¡®Vaticanleaks¡¯ a la gallega
El libro ¡®La Iglesia cat¨®lica en Galicia¡¯ indaga en las intrigas y luchas de poder en la instituci¨®n eclesi¨¢stica durante las d¨¦cadas previas a la Guerra Civil
Intrigas palaciegas, luchas de poder, camarillas conspirando a la sombra del l¨ªder viejo y enfermo, filtraciones interesadas a la prensa para desprestigiar a los rivales e historias de sexo prohibido. Parecen los ingredientes de un bestseller o de las noticias emanadas de la Santa Sede que semanas atr¨¢s ocuparon las portadas de los diarios. Pero no, son una parte de las revelaciones que el historiador Jos¨¦ Ram¨®n Rodr¨ªguez Lago ha sacado a la luz despu¨¦s de bucear en el Archivo Secreto Vaticano. Aparecen diseminadas en La Iglesia cat¨®lica en Galicia. 1910-1936, una obra llamada a convertirse en referencia para entender el papel que la instituci¨®n jug¨® en la comunidad gallega en las d¨¦cadas previas a la Guerra Civil.
La investigaci¨®n, publicada por la editorial Andavira, viene a refutar la idea de que la Iglesia de preguerra era un agente monol¨ªtico y anclado en el pasado. Por el contrario, Rodr¨ªguez Lago, a trav¨¦s de un exhaustivo an¨¢lisis, trata de probar que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica intent¨® incorporarse al proceso modernizador que por entonces arrancaba en Galicia. ¡°Ha sobrevivido 2.000 a?os por algo¡±, reflexiona, aunque en el libro se constatan las tensiones internas y los enfrentamientos entre las sensibilidades aperturistas y las m¨¢s conservadoras. Esa voluntad transformadora, de adaptaci¨®n a los tiempos, qued¨® sepultada una vez instaurada la dictadura franquista.
Rodr¨ªguez Lago ha estado buceando en el Archivo Secreto Vaticano
Como la opacidad sigue siendo norma en las di¨®cesis gallegas y sus fuentes documentales son inaccesibles, el investigador tuvo que irse a Roma para consultar de primera mano gran cantidad de informes y escritos redactados por la mano de algunos de los protagonistas de la historia. De esos textos emerge, por ejemplo, una figura que ilustra una de las caras de la Iglesia de la ¨¦poca: Diego Bugallo Pita, vicario de la Di¨®cesis de Ourense desde 1926 hasta 1945, uno de los personajes m¨¢s poderosos de la provincia, no solo en el ¨¢mbito religioso, sino en el social y pol¨ªtico. Bugallo accedi¨® al cargo despu¨¦s de articular una campa?a de desprestigio contra su predecesor, sobre el que lanz¨® falsas acusaciones de apropiaci¨®n indebida y de sodom¨ªa. Como el obispo, Florencio Cervi?o, padec¨ªa los achaques de la edad, el nuevo vicario asumi¨® todo el poder, actuando como valido de facto. Cre¨® una red de clientes tan potente que ni siquiera los intentos del Vaticano para destituirle surtieron efecto ¡ªsus cr¨ªticos formularon numerosas denuncias en las que lo acusaban de ¡°cacique¡±, de ejercer dudosas pr¨¢cticas econ¨®micas e incluso de no cumplir el voto de castidad¡ª. Despu¨¦s de dos a?os de proceso can¨®nico para relevarlo del cargo, la jerarqu¨ªa romana dio carpetazo al asunto poco antes de las decisivas elecciones de 1936, para no poner en riesgo el caudal de votos que Bugallo aseguraba a la CEDA, el partido que aglutinaba a la derecha cat¨®lica.
La obra aclara el papel de la Iglesia en la Galicia de preguerra
En la obra tambi¨¦n se analiza el complejo juego a tres bandas entre Roma, el poder de la Corte y las oligarqu¨ªas locales a la hora de nombrar a los prelados. As¨ª, el autor llega a hablar de ¡°galleguismo episcopal¡± para referirse a una etapa, en la primera parte de la d¨¦cada de los 20, en la que las cinco di¨®cesis gallegas estuvieron comandadas por aut¨®ctonos. En ese hecho tuvo una importancia capital Vales Fa¨ªlde, capell¨¢n regio y confesor de la esposa de Alfonso XIII, Victoria Eugenia. Su suicidio, en 1923, envuelto todav¨ªa en cierto misterio, inici¨® el ocaso de esa tendencia, basada en un cierto galleguismo regionalista de raigambre conservadora y tradicionalista.
Bugallo Pita accedi¨® al cargo de vicario desprestigiando a su predecesor
Entre las estrategias modernizadoras, Rodr¨ªguez Lago destaca el uso de mecanismos propagand¨ªsticos como los medios de comunicaci¨®n y la incorporaci¨®n de la Iglesia al capitalismo, en el que fueron clave las congregaciones religiosas, que, apoyadas en la emergente burgues¨ªa, empezaron a actuar en las ciudades, financi¨¢ndose con la prestaci¨®n de servicios ¡ªeducativos y sanitarios¡ª. Su penetraci¨®n social explicar¨ªa la posterior movilizaci¨®n pol¨ªtica de los cat¨®licos. En el polo opuesto, la pulsi¨®n m¨¢s conservadora derivar¨ªa en el nacional-catolicismo franquista, que en 1928 movi¨® la estatua del palad¨ªn del liberalismo gallego, Montero R¨ªos, desde la plaza del Obradoiro compostelana a la exc¨¦ntrica de Mazarelos, donde todav¨ªa hoy se yergue.
Los sacerdotes ten¨ªan que luchar contra arraigados cultos paganos
Y mientras, en el rural, con algunas excepciones como la del l¨ªder agrarista Basilio ?lvarez, la situaci¨®n era desoladora. Los sacerdotes, que lidiaban con una poblaci¨®n con arraigados cultos paganos, carec¨ªan de la formaci¨®n adecuada, y su mala situaci¨®n econ¨®mica llev¨® a algunos a buscar otras v¨ªas de enriquecimiento. A los obispos for¨¢neos les costaba entender la idiosincrasia del pueblo gallego y de su, en palabras del nuncio papal Tedeschini, ¡°correoso e insufrible clero¡±.
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