En la l¨ªnea de sombra
Las demandas ciudadanas ante la crisis sit¨²an el centro de gravedad de las pol¨ªticas necesarias en la izquierda
I want to believe. El deseo de creer animaba a Fox Mulder en Expediente X. Ese "quiero creer", o la versi¨®n laica del optimismo de la voluntad, fue tambi¨¦n el esp¨ªritu dominante entre los simpatizantes de Compromiso por Galicia y el Novo Proxecto Com¨²n que compart¨ªan la urgencia de construir una nueva organizaci¨®n para otro nacionalismo y otra izquierda que superase los d¨¦ficits democr¨¢ticos y la baja inclusividad del BNG liderado por la UPG. Tras el abandono del Bloque por los irmandi?os y M¨¢is Galiza era posible imaginar un espacio de encuentro para los dem¨®cratas progresistas, la izquierda con un compromiso transformador, el galleguismo de inspiraci¨®n republicana y el nacionalismo soberanista.
Cuatro meses despu¨¦s ese espacio sigue parcelado y la atomizaci¨®n de siglas sedimenta, lentamente, en tres culturas: un galleguismo centrista, una izquierda nacionalista renovadora y el soberanismo. Las etiquetas y fronteras son imprecisas, pero las dos primeras se citan, b¨¢sicamente, en Compromiso y la izquierda soberanista lo hace en las asambleas del NPC. A estas alturas a nadie se oculta que hay dos estrategias de acumulaci¨®n de fuerzas claramente diferenciadas y un horizonte de confluencia en el que, educadamente, se dice creer pero que carece de hoja de ruta para hacerse realidad. Se constata que, por resignaci¨®n o conformismo, en el NPC y en Compromiso ganan posiciones aquellos que, como el escribiente Bartleby, preferir¨ªan no tener que dar pasos hacia la convergencia pol¨ªtica u organizativa de los dos espacios.
El pasado s¨¢bado, la asamblea de asambleas del NPC decidi¨® impulsar la creaci¨®n de una ¡°una organizaci¨®n pol¨ªtica abierta, enmarcada dentro del nacionalismo y de la izquierda amplia y plural¡±. La adscripci¨®n a la nueva formaci¨®n ser¨¢ individual; Encontro Irmandi?o, y tambi¨¦n Causa Galicia o la FPG, actuar¨¢n como ultimus inter pares en una asamblea fundacional en la que, a pesar de la afinidad soberanista, no ser¨¢ f¨¢cil precisar un programa de acci¨®n pol¨ªtica compartido, ni armonizar la democracia directa con la agilidad en la toma de decisiones ejecutivas. Se conf¨ªa en que el capital simb¨®lico y atractivo electoral de Xos¨¦ Manuel Beiras funcione como elemento cohesionador, pero ni Beiras parece estar muy convencido de que un caudillismo amable sea la soluci¨®n, ni los activistas del NPC van a aceptar acr¨ªticamente las formas de la vieja partitocracia.
El NPC proclama que quiere ser algo m¨¢s que una fusi¨®n en fr¨ªo de la izquierda soberanista y se ofrece al galleguismo, al nacionalismo y a la izquierda inclusiva y plural. Estas mismas referencias motivaron a M¨¢is Galiza, a Acci¨®n Galega y a los ecosocialistas para organizarse en Compromiso. No es ¨²nicamente su desconfianza del asamblearismo y el temor a reeditar otro BNG -ahora sin un partido gu¨ªa visible- lo que los aleja del NPC, parte de sus dirigentes creen que basta con tomar la direcci¨®n contraria a las pol¨ªticas y modelo organizativo del BNG para alcanzar el ¨¦xito y semejante antagonismo estrat¨¦gico alienta su empe?o por convertir el galleguismo, no en un espacio de inclusividad y encuentro democr¨¢tico en defensa de Galicia, sino en un disolvente de los valores de la izquierda de Compromiso.
La divergencia le est¨¢ ganando la partida a la convergencia. Hay que volver a las ense?anzas de Fox Mulder: la verdad est¨¢ ah¨ª fuera. La ruina del autogobierno, garantizada por el PP, y las demandas de muchos ciudadanos ante la crisis econ¨®mica y social sit¨²an inequ¨ªvocamente en la izquierda el centro de gravedad de las pol¨ªticas necesarias. La defensa de los servicios p¨²blicos y de los bienes comunes, el igualitarismo de trato y oportunidades, la radicalidad democr¨¢tica y la supeditaci¨®n de las decisiones econ¨®micas a la soberan¨ªa ciudadana ser¨¢n banderas que convocar¨¢n el cambio pol¨ªtico en Galicia.
No basta con creer. Un acuerdo electoral del NPC y Compromiso puede ayudar a movilizar a muchos gallegos que hoy est¨¢n afiliados al Partido de la Abstenci¨®n. Ser¨¢ su convergencia lo que permitir¨¢ a Compromiso y al NPC salvar la l¨ªnea de sombra que separa lo que hoy son ¡ªorganizaciones de militantes sin refrendo electoral¡ª de lo que pueden llegar a ser: un instrumento pol¨ªtico para el empoderamiento de los ciudadanos que aspiran a recuperar el autogobierno para las pol¨ªticas de defensa del bien com¨²n. La terca realidad nos advierte que la renuncia a la convergencia solo contribuir¨¢ a un nuevo ¨¦xito electoral del PP que se beneficiar¨¢ del debilitamiento del BNG y del fracaso de Compromiso por Galicia y el NPC. Tras esa soberana derrota, ni el c¨¢ndido Fox Mulder querr¨¢ volver a creer.
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