Recortes, autogobierno, federalismo
Hay comunidades que afloran su d¨¦ficit cuando les da la gana, arruinando la reputaci¨®n del pa¨ªs
La crisis econ¨®mica est¨¢ poniendo de relieve las insuficiencias e inmadurez del Estado auton¨®mico. Un Estado descentralizado es m¨¢s complejo que uno centralizado. Proporciona ventajas potenciales muy importantes, pero tambi¨¦n desaf¨ªos. Desaf¨ªos que se agravan cuando las instituciones que soportan esa descentralizaci¨®n son insuficientes o inadecuadas y cuando los diferentes actores no entienden las implicaciones de una verdadera ¡°cultura federal¡±.
Para el conjunto de las comunidades aut¨®nomas lo anterior se sustancia en cuestiones como las siguientes. Los foros en los que se discuten cuestiones que afectan a varios niveles de gobierno ¡ªo a varios gobiernos del mismo nivel¡ª no est¨¢n a la altura de la elevada descentralizaci¨®n de competencias de gasto que, a su vez, siguen sujetas a una amplia legislaci¨®n b¨¢sica estatal. En Espa?a hemos optado por un enfoque de federalismo cooperativo que exige elevadas dosis de di¨¢logo y acuerdo para que la cosa funcione bien. Por eso, cuando la tormenta arrecia y la arquitectura institucional se tensiona, aparecen las disfuncionalidades con toda su crudeza. Comunidades aut¨®nomas que entienden que no deben cumplir con los decretos de la administraci¨®n central, que directamente se saltan a la torera lo que han pactado semanas o meses antes en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera (CPFF), o que afloran su d¨¦ficit cuando les da la gana, arruinando la reputaci¨®n de todo el pa¨ªs. Una administraci¨®n central que hace y deshace sin consultar, que modifica el sistema tributario sin pactar con los gobiernos que se nutren de ¨¦l. ?No nos damos cuenta de la imagen que damos hacia el exterior?
La descentralizaci¨®n exige lealtad mutua, respeto a los compromisos comunes, consciencia de que vamos en el mismo barco. Tenemos dos opciones. O recentralizamos o descentralizamos mejor. Creo que la segunda v¨ªa es preferible por muchos motivos. Lo que no podemos es no hacer nada. En un momento de redefinici¨®n institucional como el que estamos viviendo deber¨ªamos aprovecharlo con inteligencia.
Ya en un enfoque gallego y de actualidad, el ajuste de esta semana no es razonable. Sin meterse ahora en el sentido de la l¨®gica de la austeridad fiscal m¨¢xima, la realidad es que Galicia est¨¢ cumpliendo con sus compromisos. Fruto de recortes continuos y a trav¨¦s de diferentes mecanismos, como el cierre de ejercicio prematuro, la realidad es que la Xunta no necesita las mismas medidas que Castilla-La Mancha o Valencia. Ni las mismas medidas que la administraci¨®n central para cumplir con sus respectivos objetivos de d¨¦ficit. Por ejemplo, entiendo, sin compartir, que la administraci¨®n central decida eliminar la paga extra de sus empleados en toda Espa?a. Pero no que obligue a hacer lo mismo con los empleados pagados por el presupuesto de la Xunta. Es l¨®gico que en 2012 haya m¨¢s ajustes en unos sitios de Espa?a que en otros. Porque las situaciones presupuestarias son muy diversas. La Administraci¨®n central debe preocuparse de lo suyo y de que los dem¨¢s cumplan con lo acordado. Pero no decidir por otros. Por eso, si vivi¨¦semos en un pa¨ªs realmente descentralizado en todas sus dimensiones, tambi¨¦n la pol¨ªtica, Galicia deber¨ªa ir al CPFF y votar en contra de que le impongan medidas que, de entrada, no necesita, y no votar por afinidad partidista con el Gobierno. Algo que, dicho sea de paso, arruina el principal activo de la Xunta en esta legislatura con vistas a las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Si despu¨¦s del extra esfuerzo que hemos hecho los gallegos en 2009, 2010 y 2011, finalmente el ajuste se aplica de forma generalizada, ?para qu¨¦ ha servido tanta frugalidad? ?no hubiese sido mejor hacer como Madrid o Valencia y tener dinero para hacer m¨¢s cosas? ?no vale para nada ser serio y cumplidor? @SantiagoLagoP
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