La esclavitud del siglo XXI
La atenci¨®n a las v¨ªctimas de trata con fines de explotaci¨®n sexual mejora en Espa?a tras a?os ¡°invisibilizada¡± Unas jornadas policiales analizan este drama
Son enga?adas bajo la promesa de un futuro mejor en otro lugar, son trasladadas a ¨¦l y all¨ª pierden toda su capacidad de decisi¨®n, convirti¨¦ndose en esclavas sexuales cuyos clientes a veces ni se percatan de su condici¨®n de cautivas. A veces, quienes las introducen en el drama de la trata con fines de explotaci¨®n sexual son incluso sus parejas, ¡°hombres que traen a su novia, que unos d¨ªas despu¨¦s se traen a otra... no estamos hablando de grandes organizaciones criminales¡±, seg¨²n indicaba ayer Jos¨¦ Nieto, inspector jefe de la Polic¨ªa Nacional.
Parece un drama lejano al d¨ªa a d¨ªa de Euskadi, pero puede pasar por delante de nuestros ojos sin que nos demos cuenta. Tampoco hay datos fiables sobre la trata de mujeres con fines de explotaci¨®n sexual ¡ªaunque en 2011 en Espa?a se practicaron 295 atestados, de ellos 87 de trata y 208 de explotaci¨®n sexual en 2011 en Espa?a, con 1.082 v¨ªctimas identificadas y 745 detenidos¡ª. Para atenderlas y luchar contra estos delitos, la Direcci¨®n de Atenci¨®n a las V¨ªctimas de la Violencia de G¨¦nero organiz¨® ayer en Arkaute unas jornadas policiales sobre este delito.
Su responsable, Mariola Serrano, reconoci¨® que este drama ¡°ha estado invisibilizado en las pol¨ªticas p¨²blicas¡± hasta hace pocos a?os. Ahora, atenderlas y protegerlas es una obligaci¨®n de todas las instituciones, subray¨®. Euskadi cuenta desde mediados de 2010 con un centro de acogida espec¨ªfico para estas v¨ªctimas que en 2011 atendi¨® a ocho mujeres.
Pero el camino est¨¢ lleno de obst¨¢culos que fueron enumerados ayer por los distintos expertos en la materia. ¡°Muchas veces falta colaboraci¨®n por parte de las v¨ªctimas¡±, se?al¨® Patricia Fern¨¢ndez Olalla, fiscal adscrita al fiscal de la sala de extranjer¨ªa, porque ¡°tienen m¨¢s miedo a los tratantes que confianza en la polic¨ªa¡±. Pese a serlo, a veces ni reconocen ser v¨ªctimas de explotaci¨®n, tras una redada en un club de alterne ¡ªdonde se identifica al 74% de las v¨ªctimas, pese al auge de pisos en los que se las confina y que son m¨¢s dif¨ªciles de controlar por la polic¨ªa¡ª.
¡°Tambi¨¦n hay trata de Burgos a Getafe, pero eso a veces no lo vemos¡±
Pero hay pistas claras sobre las que la fiscal insisti¨® ante los agentes. Entre las mujeres extranjeras, ¡°cuando ellas dicen que han llegado a Espa?a ¡®porque me lo han pagado¡¯ es un indicio¡±. Si en los casos de tr¨¢fico de inmigrantes irregulares quienes lo llevan a cabo cobran de antemano, los tratantes ¡°nunca cobran por anticipado, adelantan el dinero porque lo van a recuperar con creces; cuando dicen que han llegado a Espa?a porque ¡®me lo han pagado¡¯, es un indicio claro¡±.
¡°Detr¨¢s de los muros de los clubes de alterne hay muchas mujeres que no quieren estar¡±, insisti¨®. Aunque no se puedan aplicar medidas penales en contra de los proxenetas, existen otras v¨ªas, como las multas, que pueden generar cierta asfixia econ¨®mica que actuar¨ªa como un mecanismo m¨¢s contra este delito. ¡°Si no hay demanda, no hay oferta¡±, a?adi¨® Mabel Lozano, productora de un documental con el testimonio de doce v¨ªctimas que censur¨® que Espa?a es el ¡°tercer pa¨ªs del mundo en consumo de prostituci¨®n¡±. Una de esas j¨®venes, asegur¨®, ¡°les cont¨® [a sus clientes] lo que le pasaba y ninguno hizo nada¡±.
¡°M¨¢s de una vez nos hemos dejado dinero pagando pensiones¡± para estas mujeres, se?al¨® Nieto ayer, para despu¨¦s a?adir que, afortunadamente, esta situaci¨®n ha mejorado gracias a instituciones y ONG que cuentan con centros de acogida.
El centro vasco atendi¨® en 2011 a ocho mujeres, seis de ellas de edades comprendidas entre los 18 y los 30 a?os. Al contrario de lo que indican los datos estatales, que apuntan a que tan solo el 37% de las mujeres identificadas como v¨ªctimas de trata o de explotaci¨®n sexual est¨¢n en Espa?a en situaci¨®n irregular ¡ª ¡°tambi¨¦n hay trata de Burgos a Getafe, pero eso a veces no lo vemos¡±, puntualiz¨® Nieto¡ª, la mayor¨ªa de las atendidas en Euskadi, seis, estaban en el pa¨ªs de forma irregular y tan solo dos eran ciudadanas de la Uni¨®n Europea. Una de ellas ha precisado de escolta despu¨¦s de que se considerara que ten¨ªa un riesgo especial.
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