Las Quemadillas o nada
La investigaci¨®n del juez sobre el paredero de Ruth y Jos¨¦ insiste en la finca registrada ya 15 veces
¡°Pese al tiempo trascurrido, a¨²n hoy existen diversos interrogantes sin respuesta, pero al menos, ¨¦stos parecen concentrarse casi en su totalidad en la finca de Las Quemadillas o en sus zonas lim¨ªtrofes, siendo ese el lugar donde Jos¨¦ Bret¨®n pudiera presuntamente ejecutar una acci¨®n criminal contra sus propios hijos, de consecuencias irreparables, lo que explicar¨ªa su s¨²bita desaparici¨®n¡±.
A la polic¨ªa le asaltan multitud de sospechas y obtiene menos certezas en las 212 p¨¢ginas que componen las diligencias policiales realizadas en los seis primeros meses desde que el 8 de octubre Bret¨®n denunciase haber perdido a sus hijos, Ruth y Jos¨¦, mientras paseaba con ellos por el parque Cruz Conde, en C¨®rdoba. Para intentar compensar la balanza, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) regresan hoy a esa parcela de 10 hect¨¢reas las afueras de C¨®rdoba Un lugar que es el ¨²ltimo donde se sabe, a ciencia cierta, que los ni?os estuvieron.
Hasta ahora, todo el trabajo realizado el Las Quemadillas en la quincena de rastreos anteriores, no ha arrojado luz ninguna en la investigaci¨®n. Hace dos semanas, los agentes prospectaron durante d¨ªas sin resultado. Hoy est¨¢ previsto que vuelva a usarse un georradar, que sondea el terreno en busca de irregularidades sospechosas. Una m¨¢quina similar ya se us¨® en los primeros rastreos de octubre, sin ning¨²n resultado.
Para empezar la retah¨ªla de preguntas que se busca responder, los agentes no saben qu¨¦ hizo Bret¨®n los 12 d¨ªas que su tel¨¦fono m¨®vil indica que estuvo visitando la finca de Las Quemadillas, antes de que desapareciesen sus hijos. La peque?a Ruth dijo, antes de desaparecer, que su padre estaba haciendo obras. Pero no hay signos evidentes. Tampoco se sabe por qu¨¦ el d¨ªa de autos, Bret¨®n enga?¨® a su familia al decirles que iba a ir con sus hijos a comer con unos amigos, cuando en realidad nunca hab¨ªa quedado y fue directo a la finca.
Los agentes se preguntan por la desconexi¨®n de las aplicaciones de geolocalizaci¨®n de su m¨®vil, mientras estuvo dentro en la finca de Las Quemadillas la tarde del 8 de octubre. Asimismo, sospechan del sentido ¨²ltimo de la enorme hoguera que hizo ese d¨ªa: ¡°Se entiende que el motivo de esa hoguera es un embeleco articulado a trav¨¦s de una maniobra realizada con el prop¨®sito de generar confusi¨®n, y quiz¨¢s lo m¨¢s importante, de ganar tiempo¡±, se?alan las diligencias.
Sobre el contenido de dos bolsas de basura que las c¨¢maras de vigilancia demuestran que Bret¨®n arroj¨® al salir de la finca, tampoco se sabe nada. Bret¨®n ha ofrecido dos explicaciones distintas. Las dos versiones ¡°no pueden entenderse de manera distinta a que su contenido [el de la basura] tiene que estar relacionado con los hechos que se investigan¡±.
Los estudios periciales demuestran casi al 100% que los ni?os no est¨¢n en los asientos del coche de Bret¨®n cuando ¨¦l sale conduciendo fuera de Las Quemadillas. Pero adem¨¢s, el veh¨ªculo tarda media hora en llegar, cuando lo calculado en las dos reconstrucciones realizadas es que sea de 24 minutos.
Por ¨²ltimo, a los agentes les asusta los restos de ADN encontrados en el coche de Bret¨®n. En especial la sangre que manchaba un pa?uelo de papel que, junto a otros restos org¨¢nicos y restos del golete de una botella de agua, pertenecen a la ni?a Ruth Ortiz. Y la prueba obtenida de la superficie de un rollo de cinta americana hallada en el veh¨ªculo, cuyo ADN pertenece al peque?o Jos¨¦ Bret¨®n.
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