M¨¢s grande que el rock
Rock in Rio se presenta como una experiencia de ocio total m¨¢s que como un evento musical El festival se desarrolla a las afueras de Arganda del Rey el 30 de junio y el 5, 6 y 7 de julio
Hubo un tiempo en que un festival de m¨²sica eran unos melenudos, amplificadores y m¨²sica. Para darle un poco de color a la cosa, quiz¨¢ algo de LSD, barro e incluso sexo los que lo consiguieran. Pero eso parece que ya qued¨® atr¨¢s. Despu¨¦s de ver la Ciudad del Rock, sede del Rock in Rio, incluso se podr¨ªa decir que muy muy atr¨¢s.
El festival itinerante, que llega hoy a Arganda del Rey y se marcha el 7 de julio, tiene poco que ver con el esp¨ªritu de Woodstock. Ni drogas ni cables a la vista (est¨¢n todos enterrados). Eso s¨ª, 200.000 metros cuadrados, una noria de 32 metros, fuentes con aspersores, c¨¦sped artificial para tumbarse, v¨ªdeo Dj para las sesiones de electr¨®nica y hasta clases de Zumba, la l¨ªnea de fitness que mezcla ejercicio con m¨²sica compuesta por Pitbull. ?No le parece bastante? Tambi¨¦n hay una tirolina delante del escenario para ver los conciertos en pleno descenso o desde la que cantar como hizo este a?o en la edici¨®n de Lisboa Ricky Wilson de los Kaiser Chiefs. Si eso no es espect¨¢culo, que baje San Pedro y lo diga.
?Y la m¨²sica? ?Qu¨¦ pasa con la m¨²sica? Tranquilos los esc¨¦pticos: tambi¨¦n habr¨¢, pero que que quede claro que esa no es la cuesti¨®n. La organizaci¨®n lo repite hasta la saciedad: el objetivo es ofrecer ¡°una experiencia de convivencia en la que los conciertos son la excusa¡±, tambi¨¦n lo llama ¡°una gran fiesta¡±. Y como en las fiestas, las bandas estar¨¢n sobre todo para escucharlas de fondo mientras se canta o se hace otra cosa supuestamente divertida. Para explicar exactamente qu¨¦ significa este portazo al esp¨ªritu del rock and roll, Roberto Medina, creador y organizador del evento, recurre a otro ejemplo de Lisboa: ¡°Ten¨ªas un concierto impresionante de Bruce Springsteen, lleno; pero, mientras, tambi¨¦n estaba llena la noria¡±.
Lo dicho no significa que el cartel no sea capaz de arrastrar a un buen n¨²mero de fans: Rihanna, Red Hot Chili Peppers, David Guetta, Lenny Kravitz, Macaco, La Oreja de Van Goh, Pitbull, 2 Many Djs¡ Hasta una cincuentena de grupos de estilos dispares, siguiendo la estrategia de la organizaci¨®n de dirigirse a un p¨²blico lo m¨¢s variado posible. Este a?o destaca la fe en la m¨²sica electr¨®nica, para la que se reserva cada d¨ªa un escenario propio y, el viernes 6 de julio, incluso una noche de dedicaci¨®n exclusiva. La primera jornada es una marat¨®n de 14 horas de m¨²sica, especialmente de artistas y bandas en espa?ol, que tiene como cabeza de caerel a los mexicanos Man¨¢. Adem¨¢s actuar¨¢ Lenny Kravitz. Durante todo el festival actuar¨¢n m¨¢s de 70 artistas, entre bandas, DJs y bailarines en tres escenarios.
Apuesta por la electr¨®nica
El giro electr¨®nico no es un detalle menor. La organizaci¨®n asegura que se debe a que en 2010 comprob¨® que David Guetta atra¨ªa a tanto p¨²blico como Shakira, as¨ª que se convenci¨® de que deb¨ªa apostar por los Dj's como estrellas emergentes. Los m¨¢s maliciosos oponen que no se debe pasar por alto que en la anterior edici¨®n fuera a la familia a la que se le reserv¨® una jornada propia. El cambio puede ser el s¨ªntoma de unos tiempos convulsos, o quiz¨¢s el resultado de que la actuaci¨®n de la exestrella infantil Miley Cirus en 2010 result¨® m¨¢s t¨®rrida de lo que muchos padres hubieran deseado. Para evitar malentendidos, este a?o se pasar¨¢ directamente a las gog¨®s bailando sobre plataformas ligeritas de ropa.
Sea como sea, la zona electr¨®nica se presenta como un amplio c¨ªrculo formado por una especie de exprimidores gigantes en el interior de los cuales bailar¨¢n las gog¨®s y que afirma estar inspirada en el monumento de Stonehenge. Si no parece bastante danza, hay un espacio adicional llamado Street Dance, un escenario con concursos de coreograf¨ªas. La elecci¨®n del baile callejero como revulsivo de nuevo prueba que en Rock in Rio est¨¢n m¨¢s que atentos a las tendencias que puedan atraer a p¨²blicos diversos.
Fiesta de las marcas
Plantear el tema del enfoque mercadot¨¦cnico del evento puede parecer espinoso, pero Medina no tienen demasiados complejos al respecto. ¡°Hay quien critica que mi festival parece un centro comercial¡±, dice. ¡°Y es verdad: esto es la evoluci¨®n del centro comercial, porque el 50% de la gente que va a un shopping es para socializar: por la experiencia¡±.
Para entender la estrategia, hay que recordar que el brasile?o Medina ¡ªun torbellino al que le gusta mezclar en sus conversaciones citas de Paulo Coelho, brindis por la paz mundial y recetas econ¨®micas liberales¡ª no viene del mundo musical, sino del de la publicidad. Su proyecto naci¨® en 1985 en Rio de Janeiro bajo la ¨¦gida de Brahma, una marca de cerveza que quer¨ªa promocionarse entre los j¨®venes con un evento atractivo al tiempo que limpio, ordenado y poco propenso al caos. El festival con el que Medina cumpli¨® sus demandas tuvo tanto ¨¦xito que ya lleva 10 ediciones en diferentes pa¨ªses.
El secreto estuvo y sigue estando en lo que Medina denomina ¡°la fiesta de los patrocinadores¡±. Su aportaci¨®n supone aproximadamente la mitad de ganancias de cada festival. Tambi¨¦n son los responsables de que casi todas las actividades l¨²dicas lleven el apellido de una marca. A cargo de los patrocinadores de Arganda habr¨¢ forzudos que aupen a las chicas para ver los conciertos, un escenario desde el que saltar sobre un p¨²blico hinchable como si sedieran un ba?o de masas, un cine con proyecciones en 360 grados, un puesto de cremas con dermat¨®logos inclu¨ªdos...
¡°Las marcas tiene que aportar a la experiencia de la gente. Si hay una m¨¢s floja nos estropea la oferta¡±, explica una portavoz del festival. La organizaci¨®n asegura que ha tenido que apretar para ajustar precios ante el mal contexto econ¨®mico. ¡°Pero los patrocinadores siguen apostando por nosotros¡±.
La f¨®rmula tiene sus detractores, pero el hecho es que esta ser¨¢ la tercera edici¨®n en Madrid, una trayectoria que no est¨¢ mal en una regi¨®n en el que los festivales no duran mucho. Tambi¨¦n es cierto que los promotores musicales suelen citar la falta de espacios adecuados como la mayor traba para tener ¨¦xito, y la Ciudad del Rock es un territorio lujoso y expresamente creado para el evento por el Ayuntamiento de Arganda del Rey.
Esa inversi¨®n municipal es otra fuente recurrente de pol¨¦mica. Arganda urbaniz¨® el espacio, realiz¨® saneamientos, y asfalt¨® en 2008. Ahora cede el recinto cinco meses antes del evento y Rock in Rio lo acondiciona asumiendo los costes.
Para montar la Ciudad 500 operarios trabajan desde finales de febrero. Se trata de 20 hect¨¢reas de terreno que aseguran un aforo de 100.000 personas. Adem¨¢s de la pista electr¨®nica, el festival tiene un solo escenario: el llamado Escenario Mundo, un inmenso altavoz para 250.000 vatios rodeado de paneles de chapa c¨®ncavos y convexos con que potenciar los efectos de iluminaci¨®n
Limpieza, seguridad y control son tres de las obsesiones en la Ciudad del Rock. No habr¨¢ alcohol de mayor graduaci¨®n que la cerveza (el medio litro cuesta cuatro euros). Incluso las marcas de licores que participen con sus promociones ofrecer¨¢n una versi¨®n light de s¨ª mismas para estar por debajo de los seis grados. Esa ley semiseca se anula en el interior de la carpa VIP, para la que existen 2.000 entradas. La entrada VIP cuesta 275 euros, frente a los 69 de la normal. Entre los privilegios que supone tambi¨¦n est¨¢ el acceso prioritario al parking; al resto de humanos se le recomienda tomar los autobuses gratuitos en el metro de Arganda o en el Santiago Bernab¨¦u. Que la beutiful people madrile?a guste de dejarse ver en torno al catering de la carpa es una nueva prueba de que la ambici¨®n del festival es seducir tanto a ni?os como a roqueros, pokeros o paseantes poco familiarizados con la m¨²sica.
Cuando le hablan de eventuales p¨¦rdidas en la edici¨®n de este a?o por la crisis, Medina no se inmuta. ¡°Me avisaron de que pod¨ªa ser un mal a?o para organizar nada, pero estoy aqu¨ª, y no porque un contrato me obligue, sino porque creo que hay que estar. Los empresarios debemos dar la cara¡±. El brasile?o asegura que est¨¢ dispuesto a vivir un peque?o bache despu¨¦s de una inversi¨®n de 25 millones. ¡°Yo tengo un gran proyecto para el Rock in Rio y s¨¦ que el futuro ser¨¢ bueno. No me preocupa un a?o: solo miro la big picture¡±.
Roberto Medina: ¡°Un festival en Oriente Pr¨®ximo es mi nuevo objetivo¡±
Roberto Medina (Rio de Janeiro, 1949) presume de ser una de los hombres que ha cambiado el paso del rock and roll.
En la v¨ªspera de su primer Rock in Rio, en 1985, reuni¨® para una cena a todas sus estrellas (desde Freddy Mercury a James Taylor) y les avis¨®: ¡°Esto del esp¨ªritu rock me parece muy bien, pero el que se retrase cinco minutos con su concierto no cobra el 50% del cach¨¦: tengo compromisos con las televisiones que cumplir¡±.
Desde ese d¨ªa se ha esforzado por racionalizar (habr¨¢ quien diga que por domar) los festivales. "La mayor¨ªa est¨¢n todav¨ªa en la prehistoria", explica enumerando todo lo que no le gusta de ellos: el polvo, las colas... Dentro de su visi¨®n del espect¨¢culo ha introducido novedades como iluminar con tanta intensidad al p¨²blico como al escenario. "La gente tambi¨¦n es el show", dice. Obseso de los detalles, asegura que controla hasta el olor de los ba?os y que las flores sean del color del logotipo de su patrocinador.
Nadie le discute la ambici¨®n. Invent¨® de la nada una de las mayores franquicias musicales del mundo apoy¨¢ndose en una efectiva pol¨ªtica de medios y mercadotecnia. ¡°Hay que tratar bien a la prensa, por eso quer¨ªa presentarte una exclusiva¡±, anuncia en su oficina de Madrid, donde vive desde hace cinco a?os: ¡°Esta ser¨¢ la nueva ciudad del Rock en Oriente Pr¨®ximo¡±. Se?ala un mapa futurista y asegura que est¨¢ negociando con un par de pa¨ªses la ubicaci¨®n.
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