El ICS deber¨¢ indemnizar con 800.000 euros a una paciente por mala praxis
La intervenci¨®n quir¨²rgica que se practic¨® a la mujer en la columna la ha dejado dependiente
El Juzgado Contencioso Administrativo n¨²mero 4 de Barcelona ha condenado al Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS) y a la aseguradora Zurich a indemnizar con 804.271 euros a una paciente a la que se le practic¨® una operaci¨®n "inadecuada" de columna vertebral que la ha dejado dependiente, seg¨²n ha informado El Defensor del Paciente.
La sentencia relata que, a consecuencia de la intervenci¨®n la paciente requiere del uso de muletas, tiene trastornos neur¨®genos en ambas piernas, requiere ayuda para las actividades b¨¢sicas, sufre ca¨ªdas repentinas por inestabilidad y depresi¨®n grave reactiva.
Los hechos se remontan a julio de 2007 cuando la paciente fue operada por una artrodesis L5-S121 y laminectom¨ªa L5 con un autoinjerto y t¨¦cnica instrumentada, despu¨¦s de tres a?os de lista de espera desde que se le diagnostic¨® una espondilosis y espondilolistesis de grado L5-S121.
El texto se?ala que la operaci¨®n se realiz¨® con una "t¨¦cnica inadecuada a las condiciones anat¨®micas de la paciente", ya que al existir un defecto anat¨®mico se opt¨® por hacer una fijaci¨®n transveral, poni¨¦ndole tornillos en la v¨¦rtebra que no es material ¨®seo consistente para sujetar.
A los pocos d¨ªas de la intervenci¨®n tuvo que ser reingresada tras varias visitas al servicio de urgencias del hospital por infecci¨®n de la herida quir¨²rgica con un cuadro de meningitis y f¨ªstula con salida de l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo por la herida quir¨²rgica. No obstante, se le diagnostic¨® en una afecci¨®n incorrecta con tratamiento inadecuado para los s¨ªntomas de meningitis aguda por infecci¨®n.
La paciente volvi¨® a ser intervenida por tercera vez para la limpieza de la herida el mes de agosto, y reingres¨® al a?o siguiente, cuando tuvo que ser operada de nuevo.
El texto recoge que no hubo un examen meticuloso tal como se requer¨ªa para este tipo de intervenci¨®n, ni un control de la patolog¨ªa de la paciente con anterioridad a la intervenci¨®n quir¨²rgica, ni de las pruebas radiol¨®gicas que se efectuaron en 2005, ya que no fue hasta el momento en el que el m¨¦dico fue a intervenirla, cuando se observ¨® que la paciente ten¨ªa unos pedicuros displ¨¢sicos y tuvo dificultad para instrumentalizarlos, seg¨²n ¨¦l mismo reconoci¨®.
El resultado final fue un "empeoramiento significativo" de la paciente por la pr¨¢ctica de la artrodesis instrumentada que no se realiz¨® adecuadamente y por no controlar la evoluci¨®n posterior para evitar infecciones. Tampoco se le inform¨® de las alternativas del tratamiento ni de las diversas t¨¦cnicas y riesgos que comportaba cada una de ellas.
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