¡°La crisis acerca m¨¢s a la gente al fado¡±

A Mariza le gustar¨ªa volver a aquellos a?os. A Zalala, la taberna de sus padres, donde escuch¨® sus primeros fados mientras serv¨ªa las mesas. A las escalinatas sinuosas y las casas de color pastel del humilde barrio de Morer¨ªa (Lisboa) donde la se?alaban como la ni?a ¡°que cantaba diferente¡±. Regresa a los conciertos tras un a?o de retiro por el nacimiento de su primer hijo. ¡°Me estaba volviendo un poco loca, no puedo vivir sin cantar, es algo que me alimenta¡±.

Le pod¨ªa la a?oranza, la saudade quiz¨¢s. ¡°He echado mucho de menos el escenario, a los amigos, al p¨²blico¡±. Ahora, cuando interpreta, la fadista rubia platino siente que est¨¢ en aquella primera taberna o en la estrecha tasca do Chico, en el barrio lisboeta de Alfama, por la que a veces se deja caer. Quiere dar las gracias. ¡°Es un obrigado a los que me han servido como profesores sin saberlo en todos estos a?os¡±. A los espont¨¢neos a los que escuchaba en las calles del barrio. ¡°A esas personas que me han envuelto con la m¨²sica y con el sentimiento del fado¡±.

De eso va su ¨²ltimo disco, Fado Tradicional, y el concierto que ofrece este domingo en Madrid en el II Festival Fado en los Teatros del Canal (Cea Berm¨²dez, 1). ¡°Es un espect¨¢culo m¨¢s intimista, quiero estar m¨¢s cerca de la gente¡±, explica al tel¨¦fono desde Portugal. Su ¨²ltima actuaci¨®n en Madrid fue en 2007, cuando cant¨® con Miguel Poveda en el Auditorio Nacional tras participar en la pel¨ªcula Fados, de Carlos Saura.

Mariza (Maputo, Mozambique, 1973) ha mezclado el g¨¦nero portugu¨¦s con casi todo: jazz, soul, blues, m¨²sica cl¨¢sica, flamenco. ¡°Llevo 10 a?os haciendo festivales muy diferentes, el fado combina muy bien. Es una m¨²sica muy portuguesa, s¨ª, pero tambi¨¦n muy universal¡±.

En Espa?a ha colaborado con Poveda, Jos¨¦ Merc¨¦, con Concha Buika y el productor Javier Lim¨®n. ?Tiene a alguien m¨¢s en mente? ¡°Eso no se planea. La m¨²sica no es algo cerebral ni matem¨¢tico. Hay que sentir empat¨ªa, energ¨ªa, coraz¨®n...¡±. Pausa. S¨ª, hay alguien con quien interpretar¨ªa hoy mismo, sin conocerlo. Pero ¡°a los dioses no se les pide nada¡±. El dios es Paco de Luc¨ªa. ¡°Me encantar¨ªa que tocara un fado para m¨ª¡±.

Mariza es embajadora del fado. Cuando fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2011, una periodista escribi¨®: ¡°Por lo menos esto nos ayuda a subir la autoestima, ?no?¡±. Se queda pensativa. ¡°Incre¨ªblemente, en este momento tan gris en Portugal, la gente se acerca m¨¢s a la cultura, a la m¨²sica, al teatro, al fado, porque alimentan el alma¡±. No se le ocurre ning¨²n fado para ilustrar la crisis ni se atreve a citar cu¨¢l es su favorito. ¡°Es como decirle a una madre que elija a uno de sus cinco hijos...¡±.

Desde que la Unesco les otorg¨® la distinci¨®n, siente que en su pa¨ªs hay m¨¢s respeto por esta m¨²sica nacida en los burdeles del siglo XIX. ¡°Hay m¨¢s gente que lo intenta estudiar, entender, cuidar. Ha sido muy importante para conquistar al p¨²blico m¨¢s joven, para que intenten conocer su historia y seguir adelante¡±. Promete un nuevo disco cuando termine la gira. A¨²n no hay detalles. ¡°S¨¦ que lo har¨¦, pero a¨²n no s¨¦ c¨®mo. Primero tengo que sentirlo¡±.