¡°No vendemos humo¡±
La responsable de la entidad relata c¨®mo han sido sus dos primeros a?os de andadura
¡°Tenemos fama, y enti¨¦ndeme, de explotadores¡±. Aizpea Goenaga (San Sebasti¨¢n, 1959), pronuncia la frase sentada en su despacho, mientras acompa?a las palabras de un gesto que dibuja unas comillas en el aire. La responsable del Instituto Etxepare ha capitaneado el exiguo equipo de ocho personas que han transformado la instituci¨®n de los designios que marcaba una ley aprobada por el Parlamento en una realidad. ¡°Hemos pasado de cero a la consolidaci¨®n¡±, explic¨® Goenaga durante la rueda de prensa celebrada hace dos semanas en la que se hizo balance de los dos primeros a?os del Instituto.
La responsable ha transformado el mandato de una ley en una realidad
¡°Bueno, de cero, cero¡±, puntualiza, ¡°ya hab¨ªa un proyecto, ya exist¨ªan una serie de ayudas que se otorgaban desde el Departamento de Cultura... pero hab¨ªa que darle otra forma, readaptarlo¡±, explica Goenaga. ¡°Me toc¨® brear con absolutamente todo, no ten¨ªa despacho, no ten¨ªa un ordenador, un correo, tarjetas, fue ir poco a poco¡±, recuerda la tambi¨¦n actriz y traductora. Desde el cero absoluto, desde supervisar las obras de la sede del Instituto, pelearse con alba?iles, proveedores, hasta llamar a las puertas de la Universidad de Oxford, y conseguir, por ejemplo, que la semana pasada dentro del XV Forum of Iberian Studies, el euskera tuviera por vez primera un hueco.
¡°Ya hab¨ªa un proyecto pero todav¨ªa hab¨ªa que darle otra forma¡±
Goenaga y su equipo se encontraron solo con una ley a la que hab¨ªa que dar forma. ¡°Es una ley muy amplia y fue muy complicado. Sabes que el objetivo es la promoci¨®n y la difusi¨®n del euskera en el exterior¡±, pero, ?c¨®mo? El Instituto Etxepare ha tejido en estos dos a?os una s¨®lida red de lectorados (heredada en parte de la viceconsejer¨ªa de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica), ha concedido ayudas a artistas y creadores, subvenciones para la traducci¨®n, impulsos para la presencia en ferias, eventos, festivales... sin olvidar la industria, porque, como remarca la responsable de Etxepare, si algo diferencia a otros organismos similares es la vocaci¨®n del vasco por tejer alianzas con el que produce, enumera, mientras pinta sobre una mesa un esquema de c¨®mo funciona la criatura con un l¨¢piz rojo del Instituto Cervantes.
En estos dos a?os a Goenaga y su equipo se les han acumulado muchas tareas. ¡°Podr¨ªamos habernos centrado exclusivamente en la parte organizativa, en la estructura, pero yo ten¨ªa muy claro que paralelamente ten¨ªamos que hacer otro trabajo¡±, aclara, en referencia, a la vor¨¢gine de viajes, la redacci¨®n de subvenciones, la b¨²squeda de alianzas con otros centros, de universidades con las que colaborar... De ah¨ª la supuesta fama de explotadores a la que hac¨ªa referencia. ¡°Ha sido mucho trabajo, mucho¡±, a?ade para detallar a continuaci¨®n las cientos de reuniones que ha podido mantener, los proyectos que tiene encima de su mesa (como Bruselas, Catalu?a, Nueva York). ¡°No vendemos humo¡±, zanja Goenaga.
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