Todos somos turistas

Abogados, arquitectos, alba?iles, amas de casa y periodistas. Todos somos turistas o guiris en uno u otro momento, aunque algunos prefieran llamarse viajeros. Y lo que a todos nos une son las mismas ganas de inmortalizar, con una o miles de fotograf¨ªas o souvenirs que recuerden, y demuestren a los dem¨¢s, que se ha estado all¨ª durante unos d¨ªas en los que nos convertimos en turistas; un esp¨¦cimen descrito, casi siempre, como una persona de pantal¨®n corto, sandalias, calcetines blancos y una c¨¢mara colgada al cuello.

El fot¨®grafo Martin Parr (Reino Unido, 1952) reflexiona sobre el fen¨®meno tur¨ªstico en Souvenir. Martin Parr, fotograf¨ªa y coleccionismo, una exposici¨®n (hasta el 21 de octubre) comisariada por Juan Pablo Wert, a partir de las im¨¢genes de este fot¨®grafo de la agencia Magnum sobre el fen¨®meno tur¨ªstico kitsch y de masas en diferentes partes del planeta.

Nos obsesionamos tanto por hacernos la foto que olvidamos vivir la experiencia¡±

A partir de 30 autorretratos llenos del sentido del humor que caracteriza toda su obra, Parr aparece inmortalizado junto a Putin y Messi de cart¨®n, en un decorado de Dub¨¢i y montado en una g¨®ndola de Las Vegas. Le siguen 149 postales de la colecci¨®n particular del autor y unas 70 instant¨¢neas realizadas por ¨¦l en las que lleva a cabo su peculiar investigaci¨®n etnogr¨¢fica del fen¨®meno tur¨ªstico.

Las fotograf¨ªas, enormes y sin marcos para dar sensaci¨®n de espontaneidad, nos recuerdan que ser turista tiene muchos inconvenientes: ¡°Los lugares que visitamos los imaginamos vac¨ªos, pero cuando vamos est¨¢n masificados y son una pesadilla¡±, comenta Parr. Ocurre en el aislado Machu Picchu de Per¨², siempre lleno de grupos, en la Acr¨®polis de Atenas, delante de la inclinada torre de Pisa (que todo el mundo parece empe?ado en sostener) o en el parque G¨¹ell barcelon¨¦s, donde es imposible ver el drag¨®n de trencad¨ªs de Gaud¨ª, rodeado de personas a todas horas que quieren inmortalizarse junto a ¨¦l ¡ª?qui¨¦n se habr¨¢ inventado que trae suerte tocarlo!¡ª. Precisamente Parr expone por primera vez im¨¢genes de su serie Barcelona que realiz¨® esta Semana Santa, sobre todo de colas de la Sagrada Familia, el Camp Nou y La Rambla, reflejando las contradicciones de esta ciudad mitad flamenca, mitad guadiana, a tenor de los recuerdos que los turistas se llevan de regreso a casa. Los men¨²s tur¨ªsticos y las atestadas playas tambi¨¦n est¨¢n en el punto de mira del objetivo de Parr.

El tono cambia con sus propios souvenirs, m¨¢s de 200 objetos en los que los protagonistas son la f¨¦rrea Margaret Thatcher convertida en taza de t¨¦, Bin Laden y Sadam Husein retratados en la esfera de un reloj, que Parr compra en Ebay. La exposici¨®n se cierra con una selecci¨®n de 500 objetos, obras de arte y muebles de colecci¨®n de Juanjo Fuentes que, literalmente, ha tra¨ªdo su casa de M¨¢laga al CCCB. Como si el visitante estuviera en Ikea, se pueden ver el sal¨®n, el ba?o y la habitaci¨®n de este estilista llenos de objetos con cierto horror vacui.

¡°Nos obsesionamos tanto por hacernos la foto que nos olvidamos de vivir la experiencia que comporta la visita¡±, comenta Parr mientras se deja fotografiar dentro de las fauces de un tibur¨®n de cart¨®n con sus sandalias de turista, eso s¨ª, sin calcetines.