦dicos mostraban su supina indiferencia hacia la instituci¨®n que, mal que les pese, les representa de cara a la opini¨®n p¨²blica.
La noche electoral fue agitada. A medida que avanzaba el recuento despuntaban dos candidaturas: la de L¨®pez Arribas y la del m¨¦dico de familia Miguel ?ngel S¨¢nchez Chill¨®n, derrotada finalmente por solo 68 votos (64 tras el voto por correo). La intriga se mantuvo casi hasta el final, puesto que S¨¢nchez Chill¨®n iba ganando en las mesas situadas en los grandes hospitales y parec¨ªa contar con mucho respaldo en las redes sociales y en los blogs sanitarios. El resultado final provoc¨® una reacci¨®n singular: al menos tres candidatos lamentaron m¨¢s no haberse unido para evitar la victoria de L¨®pez Arribas que su propia derrota. Si ten¨ªan algo en com¨²n era que todos quer¨ªan ser ellos los presidentes del ilustre Colegio, y ninguno quer¨ªa que lo fuera la psiquiatra militar.
L¨®pez Arribas, licenciada en Medicina en 1992 y especializada en Psiquiatr¨ªa en 2004 tras cuatro a?os de MIR en el hospital militar G¨®mez Ulla, ha estado se?alada durante toda la campa?a electoral como la candidata t¨ªtere de Uniteco, la corredur¨ªa de seguros del Colegio. No es que los otros candidatos lo hayan insinuado o dejado caer al descuido en una entrevista: la mayor¨ªa lo ha afirmado abiertamente. No se explican c¨®mo si no podr¨ªa haber hecho L¨®pez Arribas el despliegue publicitario del que ha hecho gala durante la campa?a, con env¨ªos masivos de cartas y llamadas pidiendo el voto. Ella lo niega. Uniteco, tambi¨¦n. Sin embargo, a preguntas de este diario, Gabriel N¨²?ez, presidente de Uniteco, admiti¨® apoyar la candidatura de la psiquiatra a t¨ªtulo individual. Evit¨® precisar si hab¨ªa puesto dinero de su bolsillo, pero s¨ª reconoci¨® que la estaba ayudando a promocionarse entre los facultativos.
?Puede el apoyo de un empresario encumbrar a un m¨¦dico pr¨¢cticamente desconocido entre sus colegas a la presidencia del mayor Colegio de Espa?a? No ser¨ªa la primera vez que sucede algo parecido. Los m¨¦dicos valencianos escogieron a su ¨²ltima presidenta en 2010. Rosa Fuster dijo presentarse para poner fin a 15 a?os de gobierno de su predecesor, Vicente Alapont, y admiti¨® abiertamente durante la campa?a el apoyo econ¨®mico de Uniteco. Tambi¨¦n reconoci¨® que quer¨ªa acabar con el monopolio de AMA, la mutua de profesionales sanitarios, con la que a su vez relacion¨® a Alapont. La expresi¨®n conflicto de intereses parec¨ªa haberse creado para definir aquella situaci¨®n. ¡°No vamos a rasgarnos las vestiduras por regalar bol¨ªgrafos¡±, asegur¨® Fuster a este diario durante la campa?a, al ser preguntada por el respaldo econ¨®mico de Uniteco. En Valencia, como en Madrid, la abstenci¨®n entre los m¨¦dicos es alt¨ªsima.
¡°Llevo 43 a?os en el Colegio de M¨¦dicos de Madrid¡±, suele repetir Gabriel N¨²?ez, empresario extreme?o que fund¨® una corredur¨ªa en 1969 que hoy es un peque?o emporio con empresas sat¨¦lite gestionadas por sus hijos. Presume de tener asegurados al 80% de los m¨¦dicos de la regi¨®n y de conocerlos pr¨¢cticamente a todos. Empez¨® como corredor de seguros en los hospitales y en el propio Colegio. Iba por libre, explica, hasta que en 1993 el presidente de entonces le ofreci¨® firmar un acuerdo de colaboraci¨®n, que se ha ido renovando hasta hoy. B¨¢sicamente consiste en que Uniteco financia actividades de patrocinio a cambio de tener una oficina en el Colegio y publicitarse entre los colegiados. Sin embargo, todas las fuentes consultadas por este diario aseguran que su influencia va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que figura en ese contrato.
Una influencia que algunos han llegado a llamar ¡°c¨¢ncer que ha extendido la met¨¢stasis por todo el Colegio¡±. Esas palabras las pronunci¨® S¨¢nchez Chill¨®n en noviembre pasado, cuando convoc¨® a los medios de comunicaci¨®n a una ins¨®lita rueda de prensa en la que denunci¨® que Uniteco controlaba todos los servicios (alquiler de salas, restauraci¨®n, organizaci¨®n de congresos, revista¡) gracias a tener secuestrada la voluntad de Juliana Fari?a, la anterior presidenta. S¨¢nchez Chill¨®n, entonces vocal de Atenci¨®n Primaria, habl¨® en nombre de buena parte del resto de la junta directiva. Uniteco se ha querellado contra ellos. ¡°Y voy a ir hasta el final¡±, dice N¨²?ez, que asegura tener documentaci¨®n para contrarrestar todas las ¡°mentiras¡± de las que le acusan.
El contencioso de la junta directiva saliente con Uniteco empa?¨® la campa?a electoral. Fue el tema estrella en el debate que organiz¨® Diario M¨¦dico y al que solo falt¨® L¨®pez Arribas al alegar problemas de agenda. Este diario tampoco ha podido hablar con ella para este reportaje. Una de las promesas de su programa consist¨ªa en romper todos los contratos actuales con las empresas que trabajan en el Colegio. N¨²?ez asegura que la apoya por eso.
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