La morada de las marionetas
El Teatro C¨®mico de T¨ªteres la T¨ªa Norica abre sus puertas en C¨¢diz
En plena crisis, la T¨ªa Norica no deja de bailar tanguillos. Tiene tanto vivido, tantas historias, que es capaz de ponerse el mundo por montera y presumir de que le han construido una casa nueva, de estreno, en medio del declive inmobiliario. Y esta nueva morada es un teatro que lleva su nombre, para mayor gloria de la hist¨®rica compa?¨ªa de t¨ªteres. Es su nueva vivienda, aunque no sabe si se la dan en propiedad, vivir¨¢ en alquiler o estar¨¢ de prestado. El Ayuntamiento de C¨¢diz prometi¨® hace siete a?os un lugar estable para estas marionetas, abuelas del teatro espa?ol. Pero no ha aclarado si este ser¨¢ el sitio definitivo o un lugar que compartir¨¢n la T¨ªa Norica y los suyos con otras artes y otros artistas.
El Consistorio gaditano, con un importante esfuerzo econ¨®mico, ha podido esta semana abrir las puertas del que ha bautizado finalmente como Teatro C¨®mico de T¨ªteres la T¨ªa Norica. Es una bombonera con espacio para 342 personas y con un escenario de estructura desmontable de 12 x 8 metros, pensado, sobre todo, para espect¨¢culos peque?os como los t¨ªteres. El Ayuntamiento no le ha garantizado un uso exclusivo a este g¨¦nero. Su primera programaci¨®n, tras una semana de puertas abiertas, se conocer¨¢ tras el verano y su estreno oficial podr¨ªa arrancar con el Festival Iberoamericano de Teatro (FIT). Con todo, s¨ª se defiende como el ¨²nico teatro de t¨ªteres del sur, similar al que existe en el Pa¨ªs Vasco.
El Ayuntamiento no aclara si la compa?¨ªa compartir¨¢ el lugar con otras artes
El escenario se ha estrenado con conciertos de orquesta y un sencillo espect¨¢culo de la compa?¨ªa de t¨ªteres de la T¨ªa Norica. La protagonista ha vuelto a bailar, para deleite de sus admiradores, sus tanguillos favoritos: Los duros antiguos.
Nadie pone la mano en el fuego sobre cu¨¢ndo naci¨® la compa?¨ªa. Aunque todos dan por bueno su origen alrededor del arranque del siglo XVIII. Fue en los ochenta, del siglo XX, cuando la familia Babl¨¦ retom¨® los espect¨¢culos cancelados en 1959. Desde entonces, la T¨ªa Norica se ha recuperado en dos aspectos. Las piezas originales se conservan en el Museo de C¨¢diz. La Consejer¨ªa de Cultura aprovech¨® fondos europeos para una reciente restauraci¨®n. Y, mientras, la familia Babl¨¦ promovi¨® representaciones con copias fidedignas que se mantienen desde entonces. As¨ª se han conservado sus cl¨¢sicos sainetes y autos.
En 2005, el Ayuntamiento present¨® lo que llam¨® como Teatro Estable de T¨ªteres la T¨ªa Norica. Supon¨ªa recuperar el antiguo Teatro C¨®mico de C¨¢diz, cuyo ¨²ltimo uso hab¨ªa sido cinematogr¨¢fico, en la calle San Miguel, y convertirlo en morada definitiva para estas marionetas, que se hab¨ªan establecido de manera provisional en el baluarte de Candelaria. El proyecto sufri¨® un importante imprevisto cuando en su subsuelo se encontraron restos de muros de viviendas fenicias. Los arque¨®logos creen que aqu¨ª pueden estar los vestigios humanos m¨¢s antiguos de C¨¢diz, y, por tanto, de Occidente. La enorme relevancia de este hallazgo oblig¨® a modificar el proyecto y el s¨®tano ha sido reservado a facilitar visitas y continuar la investigaci¨®n. El teatro se qued¨® sin todo el espacio esperado.
As¨ª que en el estreno de este nuevo escenario, el Ayuntamiento le ha cambiado el nombre al teatro y deja abierta la posibilidad de que, aunque la T¨ªa Norica tendr¨¢ aqu¨ª su referente esc¨¦nico, tenga que compartir sus usos. Al edificio no le han ca¨ªdo solo flores. Muchos critican su dise?o arquitect¨®nico, cuya fachada rompe con la est¨¦tica del resto de inmuebles contiguos en el casco antiguo gaditano. Y tambi¨¦n lamentan que el yacimiento arqueol¨®gico m¨¢s importante hallado en C¨¢diz en los ¨²ltimos a?os haya quedado escondido bajo el escenario en el que la T¨ªa Norica baila sus tanguillos.
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