El viejo penal provincial de A Coru?a cumple condena
El impago de un mill¨®n de euros del Ayuntamiento a Interior bloquea la recuperaci¨®n de la antigua c¨¢rcel
Las celdas del viejo penal provincial de A Coru?a ya no albergan presos. Desde que dej¨® de emplearse como prisi¨®n en 1999 lo ¨²nico que all¨ª queda es el tiempo y la historia. Sus muros de cemento enverdecido y sus alambradas destartaladas intuyen un pasado macabro y evocan guerra civil. En su interior, riadas de humedad surcan las paredes alimentadas por una lluvia que ya no tiene cristales que la frene.¡°Ahora le toca a ¨¦l cumplir condena¡±, ironiza un vecino.
?En 2005, el gobierno local de Francisco V¨¢zquez inici¨® los tr¨¢mites para rescatar a la c¨¢rcel del olvido. El acuerdo establecido con la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP) ¡ªentidad dependiente del Ministerio del Interior y propietaria del centro¡ª compromet¨ªa la devoluci¨®n del penal al ayuntamiento a cambio de un terreno para levantar un nuevo centro de inserci¨®n social y el pago de m¨¢s de un mill¨®n de euros. La cesi¨®n de esta parcela se hizo efectiva y en 2009 el centro de inserci¨®n Carmela Arias y D¨ªaz de R¨¢bago se puso en marcha a pocos metros del viejo penal. Sin embargo, fuentes del Ministerio, que en todo momento mostraron reticencia a informar sobre el estado de la prisi¨®n, explican que el pago de la cantidad no lleg¨® a efectuarse. ¡°Es lo que falta para realizar el traspaso definitivo. A nosotros el edificio no nos interesa¡±.
El anterior gobierno bipartito intent¨® explotar culturalmente el complejo y, con el permiso de Interior, en 2010 y 2011 se abri¨® al p¨²blico esporadicamente para acoger actos como el festival de cine perif¨¦rico S8, la exposici¨®n de Isabel Coixet ¡°From I to J¡±, o un concierto en homenaje a Lois Pereiro. Pero con la p¨¦rdida del gobierno las puertas se volvieron a cerrar. ¡°Desde la oposici¨®n preguntamos por la prisi¨®n pero no responden ni quieren hablar nada¡±, asegura la exedil de Cultura, la nacionalista Mar¨ªa Xos¨¦ Bravo.
El cambio de gobierno local hace un a?o tampoco ha ayudado a agilizar el traspaso. Aunque el Partido Popular siempre asegur¨® tener a la prisi¨®n en su agenda, la llegada al poder no se materializ¨® en nada concreto. ¡°Con el nuevo gobierno no se avanz¨® nada. Las negociaciones est¨¢n en stand by¡±, explican fuentes del SIEP. El Ejecutivo local, por su parte, ha dado la callada por respuesta y no ha querido aclarar la situaci¨®n en la que se encuentra el complejo. Para Roc¨ªo Fraga, integrante de Proxecto C¨¢rcere, la plataforma ciudadana creada con el objetivo de reabrir el penal al p¨²blico, la actitud del equipo municipal es s¨ªntoma de que ¡°no tienen ni inter¨¦s ni un plan¡±.
¡°Aunque no se sepa que hacer con ¨¦l hay que rehabilitarlo ya porque cada d¨ªa que pasa su estado empeora¡±, alerta Jos¨¦ Luis L¨®pez Mihura, presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia en Coru?a. ¡°Adem¨¢s est¨¢ en una zona buffer¡±. Y es que el penal provincial permanece, tras la declaraci¨®n de la Torre de H¨¦rcules como Patrimonio de la Humanidad, en un ¨¢rea de especial protecci¨®n dada su proximidad al faro romano. ¡°Si no puede pagar, el ayuntamiento deber¨ªa renegociar el convenio o lograr una concesi¨®n del tipo que sea. Lo que no se puede permitir es que siga as¨ª¡±, ahonda.
Adem¨¢s, a la vista de la legislaci¨®n urban¨ªstica, el estado de la prisi¨®n incumple la ordenanza municipal de conservaci¨®n y rehabilitaci¨®n de inmuebles que obliga al Ministerio, como propietario de la infraestructura, a ¡°mantenerla en condiciones de funcionalidad y salubridad realizando los trabajos de conservaci¨®n y rehabilitaci¨®n necesarios¡± y exige al ayuntamiento ¡°vigilancia y control¡± para garantizar su buen estado. Pese a esto, desde el SIEP ya hay marcada una postura: ¡°No tenemos nada que rehabilitar porque no le vamos a dar ning¨²n uso. El problema es del ayuntamiento¡±. La ¨²nica decisi¨®n en firme tomada por el Ejecutivo central para preservar el edificio fue tapiar algunas entradas y contratar a un guardia jurado. ¡°Hasta entonces la gente entraba, provocaba desperfectos, y robaba la instalaci¨®n el¨¦ctrica¡±, lamentan desde Proxecto C¨¢rcere.
La pol¨¦mica no solo salpica al presente, si no tambi¨¦n al futuro del penal. Desde el inicio, un abanico de propuestas sobre qu¨¦ hacer con la prisi¨®n plane¨® sobre los despachos de Mar¨ªa Pita. Se pens¨® en convertirlo en museo del autom¨®vil, en centro de interpretaci¨®n de la Torre o en parador nacional. En las ¨²ltimas semanas, los integrantes de Proxecto C¨¢rcere han puesto su alternativa sobre la mesa: un plan de viabilidad para un centro sociocultural y de la memoria abierto al p¨²blico. ¡°Ser¨ªa un espacio de creaci¨®n para la expresi¨®n del ciudadano¡±. Mientras tanto, el ayuntamiento se limita a dar largas. Ahora solo falta por conocer su propuesta.
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