Sentido, alma y sensibilidad
Es saber que el Gobierno municipal de Lasarte va a reconocer la condici¨®n de eminencia a Aiora Zulaika, Pirritx, y recorrerme un escalofr¨ªo de indignaci¨®n. Y a pesar de tan desagradable sensaci¨®n, me satisface moralmente tenerla porque significa que conservo la memoria. Mi recuerdo de Aiora Zulaika, Pirritx, no es de sus espect¨¢culos infantiles junto a Porrotx. Mis recuerdos de Pirritx se concentran en el bochornoso espect¨¢culo pol¨ªtico que protagoniz¨® en el a?o 2001. Concretamente un 20 de marzo de ese a?o, cuando la artista actuaba como concejal de Lasarte-Oria por la izquierda abertzale, y en el pleno convocado de forma extraordinaria, despu¨¦s que ETA asesinara con un tiro en la nunca a Froil¨¢n Elezpe, concejal socialista en Lasarte Oria. La artista que da vida a Pirritx, como concejal, se neg¨® a condenar el asesinato de su compa?ero de corporaci¨®n. La persona transformada en Pirritx se muestra sentimental y emp¨¢tica con los ni?os y ni?as, pero en aquel pleno fue ella misma, al natural, sin maquillaje: fr¨ªa, insensible, indolente y malvada; porque para mi es maldad la actuaci¨®n de una persona que tras el asesinato de otra, ni lo condena, ni tiene un gesto humano de apoyo con la familia, compa?eros y amigos del asesinado. La artista infantil y concejal compareci¨® aquel aciago d¨ªa bajo una actitud impasible, sin mostrar dolor o sentimiento alguno. Aquella mujer ser¨¢ en las pr¨®ximas fiestas de Lasarte Oria homenajeada por el gobierno municipal, y lo ser¨¢ cuando todav¨ªa lleva en su conciencia esa actitud ¨¦ticamente rechazable, impropia de una buena persona y de un buen dem¨®crata.
La artista mencionada, a la que se presupone un alma que enamora los sentimientos de ni?os y ni?as, demostr¨® poseer un coraz¨®n insensible, inmune al dolor que provoco la violencia terrorista de ETA. La persona que se maquilla para hacer de Pirritx, no ha reconocido lo reprobable de su actuaci¨®n, tampoco el da?o que provoco con ese comportamiento. Al contrario, ha seguido adelante con su vida, recorriendo pueblos y ciudades vascas, triunfando, disfrutando del ¨¦xito, sin remordimientos, sin condenar la violencia, sin conciencia ¡ªo con su mala conciencia a cuestas¡ª incluso solidariz¨¢ndose de vez en cuanto, disfrazada de payaso, con aquellos que estaban en ETA. Si me permiten, creo que en una artista como ella deber¨ªa primar la sensibilidad, esa que reina en el universo de los payasos, que son como un peque?o ej¨¦rcito de soldados de paz y sonrisas, cuya ¨²nica arma es la felicidad y el consuelo que dan a nuestros corazones.
Pero yo puedo ser c¨®mplice de un olvido injusto y perverso. Soy de las que pienso que hay que exigir el relato de lo sucedido pero tambi¨¦n que hay obligaci¨®n de sentarse a escribirlo y a contarlo. Por eso hoy quiero recordar lo ocurrido. Para que no se olvide. Para que no se les olvide, sobre todo a aquellos que ahora se permiten ¡ªtras un pasado truculento y bochornoso de justificaci¨®n de la violencia¡ª darnos lecciones de pacificaci¨®n, generosidad y tolerancia. Hasta ah¨ª pod¨ªamos llegar.
Los vascos queremos la paz. Y queremos construirla entre todos. Pero nuestro deseo de reconciliaci¨®n social jam¨¢s podr¨¢ suponer la desmemoria o la perversi¨®n de la historia. La paz, el reconocimiento, la reconciliaci¨®n y la tolerancia son trabajos pendientes de la sociedad vasca; prueba de que son necesarios es el hecho de que la persona que se transforma en Pirritx no haya a¨²n mostrado solidaridad o rechazo por el asesinato de mi compa?ero Froilan Elezpe.
Tan grave como la actitud pasada y presente de la persona que hay tras Pirritx, es la decisi¨®n de ese homenaje, porque supone un premio a un recuerdo vergonzante de la historia democr¨¢tica vasca: una concejala a la que se le supone dem¨®crata, que se niega fr¨ªamente a condenar el asesinato de un vecino y compa?ero de corporaci¨®n. Cierto es que el homenaje ha sido decidido por el Gobierno municipal de Bildu; pero tan cierto como eso es el hecho de que fue Jes¨²s Zaballos, socialista, y el PSE-EE quienes ganaron las elecciones municipales en Lasarte-Oria. Y que, a pesar de ello, el PNV prefiri¨® a Bildu para la alcald¨ªa y a¨²n hoy lo mantiene en la gesti¨®n ordinaria y extraordinaria del Ayuntamiento, junto con la Plataforma ciudadana. Ahora se muestran en contra del homenaje a Pirritx eta Porrotx, pero ese premio ha sido posible porque Bildu tiene la alcald¨ªa y la tiene, como he dicho, gracias al PNV. Y eso no puede cambiarse, aunque podr¨ªa arreglarse si el PNV apoyara una moci¨®n de censura en el Ayuntamiento de Lasarte Oria para que quien gan¨® las elecciones, Jes¨²s Zaballos, recuperase el bast¨®n de alcalde. Que no pongan ahora el grito en el cielo, porque de aquellos polvos, vienen estos lodos.
Que no se extra?en, porque de aquel espect¨¢culo viene ahora este circo, desprovisto de alma, sentido y sensibilidad con la historia y con la memoria de las v¨ªctimas.
La persona transformada en Pirritx fue fr¨ªa, malvada ante el asesinato de Elezpe
Rafaela Romero es portavoz del PSE-EE en las JJ GG de Gipuzkoa.
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